La aparición de la declaración Fiducia Supplicans autorizando la bendición de parejas del mismo sexo y de otras que eclesialmente son consideradas "irregulares", desató una guerra doctrinal más allá de las fronteras del Vaticano; y con una andanada de cuestionamientos contra el papa Francisco y el cardenal Tucho Fernández, la dupla argentina que abrió las puertas de la Iglesia con la consigna “Todos, todos, todos”.
La disposición normativa redactada por el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y firmada por el pontífice es considerada la más controversial del papado de Jorge Bergoglio; todavía más que la polémica que suscitó la propuesta de la comunión a las personas católicas divorciadas en una nueva unión. Quienes se oponen también se quejan de que Francisco y Fernández gobiernan pastoralmente la Iglesia por decreto.
“Los cambios que no consiguen aprobar en asambleas supuestamente sinodales; te lo meten con un documento dicasterial, que ni es una encíclica ni tampoco una exhortación apostólica”, dijo a Letra P un clérigo argentino residente en Roma que no se opone al documento de las bendiciones, pero sí cuestiona el modo de gestión bergogliana.
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Tucho Fernández, el papa Francisco y el secretario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
Vatican Media
El documento pontificio sobre las bendiciones generó reacciones positivas en muchos episcopados del mundo, entre ellos los obispos argentinos, que ya evalúan cómo instrumentarlas; pero hizo que los sectores eclesiásticos ultraconservadores encontraran un punto de sustento para atacar la doctrina inclusiva y misericordiosa del papa; y declararse en rebeldía eclesial: “No la vamos a aplicar”.
El obispo Ojea sobre las bendiciones a parejas del mismo sexo
Blasfemia y oposición africana
El cardenal ultraconservador Gerhard Müller, a quien el papa invitó a la asamblea sinodal de octubre pasado en el Vaticano; y se fotografió con el sacerdote jesuita estadounidense James Martin, quien coordina una pastoral de acompañamiento del colectivo LGTBI; fue lapidario: “Es una blasfemia”. El purpurado alemán aclaró que tal calificativo surgía de la “revelación divina” y no de su autoridad como exprefecto de la Doctrina de la Fe; cargo que en la actualidad ocupa Tucho Fernández.
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Las conferencias episcopales africanas tienen otras razones para rechazar las bendiciones a parejas del mismo sexo. En varios países del continente, entre ellos Uganda, la homosexualidad está prohibida por ley y las personas que así se identifiquen se arriesgan a ser condenadas a cadena perpetua. Más allá de esa cuestión legal, son varios los obispos que avisaron que no impartirán las bendiciones autorizadas mediante el documento doctrinal y hasta las prohibieron, como en Malawi.
“No leyeron o tienen mala leche”
Tucho Fernández le responde sin filtro a quienes afirman que la declaración Fiducia supplicans legitima las uniones homosexuales e irregulares. “O no han leído el texto o tienen ‘mala leche’”, cuestionó el purpurado al sostener que “la declaración afirma claramente y hasta el cansancio que se trata de bendiciones no ritualizadas, de manera que no se interpreten como un matrimonio”.
“Bendecirlas no es aceptar un matrimonio, ni es una ratificación de la vida que llevan, ni tampoco es una absolución. Es un simple gesto de cercanía pastoral que no tiene las mismas exigencias de un sacramento”, ratificó el prefecto para la Doctrina de la Fe en declaraciones al diario español ABC y completó: “Si el texto se lee serenamente, puede advertirse que sostiene con mucha claridad y sencillez la enseñanza católica de siempre sobre el matrimonio y la sexualidad”.
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Las huestes vernáculas asoman
La declaración sobre las bendiciones de parejas homosexuales y heterosexuales en una situación irregular tuvo también su capítulo argentino, donde las huestes del conservadurismo vernáculo emergieran para pegarle al papa y al cardenal argentinos; y hasta exigir la revocación del texto pontificio.
Héctor Aguer, ex arzobispo platense y antecesor de Tucho Fernández en esa jurisdicción eclesiástica, hizo un llamado a la indisciplina doctrinal. “Fiducia supplicans no debe ser obedecida”, escribió en una suerte de newsletter con opiniones que envía frecuentemente por correo electrónico a sus contactos.
En igual sentido se pronunció la Corporación de Abogados Católicos, cuya mesa directiva está encabezada por Pedro Andereggen y Cosme Beccar Varela, al fundamentar el pedido de revocación inmediata de la declaración Fiducia supplicans.
La institución, que se presenta como “laica católica obligada a expresar su parecer según el propio oficio”, hizo pública la solicitud de abrogación del documento firmado por el papa Francisco y el cardenal Tucho Fernández, debido al "daño grave a la fe y a las costumbres morales que su contenido produce en los fieles por el efecto docente de la ley".