El gobierno de Maximiliano Pullaro anunció que descontará el día de paro a los trabajadores estatales, lo que pone en pie de guerra la relación con los gremios que el viernes pasado rechazaron una oferta de aumento salarial del 5% para abril y 5% para mayo y lanzaron un paro de 48 horas para esta semana.
Los docentes de Amsafe y Sadop, y el resto de los trabajadores estatales de Santa Fe nucleados en la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) lanzaron una medida de fuerza para los días 8 y 9, en este último caso en coincidencia con el paro lanzado por la CGT.
El Gobierno santafesino, en cambio, dispuso que no tomará la misma medida el jueves 9, atendiendo que habrá un paro general que, entre otros servicios, afectará al transporte público de pasajeros.
El sector gremial no tardó en responder. Rodrigo Alonso, secretario general de Amsafe. contestó: "No solamente rechazamos las amenazas y las extorsiones, sino que vamos a llevar adelante el paro el día 8 y el día 9. Es un paro que fue votado por más de 29.000 compañeros, donde también hubo amenazas.Así y todo definimos rechazar la propuesta paritaria y llevar adelante este paro de actividades".
Paritarias Santa Fe
Este miércoles se concretó un nuevo encuentro paritario entre los funcionarios de Maximiliano Pullaro y los gremios docentes de Santa Fe.
Recaudación, presentismo docente y guerra
La disputa con los gremios, en especial los que representan a docentes privados y públicos, comenzó en enero, cuando la gestión de Pullaro los convocó para iniciar la discusión paritaria.
Los ministros de Trabajo y Educación marcaron la cancha asegurando que las mejoras salariales estarían atadas a las posibilidades económicas de la provincia, concretamente a la evolución de la recaudación. En particular con el sector docente, jugaron otra carta: la del ausentismo.
“Más del 25% del total de la masa salarial de diciembre estuvo destinada a reemplazos”, criticó José Goity, a cargo de la cartera de Educación.
Después de exponer los números de ausentismo, el gobierno lanzó un premio para los docentes atado a su nivel de presentismo. El anuncio se planteó como una bonificación por encima de los salarios y como un método “que apunta a premiar a aquellos que no han tenido inasistencias”, según el titular de Economía, Pablo Olivares.
La idea fue rechazada por los gremios, que la definieron como “una clásica receta de ajuste y recorte de derechos”.
Según proyecciones del Gobierno, este año iban a destinarse 250 mil millones de pesos si no se cortaba la inercia de pago de reemplazos. El año pasado fueron 100 mil millones de pesos, lo que equivale a dos meses de salarios del sector, según los datos oficiales.
Aumento aceptado a regañadientes y rechazo al nuevo incremento
En abril, los gremios docentes cerraron un aumento del 18% correspondiente a marzo, lo que les permitió alcanzar un total de incrementos salariales del 54% desde que asumió el nuevo gobierno. Aunque la consideraron insuficiente, aceptaron la propuesta en una ajustada votación entendiendo la necesidad de no perder ninguna mejora. El escenario fue muy parecido en el resto de los sindicatos de empleados públicos.
La semana pasada, al reunirse para tratar la oferta para los meses de abril y mayo, ambas con aumentos del 5% sobre la base del sueldo de diciembre, tanto los docentes privados como los públicos definieron un paro de 48 horas que afectará las clases este miércoles y jueves, y otro de 24 horas para la semana próxima. Ahora jugó el Gobierno de Pullaro con el anuncio del descuento, que en el sector Educación se suma a la pérdida del premio "Asistencia perfecta".
En la conferencia de prensa donde se realizó el anuncio, el ministro Bastía se quejó porque el Gobierno heredó una paritaria “altísima, de muy difícil cumplimiento”, pero que aun así se lograron aumentos en el sector público de entre el 53,4% y el 56,5%. En ese contexto, dijo, que el paro lanzado para esta semana es “totalmente injusto, descontextualizado e inoportuno”.
“Más que un descuento, es no pagar un día no trabajado”, opinó Goity sobre el anuncio, y ratificó además el sistema para “premiar” el presentismo. El titular de la cartera de Economía, en tanto, dijo que la oferta elevada a los trabajadores del sector público es “la máxima que se pudo otorgar” y que “las posibilidades de aumento tienen que ver con las posibilidades de (generar) mayores recursos”.
Olivares fue el encargado de traducir en números esa "medida injusta" esgrimida por Bastía: “Con esta propuesta, los salarios de abril serían un 62% mayores a los de diciembre y los de mayo 69%, mientras que la inflación oficial hasta marzo, es del 52% y la semana que viene el Indec difundirá el índice de abril. ¿Esto qué quiere decir? Que con los incrementos de este tiempo acompañamos el proceso inflacionario”, concluyó.