RIESGO MILEI

Victoria Villarruel y sus demonios

La candidata de ultraderecha tuvo centralidad en el debate, pero ninguna de sus frases quedará para la historia. Victimización, mentiras y omisiones. Affaire Videla y cinismo estratégico.

El politólogo y consultor Mario Riorda tuiteaba anoche, minutos antes de que empezara el debate de aspirantes a la vicepresidencia organizado por la señal TN, que la repercusión discursiva posterior a estos shows televisivos es más relevante que el debate mismo. Sí, Victoria Villarruel, la compañera de fórmula de Javier Milei, tuvo centralidad. Sí, respondió con aplomo las preguntas y chicanas del resto de los candidatos, aunque lo hizo con mentiras. Sí, transformó la violencia de género en algo instrumental para defenderse de ataques inexistentes por su condición de mujer. Pero, ¿qué quedó de ella? “Me reuní con imputados de lesa humanidad porque estaba escribiendo un libro”, respondió a la enésima vez que le preguntaron sobre sus visitas al represor Jorge Rafael Videla. La reivindicación de la dictadura la obligó a mentir.

“Una infiltrada en la democracia”, describió Agustín Rossi a esta abogada de 48 años que se reivindica impulsora de la consigna negacionista “No son 30.000”. Ella, que milita desde hace años para disputar el sentido de la categoría “víctima”, también dijo que a nadie le interesan sus “ideas políticas”, en el medio de ¡un debate entre representantes de la política que buscan llegar a gobernar el país!

Ella misma se victimizó más de una vez. Al candidato de Unión por la Patria, lo acusó de “faltarle el respeto a la única mujer que está debatiendo”, como si los planteos de Rossi tuvieran relación con su condición de género. Ella, que propone derogar leyes de ampliación de derechos; ella, que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo; ella, que sostiene que la violencia de género “no protege a los más débiles”, en referencia a niñas y niños, omitiendo toneladas de trabajos académicos, normativas locales y pactos internacionales.

Agustín Rossi y Victoria Villarruel, frente a frente en el "Debate en A2V"

“No hables gansadas” fue otro de sus hits del debate para surfear chicanas y, frente al centro que le tiró Florencio Randazzo sobre el Conicet, cabeceó con la respuesta que tenía estudiada y puso en duda la existencia futura del Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en un gobierno libertario. “El Conicet o como se vaya a llamar”, rebajó.

La respuesta sobre Malvinas también estaba lista: su padre como veterano de guerra la cubre de explicar las declaraciones de Diana Mondino –la canciller en un eventual gobierno de LLA- y las de su propio líder sobre la importancia de consultar a las personas que viven en las islas en relación con la soberanía nacional.

También tuvo que cubrirse frente al (único) gol de Luis Petri, cuando la acusó de “ñoqui” por no haber presentado ni un solo proyecto vinculado con la seguridad: “Será que no los leíste”, le dijo ella. Otro al que le dijo que hablaba gansadas, aunque la web del Congreso le da la razón al candidato de Juntos por el Cambio.

La candidata antifeminista la siguió hoy en Twitter –o como se llame ahora-, para el núcleo duro, en el tono que usó en el debate pero sin contrincantes, hablando sola, con la sonrisa más parecida a un rictus y con la impunidad de quien miente, miente, que algo queda.

gano villarruel: el debate de aspirantes a vice consagro la centralidad de la ultraderecha
Debate aspirantes a la vicepresidencia en TN.

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