Maximiliano Pullaro eligió la firma de un convenio internacional para dar un ejemplo "de institucionalidad", a diferencia del clima político "casi de agresión" que se vive bajo la presidencia de Javier Milei. Este martes, entró a la Embajada de Francia acompañado por el exgobernador Omar Perotti, al que invitó especialmente para dar una señal de "continuidad institucional".
"Nos acompañan diferentes expresiones de la institucionalidad de nuestra provincia", introdujo el gobernador de Santa Fe antes de mencionar a Perotti y el exministro Marcos Corach, ambos actuales diputados. También lo acompañaron la vicegobernadora Gisela Scaglia (PRO) y el ministro de Ambiente Enrique Estevez (socialismo).
"Quisimos reflejar aquí a Santa Fe desde el aspecto institucional, y más en los momentos que está viviendo la Argentina, que son de mucha convulsión y de mucho debate político que roza hasta la agresión entre las diferentes instancias institucionales que tiene nuestro país", comentó el gobernador, doce horas después de que el Presidente, desde Corrientes, tratara de "nido de ratas" al Congreso y volviera con agravios como "soretes" a los dirigentes políticos en general.
Una lección para Javier Milei
"Queremos mostrar como Estado que en Santa Fe hay continuidad en las políticas públicas y que lo que es importante y está bien tiene que continuar", dijo el gobernador. Lo escuchaban el ministro de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, Stéphane Séjourné, y la directora de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) en Argentina, Lorena Chara, que fueron quienes minutos más tarde firmaron el acuerdo que oficializa una línea de crédito por 65 millones de euros, sin garantía de Nación, que se destinarán a obras para el cuidado del ambiente en la provincia.
Pullaro recurrió a otro ejemplo de política doméstica para apuntalar la imagen que pretendía dar frente a los franceses, contrastando con las formas de Milei: "También les contamos que nuestra Legislatura sancionó 17 leyes en 20 días, todas con altísimo consenso, prácticamente por unanimidad". Tanto Perotti como Corach, los opositores peronistas que aceptaron el convite y formaron parte del encuentro, votaron todo el paquete de leyes salvo algún artículo específico en algún caso.
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Maximiliano Pullaro y Omar Perotti, una relación pacificada
Antes de ser gobernador, Pullaro fue un aguerrido opositor de la gestión del rafaelino. Cuando ganó la elección por un margen abrumador, el clima político se descomprimió y acordaron una transición que transcurrió sin sobresaltos. De hecho, el primer gesto fue de Perotti, quien lo invitó a la firma del crédito del Fondo Saudita que financia la primera etapa del Acueducto Biprovincial Santa Fe-Córdoba. También estuvieron Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
El crédito francés, fruto del consenso entre Omar Perotti y Maximiliano Pullaro
De hecho, la negociación para conseguir el aval legislativo al crédito de la Agencia Francesa de Desarrollo fue escenario de uno de los primeros gestos que marcó la nueva convivencia: El peronista lo había solicitado a la Legislatura pero Pullaro -entonces jefe de la bancada radical en Diputados- prefería esperar a asumir para revisar las condiciones del endeudamiento.
Un llamado y una charla con Perotti convencieron al radical, no sólo de las más que ventajosas condiciones financieras, sino de la conveniencia de asegurarse los fondos antes de que asumiera el nuevo gobierno. "Si me lo explican y es razonable, no tengo problema en cambiar de opinión", dijo en ese momento el radical y el crédito vio luz verde.
Antes de despedirse, Pullaro marcó otra diferencia con el gobierno nacional. "Para nosotros el cuidado de biodiversidad y el ambiente debe trascender a los gobiernos y ser política de Estado. Lamentablemente vemos también a falta de una mirada de una política pública en el orden nacional" con respecto a esta área.