La decisión de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, de reempadronar a los comedores comunitarios y remplazar el envío de alimentos no perecederos por una tarjeta para comprarlos provocó en enero una suspensión de la asistencia alimentaria en la que quedaron enganchadas entidades religiosas que cumplen esa función de contención social.
Mientras la funcionaria traba alianzas para aplicar el Plan Motosierra del presidente Javier Milei, los movimientos sociales intentan convertirse en una suerte de protagonistas de la saga de Los juegos del hambre para liderar la resistencia y luchar contra la opresión que conlleva –afirman- el programa de ajuste de la administración libertaria.
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Sandra Pettovello contra los movimientos sociales
Télam
Pettovello movió fichas en pos del objetivo gubernamental y ninguneó a quienes encabezan las organizaciones de base. Primero firmó un acuerdo con la Fundación Cooperadora Nutrición Infantil, que preside el pediatra Abel Albino, para trabajar contra el hambre; después suscribió convenios para la asistencia alimentaria para comedores de la Iglesia y el evangelismo.
Las organizaciones sociales, en tanto, reconfiguran su plan de lucha contra el hambre, exigen al gobierno mileísta que declare la emergencia alimentaria en medio del aumento de la pobreza y piden reestablecer la compra de mercadería para los comedores populares.
No hay plata, un eslogan selectivo
Milei, quien en la campaña aseguró que Capital Humano iba a ser el único ministerio con “billetera abierta” en un contexto de ajuste severo, no cumple con su promesa electoral al demostrar que “no hay plata” para unos y sí para otros; compromiso que -ccompromiso que, como contó Letra P, el papa Francisco le reclamó al Presidente durante la audiencia que mantuvieron los jefes de Estado el 12 de febrero en el Vaticano.
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A principios de febrero, Pettovello y el secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, se trasladaron hasta un espacio cristiano de la localidad bonaerense de José C. Paz para suscribir un programa de apoyo por $177,5 millones a las acciones solidarias que lleva adelante la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), que preside el pastor Christian Hooft, en cerca de mil comedores y merenderos.
Pettovello también firmó un acuerdo con Cáritas Argentina, la mayor organización caritativa católica, que encabeza el obispo quilmeño Carlos Tissera, por más de $310 millones para la compra de alimentos. Lo hizo en medio del reclamo de organizaciones piqueteras para que les transfieran más fondos.
Diferencias programáticas con Cáritas
Pese a suscribir el acuerdo de ayuda social, Tissera no se quedó callado y le reclamó a Pettovello alimentos para comedores comunitarios. “No es justo que se estén haciendo convenios con la Iglesia y no con otros servicios, programas o redes de comedores y que se le quite la comida a la gente que está más allá de un movimiento, sea del grupo político que sea”, se quejó el obispo en declaraciones a CNN Radio.
Tissera y el resto de los obispos que integran la Comisión Episcopal de Cáritas aseguraron, en un comunicado, que la renovación del convenio de meriendas no convierte a la Iglesia en la interlocutora única ni la principal en la canalización de alimentos y regimentaron al Estado para que también distribuya la ayuda a través del “gran número” de movimientos, asociaciones, centros vecinales y sindicatos con los que la entidad caritativa eclesial trabaja en forma mancomunada.
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Sandra Pettovello con el papa Francisco
Ministerio de Capital Humano
Por su parte, el excandidato presidencial Juan Grabois, asesor laico del pontífice argentino, inició una acción judicial contra Pettovello por supuesto incumplimiento de “los deberes de funcionario público”.
Javier Milei y el “dibujo” de la pobreza
Milei desacreditó el informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA) que se conoció el último fin de semana, que estimó que, en enero, la pobreza trepó al 57,4%. Esto significa que cerca de 27 millones de personas están en esa situación.
La primera reacción del Presidente ante estos datos no tardó en llegar. Mediante un posteo en Twitter, expresó: "Es la verdadera herencia del modelo de la casta”. Unos días después, durante un acto realizado en Corrientes para celebrar el décimo aniversario de un club libertario, Milei consideró "un dibujo” la estimación estadística de la UCA.
El grupo de investigadores del ODSA UCA, que dirige Agustín Salvia, evitó polemizar con el primer mandatario, pero aclaró que se trató de una "simulación econométrica".