El ministro de Economía, Toto Caputo dio un paso clave para el levantamiento del cepo cambiario, aunque se compró un nuevo problema. La licitación de la deuda en pesos de este miércoles fue un voto de confianza de los bancos que hacen un pasamanos del Banco Central al Tesoro. Tanto el Gobierno como el sector financiero asumen riesgos.
La administración libertaria limpió $3,5 billones de los pasivos remunerados de la autoridad monetaria, los instrumentos que usan las entidades financieras para pagar plazos fijos. Tanto la bomba anterior de las Leliq como la actual de los Pases Pasivos, a tono con la tasa de interés, se desactivó al nivel que el mercado comienza a considerar como "sano".
Con esta medida, la emisión de moneda nacional que generan los instrumentos empieza a no representar un problema para la inflación; una de las condiciones cruciales que repitió hasta el cansancio el presidente Javier Milei para desarmar las restricciones al dólar.
Bisagra para la política económica de Toto Caputo
Un informe de EcoGo, de la economista Marina Dal Poggetto, advierte que si la estrategia de de migración de la deuda del Central se mantiene exitosa, el proceso podría finalizar entre fines de junio y principios de julio. Un punto bisagra para la política económica.
Fecha crucial también para el momento político de Caputo: el desregulador Federico Sturzenegger estaría desembarcando en el gabinete, a la altura del jefe de Hacienda; y es un promotor de sacar el cepo lo más rápido posible. De hecho, en estos días Caputo está en Estados Unidos con Demian Reidel, el "desarmador de cepos" según su biografía de Twitter, muy cercano al exfuncionario.
La estrategia que viene apalancando economía es que todos esos pesos fueran reenviados al Tesoro que, por el objetivo inamovible libertario de sanear el balance del BCRA, acumula más deuda a una tasa más alta que la de los Pases (4,2% contra 3,3% mensual). Aunque, en esta licitación, la Secretaría de Finanzas a cargo de Pablo Quirno sumó dos letras a tasa fija de corto plazo (LECAP) con tasas más bajas (3,57% y 3,59%), para aminorar el impacto de la deuda que está comprando Economía.
Captura de pantalla 2024-05-29 193036.png
De bomba de Leliq a bomba del Tesoro
En el mercado celebran la estrategia conjunta de Caputo y el titular del Central, Santiago Bausili; pero advierten que también puede generar una nueva bomba de pesos en el Palacio de Hacienda y otro obstáculo para el levantamiento del cepo al dólar.
"El Gobierno pasa a concentrar fuertes vencimientos en los próximos meses con inversores privados, fundamentalmente bancos. Dependerá de la capacidad del del gobierno para poder renovar los vencimientos en las licitaciones primarias y de la percepción de riesgo de los agentes económicos sobre un perfil de deuda más concentrado y desafiante", evaluó un operador del mercado consultado por Letra P.
La señal de alerta de los mercados radica en que el Tesoro siempre representa peligros mayores que la autoridad monetaria, por su historial de defaults y por eso los privados son más reticentes a tomar deuda. Si el plan económico de Milei no avanza, el atraso cambiario empeora o los números fiscales empiezan a dar malas señales, el titular de Economía corre el riesgo de que los bancos activen los puts: un seguro que tienen las entidades para salirse de la deuda y recuperar el efectivo a valor del cierre del día anterior.
Captura de pantalla 2024-05-29 193145.png
Con esos pesos en manos, la presión puede derivar a varios canales, entre ellos los dólares paralelos. Algo que daría mala espina a quienes miran en detalle el programa económico oficial y puede entorpecer la hoja de ruta de Hacienda. Por ejemplo, en el sendero de la inflación a la baja.
La apuesta de los bancos
Para graficar el vínculo entre la confianza del sector financiero y la deuda en pesos, una escena clara es agosto de 2023, cuando el Frente de Todos salió tercero en las PASO: los días siguientes, los bancos no tardaron en activar esos puts. La tensión fue tal que la entonces gestión de Sergio Massa salió a devaluar el tipo de cambio oficial.
La licitación de este miércoles, en esa clave, es un voto de confianza. Aún cuando el Gobierno salió a festejar la reactivación de los créditos hipotecarios UVA, el panorama macroeconómico actual todavía imposibilita el negocio natural de los bancos para salir a dar créditos.
"Toman bonos del Estado aún con el riesgo que asumen, porque les bajan tanto la tasa que no tienen otra forma de ganar dinero", indicó un operador financiero.
"Entre las entidades bancarias asumen que, como los bonos son de tramo corto a 15 días con vencimiento el 14 de junio, la amenaza de impago es poco probable. Por eso la estrategia del Central y Finanzas, por ahora, funciona", sostienen las fuentes consultadas por este medio.