Nació en CABA y militó en Ituzaingó. Es la delegada del tándem Ritondo-Santilli. De la empresa familiar de carteras y zapatos a armonizar las inferiores amarillas.
Camila Manfredi, juventud PRO.
Reorganizar es la cuestión. Después de un par de años de descoordinación y con parte de su estructura abandonada, la juventud del PRO busca armarse para fortalecer el semillero del partido que en Buenos Aires conduce Cristian Ritondo, quien designó para ese rol a Camila Manfredi, una dirigente que responde al diputado Diego Santilli.
Con 27 años, hace varias temporadas que la joven dirigente curte la política de la mano del ex vicejefe de Gobierno porteño y de Agustín Forchieri, el presidente de la bancada amarilla en la Cámara de Diputados bonaerense. Manfredi nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y estudió comunicación en la Universidad Católica Argentina (UCA). En 2015, durante el vendaval amarillo, militó en Ituzaingó. De allí saltó a la Ciudad para trabajar con El Colorado Santilli.
Antes de ser convocada para ser parte de la lista de unidad que erigió a Ritondo presidente del partido en el distrito del 37 por ciento del padrón electoral nacional, Manfredi era una especie de comodín para las tareas de Forchieri en la Legislatura bonaerense. A través de un acuerdo entre todas las expresiones que conformaron esa nómina, Manfredi se ubicó como vocal juventud, un puesto que se suma a los 32 apellidos que se presentaron en la Justicia Electoral. En ese rol y de la mano de la renovación del partido que impulsa Mauricio Macri, la joven tiene el objetivo de reconstruir las inferiores del PRO, desorganizadas desde hace años.
Una de las primeras decisiones que debió tomar -algunas estuvieron a cargo de la plana mayor- fue la designación de los coordinadores de la juventud en cada una de las ocho secciones electorales, lo que le trajo dolores de cabeza en al menos tres regiones: la Cuarta, la Quinta y la Sexta.
El señalamiento de la militancia fue porque, argumentan, los nombramientos para las conducciones no respetaron algunas trayectorias. Manfredi tomó la decisión de poner a trabajar a cada coordinador en la armonización del espacio y la integración de los grupos rebeldes.
Manfredi proviene de una familia propietaria de una marca de zapatos y carteras, empresa en la que trabaja cuando la vorágine de la política se lo permite. Allí comenzó a hacerse cargo de la comunicación, el márketing y las redes sociales hace algunos años. Desde los 18 que está involucrada en la militancia del PRO.
Una de las principales tareas que tiene la jefa de las juventudes es articular a su espacio con la liga nacional. Neutralizar el internismo que acecha al piberío será también dar una muestra de unidad en el marco de un partido en renovación que sabe lo que arden las heridas del fuego amigo. Para muestra sobra la experiencia de 2023.
En ese plan, Manfredi deberá hacer convivir a su equipo de conducción juvenil y a los coordinadores de las secciones electorales que responden a las diferentes vertientes amarillas: Ritondo, Santilli, Néstor Grindetti y Jorge Macri. Bullrichismo, ¡afuera! Para el resto, piensa en hacer que cada uno encuentre su lugar, pueda lucirse y trabajar.
La joven querrá aportar la experiencia aprendida en las campañas electorales y la gestión junto a Santilli y la conducción de una bancada de la mano de Forchieri. En el marco del “Nuevo PRO” presentado por el expresidente, el operativo reorganización está en marcha y la juventud es un espacio que la nueva conducción busca revitalizar.