La disputa electoral en Boca tiene múltiples formas. En los últimos días, la antinomia riquelmismo versus macrismo quedó graficada bajo la geografía de la Bombonera. Cada paso, de uno y otro lado, tiene como fin incidir en las elecciones de diciembre, en las que Andrés Ibarra –el exministro de Modernización elegido por Mauricio Macri para “recuperar” el club– se medirá contra Juan Román Riquelme, o contra quien el ídolo elija.
Los allanamientos al estadio, a los predios linderos y al domicilio de Cristian “Chanchi” Riquelme en el marco de una causa que investiga una supuesta defraudación al club y asociación ilícita de reventa de entradas tuvieron su respuesta el último martes, cuando el presidente Jorge Amor Ameal presentó en la Legislatura un proyecto para tratar la ampliación de la mítica casa xeneize.
Uno de los posibles candidatos a la presidencia por el oficialismo en caso de que Riquelme opte por mantenerse en el cargo de vicepresidente es el actual secretario general del club, Ricardo Rosica, ahora investigado por la doctora Celsa Ramírez, a cargo de la Fiscalía de Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires.
Una rosca que llega a la justicia
En el club siempre deslizan que la fiscal Ramírez es parte de la órbita de influencias que maneja Daniel Angelici en la justicia y que las diferentes causas que investiga siempre apuntan contra la conducción del club. La fiscal, por su parte, asegura el procedimiento de la semana pasada –decidido por el juez Pablo Casas– sólo persigue una hipótesis: comprobar que existe un “circuito paralelo” para entrar a la Bombonera a través de reventa de tickets o ingresos clandestinos. De ahí sostienen el supuesto delito de “defraudación al club” y posible asociación ilícita.
El origen de la causa, que tramita en el Juzgado de primera instancia en lo Penal Contravencional y de Faltas N°10 a cargo de Casas, se dio a partir de una denuncia anónima en la Fiscalía de Distrito de La Boca en octubre del año pasado. Tres meses después, la fiscal Ramírez inhabilitó la tercera bandeja de la Tribuna Sur, por un exceso de concurrencia en el partido entre Boca y Atlético Tucumán: hubo 5.000 espectadores en un lugar para 2.900 y, por el exceso, se resintieron las estructuras y se rajaron algunas gradas. Todo fue exhibido por los mismos hinchas en redes sociales.
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Juan Román Riquelme y su hermano Cristian, involucrado en la causa en la que se investiga la reventa de entradas.
“Habría que preguntarle a la señora (por Celsa Ramírez) de qué cuadro es, qué se yo… Es la misma que le hizo declarar a mi hijo, me parece. Habría que ver ahora", declaró en aquel entonces Riquelme. Ahora, esa fiscal dirige la investigación que tiene a su hermano en el centro y que podría extenderse a su padre.
En el Ministerio Público Fiscal se sorprenden de algo: Cristian Riquelme perdió su celular un día antes del allanamiento y otras personas escuchadas dieron de baja sus móviles. No se descartan los vínculos con algunas fuerzas de seguridad. Quizás por eso los allanamientos fueron realizados por Gendarmería.
Proyecto Bombonera, la carta del oficialismo
Si hubo un golpe, también hubo una respuesta a ese golpe: fue la presentación formal, firmada por el presidente del club, Jorge Ameal, al vicepresidente 1º de la Legislatura porteña, Emmanuel Ferrario, para que ponga en consideración “el proyecto de Ley que tiene como objetivo posibilitar la ampliación del club Boca Juniors”.
Si bien en la carta no explicita el nombre del proyecto, se trataría de la Bombonera 360, un viejo anhelo de Ameal y una de sus principales promesas de campaña, allá por 2019. “El Proyecto de Ley propicia la modificación de la normativa urbanística prevista en el Equipamiento Especial N° 56 ‘Estadio y Complejo Deportivo del Club Atlético Boca Juniors’ del Código Urbanístico que permitirá la ampliación del actual estadio ‘Alberto J. Armando’ con una capacidad de 82.000 espectadores”, describe.
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Incluso desde adentro del club reconocen que la presentación no tiene demasiado sustento y sueltan críticas: “Si vos pedís rezonificar las dos medias manzanas, antes tendrías que haber comprado las propiedades. Porque si rezonificás es para construir en altura. Si vos no las tenés, las propiedades lógicamente pasan a valer el doble o el triple”, le dice a Letra P una persona del club que conoce los pormenores de esta cuestión.
Hay un antecedente que homologa esta teoría: San Lorenzo primero compró los terrenos de Carrefour y, una vez que consiguió eso, presentó el pedido de rezonificación. “No hay un proyecto. Es solo una nota dirigida al vice de la Legislatura pretendiendo que ellos paguen el costo. Es inviable”, asegura un dirigente del propio oficialismo, donde predomina la bronca y los resquemores con Ameal.
¿Existirá, además del proyecto de rezonificación, el de la expropiación de las dos manzanas? Es una pregunta que se hicieron varias personas, incrédulas de que sólo se tratara de "una hoja". Nadie lo sabe con exactitud y nadie quiere arriesgar más de lo que sabe. En este tironeo electoral, al menos hasta fin de año, los dardos en Boca pueden salir de los lugares menos pensados.
La presentación es, al menos, una carta que juega el oficialismo (a pesar de sus internas) para disputar un tema que la oposición viene usando como su principal estrategia de campaña electoral. Es más marketing que realidad, pero no deja de ser parte de esta campaña para atraer votos: Macri e Ibarra ya habían lanzado sus dos Bomboneras conectadas (algo de difícil concreción) y Jorge Reale su Bombonera en la Isla Demarchi, ya desestimada por la imposibilidad de acceder a esos terrenos del Estado.