Sobre el filo de la madrugada de este martes, el Ministerio de Transporte, que conduce el massista Diego Giuliano, evitó el paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que había anunciado la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Además, la cartera de Trabajo, a cargo de Kelly Olmos, dictó la conciliación obligatoria por cinco días para el servicio público de transporte automotor en el interior del país donde los choferes también quieren un aumento salarial.
La resolución que firmaron los ministerios nacionales reconoció el reclamo de la UTA y estableció que los trabajadores cobrarán un sueldo básico en abril de $ 262.000 y, por única vez, una suma fija no remunerativa de $ 32.000. En mayo recibirán $ 284.000, en junio $ 320.000, julio $ 346.000, agosto $ 374.000 y septiembre $ 404.000. También les aumentaron los “viáticos diarios” a $ 1.626 para abril y mayo, $ 1832 en junio, y $ 2048 en septiembre.
La medida para neutralizar el paro fue un “puenteo” a las empresas operadoras del transporte del AMBA que, junto al reclamo salarial, pretendían que el gobierno nacional se pusiera al día con la deuda de los subsidios o compensaciones -reclaman un remanente de marzo de $ 7.000 millones- y querían que se actualicen los montos de la planilla de costos operativos de donde se calculan cuántos subsidios o compensaciones tarifarias les corresponde a cada empresa.
“Los empresarios quisieron arreglar su propia paritaria”, afirmaron en el Ministerio de Transporte y explicaron que le hicieron un ofrecimiento real sobre los costos no salariales (gasoil e insumos) que "no aceptaron”.
Por su parte, los empresarios aseguran que “el Gobierno reconoce en privado que hay una deuda de $ 7.000 millones de marzo y también que los costos operativos están atrasados, pero no se animan a sincerar la tarifa". "Propusimos un acuerdo por escrito y nadie lo quiso firmar”, señalaron.
En la mañana del lunes, Giuliano y su par bonaerense, Jorge D´Onofrio, ofrecieron a las empresas un adicional de $10.600 millones mensuales para afrontar los salarios y los mayores costos (de gasoil,repuestos, etcétera). Actualmente, el ministerio gira $ 43.000 millones por mes.
Tal como lo adelantó Letra P, la relación entre los empresarios y el Ministerio de Transporte se fue tensando a lo largo de los meses y tiene un futuro incierto. En mayo, Transporte estableció que -en caso de un lock out patronal- el ministerio puede terminar con la concesión, y habilitar a otras empresas a ocupar esos recorridos a título precario y provisorio.
El ministro de Economía, Sergio Massa, tiene la necesidad de contener el gasto en subsidios y también la decisión política “ordenar” la relación con el sector empresario conformado 20 grupos económicos fuertes que concentraron la actividad, y que tienen poder presión concreto sobre la política.
Las empresas y el ministerio de Transporte disienten en cómo repercute el aumento y actualización del boleto que el Gobierno autorizó en marzo pasado y que dejó el costo del pasaje mínimo en 47 pesos. El ministerio asegura que las empresas recaudan “el doble por cada pase de SUBE”. Sin embargo, los dueños de los colectivos afirman que “cada peso que recibimos por aumento del boleto nos lo descuentan de los subsidios que nos pagan”.
Son 150 empresas que gestionan las casi 400 líneas nacionales, provinciales y municipales que recorren el AMBA con 18.500 colectivos que trasladan a gran parte de los 3.8 millones de pasajeros que usan diariamente los colectivos, trenes y subtes en la zona metropolitana. .
Las cámaras que nuclean a esas empresas son Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor - A.A.E.T.A (lidera La nueva Metropol), Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires-C.E.T.U.B.A (liderada por DOTA), la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros – C.E.A.P (liderada por la empresa Ideal San Justo) y la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires CEUTUBA (liderada por MOTSA)