El centro de la Argentina continental es más que un centro geográfico. El bloque de integración territorial que conforman las provincias de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe se destaca como un extraordinario productor de bienes industriales y agroindustriales destinados a la exportación y al consumo interno, pero también como una región donde se procesa y agrega valor a los recursos propios y a los de otras provincias. Por tanto, configura un inmenso desafío en materia logística.
La Región Centro se ha convertido en un polo fundamental de transformación de productos primarios del país. Los complejos oleaginoso y cerealero, del maní, cítrico, de carnes porcina, bovina y aviar, la explotación forestal y la industria láctea se encuentran entre las principales cadenas de valor agropecuario de una región que tiene, además, un importante peso relativo en sectores estratégicos de la industria: el automotriz, el siderúrgico y el metalmecánico, básicamente a través de la fabricación de maquinaria agrícola.
Los desafíos de la Región Centro en materia de logística
La Región Centro es el corazón de una densa red vial y ferroviaria, conformada por gran cantidad de líneas que operan carga y por terminales fluviales que constituyen el soporte logístico para los grandes volúmenes de producción agropecuaria que generan el Norte Grande y parte de Cuyo.
Con un fuerte perfil exportador, buena parte de esos productos confluye en los puertos del Paraná y posicionan a la región como uno de los principales polos exportadores de granos y derivados de todo el mundo.
Además, por su localización, es escenario de un incesante flujo de bienes procedentes de las regiones colindantes y fronterizas, que circulan desde Brasil y Uruguay hacia Chile y viceversa, o entre Buenos Aires y Cuyo, la Patagonia y el Norte Grande, utilizando las rutas y ferrocarriles de la región, y muchos de los cuales también confluyen hacia los puertos del Litoral y sus plantas industriales anexas.
El transporte fluvial y los accesos portuarios
Uno de los desafíos logísticos de la Región Centro es mejorar los accesos, tanto los viales como los ferroviarios, a las terminales del sistema portuario del Gran Rosario, desde donde se exporta la mayor parte de la producción granaria del país y donde también se procesan aceites, harinas o pellets de soja y se embarca carga originada en otras regiones.
Los puertos y el río son los ejes que vertebran este enorme dispositivo exportador, pero en los últimos años el cambio climático y ciertas alteraciones en los usos del suelo han provocado importantes períodos de sequía en la cuenca del Paraná y bajantes extraordinarias de su caudal, que pueden ponen en riesgo toda esta operatoria.
Los buques de transporte de carga internacional, de dimensiones cada vez mayores, se verán favorecidos con mejoras de infraestructura que aseguren mayor profundidad en el corredor fluvial Paraguay-Paraná para hacer uso pleno de sus bodegas. A su vez, el potencial exportador de la región está indisolublemente atado al desarrollo de una política sólida para la Vía navegable Troncal.
Además de los puertos del litoral santafesino, otros puertos fluviales en la región tienen un gran potencial para el comercio de granos y productos forestales en la provincia de Entre Ríos. Las mejoras en la infraestructura de terminales portuarias como Ibicuy o Concepción del Uruguay permitirían aliviar la presión logística sobre Rosario e, incluso, sobre el puerto de Buenos Aires. De este modo se podría optimizar la distribución de la carga, generando oportunidades de empleo y desarrollo económico en otras zonas de la región.
Eje logístico del Mercosur
En cuanto al transporte por carretera, el desafío pasa por aumentar la capacidad de circulación de las principales rutas nacionales que recorren estas tres provincias.
Tres proyectos de ampliación se presentan como prioritarios. Uno es el de la ruta nacional 7, una de las principales conexiones internacionales de la Argentina, que cruza el sur santafesino y cordobés rumbo a Mendoza y alterna tramos de autovía con carriles únicos. Otro, en la RN 158 (San Francisco-Río Cuarto), que articula el corredor de la RN 7 hacia Chile con las vías que van al Noreste y a Brasil. El tercero, en la RN 19, que conecta las capitales de Córdoba y Santa Fe.
Las mejoras en los accesos portuarios son el otro componente para intervenir en el sistema vial para la mejor y más eficiente circulación de las cargas, en busca de un impacto positivo también sobre la dinámica del tráfico urbano.
Los caminos rurales, el primer eslabón de la cadena
Los caminos rurales de la Región Centro cumplen un rol clave en la logística agropecuaria. Existe una densa trama de caminos que capilariza el territorio de las tres provincias. Sus características productivas hacen de la primera milla un factor clave, especialmente para el transporte de productos perecederos como los del sector lácteo (la región concentra aproximadamente el 70% de la producción nacional). De la adecuada transitabilidad de esos caminos dependen la entrada y la salida de insumos y productos del campo.
La promoción de un esquema sostenible de mantenimiento para la red vial terciaria de la región, dada su amplitud y su importancia para el entramado productivo agropecuario, es otro desafío logístico. Capacitaciones destinadas a productores y funcionarios locales y fomento de experiencias de gestión público-privada, como los consorcios camineros, que en muchas zonas garantizan el buen estado de esas vías, son herramientas que pueden hacer más eficiente el transporte por estos caminos.
La Región Centro es un pilar fundamental de la economía argentina por su capacidad productiva, su vocación exportadora y su rol clave en la agregación de valor a los productos agroindustriales. Todas aquellas soluciones logísticas para optimizar su infraestructura vial, portuaria y fluvial permitirán consolidarla como uno de los motores productivos que impulsan el desarrollo del país.