“¿Qué necesitan? ¿Qué mandamos?”. La pregunta se repite en el quinto piso del búnker ubicado en Mitre 363, por donde desfilan intendentes, gobernadores, senadores, diputados y dirigentes de todo el país. La encargada de formularla es Malena Galmarini, que desde la victoria de Javier Mileien las PASO del 13 de agosto se convirtió en guardiana a tiempo completo de la campaña de Sergio Massa.
Galmarini se sumó al equipo que comandó en la primera etapa de la campaña el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y que integran también su hermano, el director del Banco Provincia Sebastián Galmarini; los operadores todoterreno Juan José Álvarez y Raúl Pérez; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; el intendente de San Fernando, Juan Andreotti; la flamante incorporación, el tucumano Juan Manzur; y el consultor Antoni Gutiérrez Rubí.
En los papeles, De Pedro todavía sigue el mando. El ministro ocupa oficinas en el sexto piso del edificio, donde también se instaló Máximo Kirchner. Los equipos camporistas trabajan en la generación de contenidos para la campaña. La mano derecha de De Pedro en el ministerio, el subsecretario de Relaciones Municipales, Pablo Giles, también está activo en la campaña en el diálogo con el territorio, en coordinación con los Galmarini y Pérez. Giles se mueve con frecuencia entre el quinto y el sexto piso, entre territorio massista y kirchnerista.
El massismo se esfuerza en aclarar que De Pedro no fue desplazado por Galmarini. El ministro encabeza reuniones y acompaña a Massa en actividades centrales de campaña. A fines de agosto, tuvo a cargo la apertura de un encuentro del Frente Renovador. Un esfuerzo por mostrar un trabajo mancomunado. El vínculo se mantiene aceitado y el massismo no desconfía de la buena voluntad del ministro del Interior. Cree que choca con problemas internos del peronismo o, simplemente, con las mañas del territorio.
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Por lo pronto, es un hecho que ahora la mesa de campaña se hizo más amplia y la presidenta de AySA y esposa del candidato presidencial tiene un rol por encima de todos. Un refuerzo con autoridad. Al fin y al cabo, “no hay nadie que quiera tanto como Malena que Sergio pueda cumplir su sueño de ser presidente”, dicen en el comando de campaña de Unión por la Patria (UP).
Fue Galmarini quien acompañó a Massa a su entrevista en TN el 16 de agosto. Fue la primera aparición pública de ambos después del doble golpe de las PASO. Para Massa, por un resultado nacional menor al esperado; para la titular de AySA, por su derrota en la interna de Tigre. Había apostado todas sus fichas a ser intendenta, pero perdió frente a Julio Zamora. El resultado fue difícil de asimilar para los Massa-Galmarini, en términos políticos y personales. El candidato presidencial quedó golpeado por el resultado en su pago chico. Había escuchado advertencias por parte del cristinismo por los errores en el manejo de la campaña en Tigre para favorecer a Galmarini. La balanza quedó equilibrada por la derrota del kirchnerismo en Santa Cruz.
Galmarini está encima del territorio y está a cargo de integrar a la campaña a la dirigencia del interior que quedó relegada en la primera etapa de la campaña. Las facturas entre el comando de campaña y los distritos volaron durante días. Desde la calle Mitre salieron reproches por la falta de compromiso de la dirigencia territorial, que terminó con Milei en primer lugar y el oficialismo tercero en la cuenta general. Gobernadores e intendentes retrucaron con la falta de comunicación por parte de la campaña y de apoyo al territorio. Habían demandado recursos, plata, material, “fierros”, pero dicen que no fueron escuchados.
Ella intenta cubrir los baches y supervisará que las promesas se cumplan. Se convirtió en los ojos de Massa allí donde el candidato no llega. El ministro y el resto del equipo mantienen el diálogo con gobernadores e intendentes; Galmarini busca a los desplazados. Por citar ejemplos, la presidenta de AySA se reunió después de las PASO con el ex secretario de Comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno, que fue candidato presidencial por su partido, Principios y Valores. Moreno la elogió públicamente y deslizó primero que apoyaría a Massa, aunque después puso condicionamientos. También pasaron por el búnker de Mitre el dirigente social Luis D´Elia; Humberto Tumini, de Libres del Sur; referentes de La Patria es el Otro, la organización que fundó Andrés Larroque; el Frente Grande; y referentes del interior del país, como el senador salteño Sergio Leavy.
Salta es uno de los distritos del Norte donde Massa apuesta a juntar más votos en octubre. El gobernador Gustavo Sáenz quedó en la mira del massismo después de las PASO. El mandatario fue compañero de fórmula de Massa en 2015 y dice ser su amigo personal. Por eso, el resultado de las elecciones del 13 de agosto provocó furia en UP. Milei cosechó en la provincia casi el 50% de los votos, mientras que el oficialismo obtuvo apenas el 24%.
Desde la provincia llegaron a oídos de Massa acusaciones sobre el rol de Sáenz, que se declaró “prescindente” en la elección y se tomó dos semanas de vacaciones en julio, en plena campaña. El gobernador ya viajó varias veces a reunirse con el ministro en Buenos Aires desde las PASO. Prometió mejorar la performance de UP en octubre. No fue el único mandatario provincial que se tomó vacaciones. En el comando de UP están todos identificados.
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En paralelo, Galmarini abrió el diálogo con otros sectores del peronismo, como el que encabeza Leavy en Salta. Lo mismo hizo con los distritos vecinos, donde sabe que UP puede mejorar, como Jujuy, donde pretende que Massa pueda desembarcar en breve. Mientras tanto, activó su red de mujeres renovadoras del noroeste. Les pide detalles, anota demandas y quiere saber qué falta en cada rincón. El 29 de agosto reunió a intendentes bonaerenses para presentar el Plan de Mejoras, Operación, Expansión y Mantenimiento 2024-2028 de AySA. Del encuentro participaron De Pedro, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y el ministro de Infraestructura bonaerense, Leonardo Nardini. Después de la presentación formal llegó la charla política.
Este viernes, Galmarini viajará a Tucumán junto a Massa para el relanzamiento de campaña que se hará el sábado en el Hipódromo en un acto convocado por Manzur. Estará la CGT, habrá gobernadores, senadores, senadoras, diputados, diputadas y dirigencia de todo el país. La titular de AySA anotará todas las demandas. Ya escuchó de boca de dirigentes territoriales el pedido para que la campaña vaya en esta etapa desde abajo hacia arriba, que precise los mensajes según el distrito. A todos sus interlocutores les prometió que esta vez no habrá falta de recursos. Massa pondrá toda la carne al asador.