Delante del presidente Javier Milei, el arzobispo Jorge García Cuerva no se movió un ápice de lo que es su prédica social inspirada en la doctrina del papa Francisco: se ocupó de poner el dedo en la llaga en un ajuste libertario a cualquier precio y que golpea a los sectores más vulnerables.
“Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande. No podemos nosotros hacernos los tontos, hay que acompañar con hechos y no solo con palabras ese enorme esfuerzo”, planteó el arzobispo porteño en un reproche elíptico al mandatario por no cumplir su promesa de campaña de que el ajuste iba a recaer en “la casta” y no en quienes están sumidos en la pobreza o las personas jubiladas.
“Sabemos que hay parálisis que no se pueden procrastinar. Su postergación, en nombre de un futuro prometedor, generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas”, sostuvo al reclamar acciones de gobierno urgentes para contener a los sectores excluidos por un programa libertario que no admite corrimientos en post del objetivo del superávit fiscal.
Las citas del papa Francisco, obligadas
Tal como adelantó Letra P, el primado argentino abordó todos los temas que hacen a su preocupación políticas y social: pobres, jubilados, las consecuencias del avance del narcotráfico, la corrupción y hasta los “auto aumentos” de sueldos de la política.
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Jorge García Cuerva durante el tedeum ante el presidente Javier Milei
García Cuerva evitó una referencia puntual a la prédica del cura peronista Carlos Mugica, pero sí apeló al mensaje que el papa les envió a quienes participaron de la misa que el arzobispo porteño celebró en el Luna Park al cumplirse 50 años de su asesinato en tiempos violencia política.
“Que la grieta se termine, no con silencios y complicidades, sino mirándonos a los ojos, reconociendo errores y erradicando la exclusión”, enfatizó citando a Jorge Bergoglio.
Convocatoria a una alianza social
Apoyado en ese mensaje papal, el primado argentino convocó a “una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica” y marcó qué debería hacerse para que se haga realidad: “Desterrar la conocida doble vara’ que no nos permite ser ecuánimes, porque nos expresamos desde el prisma partidista que nos empaña, nos obnubila y nos hace injustos, y terminamos defendiendo lo indefendible”, afirmó.
García Cuerva aseguró que “hay pocas cosas que corrompen y socaban más a un pueblo que el hábito de odiar” y trazó una hoja de ruta tanto para Milei como para toda la dirigencia política y un plazo para cumplirla.
“Desde este momento y hasta el tedeum del año próximo queremos comprometernos delante de Dios a generar todas las acciones de gobierno y políticas públicas necesarias para que la acción de gracias de hoy no quede encerrada en la catedral y congelada en este día, sino que continúe en las calles y en la vida de todos los argentinos que se descubren sanados en su dignidad, dignificados en su trabajo, esperanzados en el futuro de sus hijos y nietos, hermanados en la tan ansiada unidad nacional, reconstruyendo la Patria, nuestra Argentina que tanto amamos y, a la vez, tanto nos duele”, concluyó.
Una presencia y un faltazo
A pesar de que el día anterior en la Casa Rosada dudaban de su asistencia, al final escuchó el sermón el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, envuelto en una nube de rumores que lo dan con un pie afuera del gobierno de Milei. El ministro coordinador estuvo, pero el Presidente evitó saludarlo tanto a la entrada como a la salida.
Quien sí faltó a la ceremonia religiosa fue el secretario de Culto, Francisco Sánchez. La excusa oficial que daban en la administración fue que por un "asunto familiar" tuvo que viajar a Neuquén, sin demasiadas precisiones.
El ex diputado del PRO estuvo en el centro de la polémica en los últimos días por su discurso en el encuentro de VOX en España, en el mismo escenario donde Milei apuntó contra Pedro Sánchez y derivó en una crisis diplomática.
Sánchez había cuestionado el matrimonio igualitario, el aborto y el divorcio. "Hay un estudio muy serio, bastante reciente, que indica que cerca de 30% de los chicos que son hijos de familias separadas sufren trastornos de ansiedad. Y los chicos de hijos de familias separadas tienen un rendimiento 25% inferior a hijos con familias consolidadas”, expresó el funcionario de fe católica ultraconservadora en una entrevista radial.