La decisión de Sergio Massa, en respuesta a las condiciones que le impuso el Frente de Todos para su llegada al Ministerio de Economía, de evitar una devaluación brusca que distendiera la demanda de dólares de las reservas del Banco Central y evitara un pico hiperinflacionario sentenció una convivencia constante con una brecha cambiaria que pone condiciones de inestabilidad al tipo de cambio ante cualquier desajuste de alguna de las variables macroeconómicas. La sequía, que le restará alrededor de 10.000 millones de dólares a las liquidaciones del agro, golpeará al plan de contingencia M, pero las menores erogaciones en importación de energía durante el invierno, más un nuevo dólar soja, la implementación de un REPO con bancos y financiamiento internacional extraordinario le permitirá al gobierno de Alberto Fernández sostener su plan inicial, pero le trasladará a la próxima gestión nacional la presión devaluatoria.
En el mercado dan por hecho que, desde el primer día de la gestión que iniciará el 10 de diciembre, existirá una expectativa creciente para "corregir" el tipo de cambio y aprovechar el respaldo político de las elecciones para devolverle competitividad a la relación entre el peso y el dólar. ¿Cómo? Con una devaluación. Según cálculos de analistas, el atraso cambiario es la razón de la alta demanda de dólares. "Está regalado", afirmó un operador de la Bolsa de Comercio, quien, sin embargo, descartó que una corrección llegue este mismo año. "Tiene que pasar otra tormenta, como fue la renuncia de Martín Guzmán el año pasado, donde la falta de dólares no permita manejar la situación en medio del clima electoral", sostuvo, luego de un pedido de declaración off the record. Todavía, los traders temen ser apuntados como desestabilizadores a futuro, luego de desatada la guerra dialéctica, entre oficialismo y oposición, sobre la "bomba económica" de la pesada herencia.
La semana pasada mostró una la continuidad de una mala performance del Banco Central en la meta de acumulación de reservas que impuso el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La sangría de dólares que se abrió en parte de enero se mantuvo constante en todos los días de febrero. "En la última semana, el BCRA se desprendió de 470 millones de dólares en el MULC, hilando ya cinco semanas consecutivos con un saldo vendedor neto. Más de un 60% de las ventas se explicó por la intervención del miércoles, día en el que impactaron pagos anticipados por importaciones de GNL, según fuentes oficiales -si bien generarán un ahorro respecto al año pasado, comenzarán a impactar en estos meses-. Luego de cerrar enero con ventas por 192 millones de dólares y acumular un saldo negativo por 918 millones de dólares en febrero, las ventas netas de divisas del BCRA alcanzaron los 1.110 millones de dólares en lo que va de 2023, mostrando el peor arranque del año (primeras 35 ruedas) desde que se tiene registro (2003)", destacó un informe de la consultora Ecolatina.
https://twitter.com/hernanlacunza/status/1623410589929177091
El jefe de Research de esa consultora, Santiago Manoukian, aseguró que el atraso cambiario "cercano al 20% desde finales de 2019" atenta contra la estrategia del Gobierno de sostener el crawling peg como método de control devaluatorio, debido a que, "al no intentar corregir el dólar y volverlo más caro, se mantendrá la convivencia con el exceso de demanda de divisas, que presionará sobre la brecha en los próximos meses". Eso -agregó- obligará a Massa a "conseguir divisas por la cuenta financiera, ya que la cuenta corriente tendrá pérdidas por el efecto de la sequía y la liquidación del agro". "Se buscará compensar con un REPO, un nuevo dólar soja, acuerdos de swaps o directos con países, con el objetivo de cubrir la demanda de divisas", sostuvo, consultado por Letra P.
De hecho, esas restricciones financieras impactarán en la actividad económica real, porque los tabiques a las importaciones se volverán más férreos, según anticipan analistas. "Las expectativas de devaluación van a seguir estando, porque esta economía no puede seguir conviviendo mucho tiempo más con este exceso de demanda de divisas. Por eso, muy probablemente, de cara al cambio de mando se acrecienten esas expectativas, porque el Gobierno puede instrumentar un plan de estabilización robusto, que sea técnicamente sólido, creíble para los agentes económicos y con fuerte respaldo político, que incluya una corrección de los precios relativos, entre ellos tarifas y tipo de cambio, pero el efecto sería a mediano plazo y el contexto electoral no se lo permitiría, ya que los resultados los cosecharía la próxima gestión. Por eso, es probable que lo pueda hacer un nuevo gobierno, porque podría asumir esos costos, pero le quedarían años por delante para usufructuar ese plan", sentenció Manoukian, en línea con el pedido de un plan que dejó ver el Círculo Rojo.
Los caminos de Massa
El ministro todavía tiene alternativas para mejorar estas condiciones sin llegar al salto brusco en la devaluación y, a contramano de lo que sucede en los años electorales, en los últimos días aceleró el crawling peg y achicó marginalmente la brecha cambiaria.
Alertado por la presión inflacionaria de enero y los primeros datos negativos de febrero, el equipo económico convalidó una microdevaluación diaria promedió del 6,2%, cuando en la semana previa era de 5,9% y en enero, del 5,1%. "Tanto el dólar blue (377 pesos) como el MEP (357,3 pesos) y el CCL (368,6 pesos) cerraron la semana prácticamente en los mismos niveles que el viernes pasado. Como resultado, la brecha cambiaria promedio pasó de un 93% a un 90% en las últimas cinco ruedas", destacó Ecolatina.
Para el mercado, la convivencia de la brecha cambiaria alta, pero controlada, y una inflación elevada son parte del "modelo de Massa". "Si cae la inflación, habrá menor recaudación y, salvo que se haga un ajuste fiscal más grande del que se está haciendo, se necesita emitir más para cubrir las cuentas. Por eso cierra licuando todo el tiempo. Si se quisiera hacer algo diferente, se necesitarían medidas de shock para cortar el financiamiento y para eso se deben cortar cuatro puntos de déficit total. Por eso la inflación se mantendrá en la zona del 100% hasta que el próximo gobierno devalúe, porque las brechas cambiarias siempre se cerraron para arriba, y los precios toquen un techo. Es inevitable, porque, con esta brecha, los dólares se escapan por todos lados", anticipó otro trader consultado por este portal.