A días del ataque denunciado por el único concejal que tiene la fuerza de Francisco De Narváez en la capital bonaerense, el hombre fuerte en la Legislatura provincial, Gonzalo Atanasof, se mostró con un funcionario bruerista en la reunión que mantuvo con el polémico Arzobispo platense Héctor Aguer, quien es repudiado por sus actitudes y posicionamientos políticos.
La semana pasada, Letra P describió el panorama electoral de la sección capital, donde Pablo Bruera, alguien repudiado por el kirchnerismo más puro por diferentes actitudes a lo largo de su carrera política (como haber participado sin Néstor Kirchner en la elección de 2009) está condicionado a realizar pactos con fuerzas distantes al oficialismo, y las primeras pruebas de lo anticipado se reflejan.
Con el objetivo de obtener gobernabilidad, Bruera inició un camino de ida para mantenerse hasta 2015, cuando su período como jefe comunal concluya. Por eso, para seguir sin sobresaltos en el poder, sobre todo para resguardarse de los sucesos de la tragedia del 2 de abril, donde casi la mitad de la ciudad quedó bajo agua, impulsa la candidatura a concejal de Hugo Mársico, quien estuvo presente en la reunión del legislador provincial y el representante de la Iglesia Católica.
Según publicó el diario El Día, la reunión abarcó temas cotidianos de los platenses pero se hizo hincapié en la peor tragedia de La Plata, situación que involucra directamente al bruerismo: allí se reflotaron las posibles medidas de seguridad que deberían realizarse para que otro hecho de similar magnitud no ocurra.
Pero éste no es el primer gesto que tiene Mársico de acercamiento a las filas de Atanasof. Cuando se realizó una conferencia de prensa, junto a representantes de la octava en el anexo de la cámara de diputados, para repudiar la agresión contra Renna, al ser consultado por la causa de su presencia en el evento, justamente por ser funcionario municipal (figura en la página del municipio platense como titular del Consejo de Planificación de Políticas, Producción y Empleo Regional), respondió que lo hacía como “un militante peronista”.
La campaña comienza a tomar forma y la llegada de un hombre del riñón bruerista asoma como candidato en una fuerza opositora que busca llegar al poder de una buena vez por todas.