Mientras que el sector atraviesa una crisis con reducción de faena y caída de producción, los precios de la carne vacuna siguen bajando respecto de la inflación. El asado de Javier Milei es más barato que con Alberto Fernández, pero convive con el consumo más bajo de los últimos 30 años: 42,4 kg per cápita anual.
El fogonazo inflacionario que el ministro de Economía, Toto Caputo, provocó en diciembre con la mega devaluación y la liberación de precios, hizo saltar la cotización del kilo de novillo en el Mercado de Cañuelas: pasó de $945 en noviembre a $1.405 en diciembre de 2023; y en abril quedó en $1.763. La inflación acumulada en ese período llegó a 106,91%, por lo que el precio del novillo debería estar en $1.957. Esa merma en el precio se dio, pese a la menor oferta de animales en el mercado por la baja de producción.
En los mostradores del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el asado pegó un salto en diciembre de $4.500 a $7.000 y luego no siguió el ritmo de la inflación del cuatrimestre. Tanto que en abril, la inflación fue de 8,8% y el asado aumentó 2,6%. Con la inflación acumulada desde noviembre a abril, el kilo de asado debería estar $10.500 y se consigue a $7.900.
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El Mercado de Hacienda en la era Javier Milei
"Los precios de la hacienda en el Mercado de Cañuelas, a valores constantes, están un 18% más baratos que el año pasado. Quedó atrasado a los niveles de 2018", dijo a Letra P Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
"Los números del sector son muy malos. la sequía del año pasado que hizo que tuviéramos 600.000 terneros menos y una liquidación de vientres importante a fin de 2023, eso generó un 10% menos de faena. La baja del poder adquisitivo de los salarios -35% en jubilados y 18% en el resto de las personas asalariadas- hizo que el consumo de carne se caiga un 18%", puntualizó.
La polémica por el asado de Alberto Fernández
Si a la cotización del novillo se le aplica la inflación, perdió casi toda la remontada de diciembre de 2023. Así el negocio se destruye en sus dos bases: la baja del precio no permite márgenes de rentabilidad a la cadena y la caída del consumo tampoco genera ventas importantes para ganar por cantidad de carne despachada en las carnicerías.
El asado quedó en el centro de la política nacional en 2019, cuando la fórmula presidencial del Frente de Todos mostró un spot de campaña que mostraba a un argentino de clase media tomando mates con la parrilla abandonada, usada para acumular tarros de pintura, cartones y bolsas de trastos viejos; y añorando una juntada de fin de semana con asado y amigos.
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El asado en la era Javier Milei
Sobre el final de la gestión albertista, con la inflación anual de 211%, fue el expresidente Mauricio Macri quien se desquitó con la frase: “Nos prometieron asado y hoy no alcanza para la polenta”. Ahora la hiper recesión de Milei también aleja al asado de la gente, a pesar de que está más barato que el año anterior.
Todo a la baja en la era Javier Milei
La baja de consumo está determinado por la pérdida de capacidad de compra de las personas asalariadas. El instituto CIFRA de la CTA determinó que entre noviembre de 2023 y abril pasado la capacidad adquisitiva del salario promedio registrado disminuyó en 14,9% y esa merma se profundizó entre quienes trabajan en el sector público con un caída del 21,3%. El estudio precisó también que el salario tiene un 40% menos de poder de compra que en 2015, con Cristina Fernández de Kirchner y un 24% menos que en 2019, durante la gestión macrista.
Según el informe de Ciccra, el consumo aparente de carne vacuna por habitante quedó en 42,4 kilos/año en el primer cuatrimestre de 2024, un 18,5% menos que en el mismo lapso de 2023. Son casi diez kilos de carne menos por habitante en el período. Respecto de la caída de la faena, en el cuatrimestre enero-abril de 2024 operaron 353 frigoríficos que recibieron 4,34 millones de cabezas de vacunos, un 8,1% menos que un año antes.
La oferta de carne vacuna se contrajo en 82,4 mil toneladas en el primer cuatrimestre respecto de 2023 y la producción se redujo casi en un 8% interanual. Un estudio del Centro de Economía Política (CEPA) reveló que las variaciones interanuales de los cortes de carne vacuna se encuentran por debajo del nivel general de precios de la economía: asado (265%) matambre (266%) y tapa de asado (278%).
Lo que no se consume, se exporta
Contrariamente a lo que sucede en las parrillas de la población del país, Argentina incrementó sus exportaciones de carne vacuna. En el primer bimestre del año lograron el nivel más elevado de los últimos 50 años. En febrero 2024, crecieron 25,6% con respecto a igual mes de 2023.
La semana pasada el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella y su jefe inmediato, el secretario de Planeamiento y Gestión del Desarrollo Productivo, Juan Pazo, convocaron al Consejo Consultivo de la Carne Bovina a una mesa de trabajo para mejorar la inserción internacional del sector.
Los frigoríficos siguen reclamando por la baja de las retenciones y también un dólar más competitivo. "Argentina quedó cara en dólares y los países de la región le ganan mercados", advierten.