Con esa dinámica, Bullrich encaró este sábado tres actos consecutivos en el conurbano: San Isidro, Haedo y San Justo. Letra P estuvo presente y las tres locaciones compartieron un mismo factor: el voto seguro, el electorado propio. El nivel socioeconómico de la concurrencia es homogéneo, algo que buscaba el comando de campaña de la exministra. Lo confirma el estilo rockstar con que se mueve la candidata.
San Isidro
El inicio es en zona norte. Bullrich llega temprano junto a su equipo de campaña a Martínez, porque antes de la recorrida tiene pensado grabar allí una serie de spots de apoyo a su precandidato a intendente, Ramón Lanús. Para no estar lejos del lugar del arranque de la caminata, la grabación se hace a unos 100 metros, pero los primeros vecinos que se percatan de su presencia comienzan a pedirle fotos.
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Para hacer las dos cuadras que separan el set improvisado del escenario, Bullrich precisa más de 20 minutos, en los que saluda comerciantes, se saca fotos y escucha las inquietudes de vecinos y vecinas de San Isidro que se le acercan. Va siempre de la mano del primer precandidato a diputado, Cristian Ritondo, y del local Lanús. Ya arriba del escenario, la exministra hace foco en Educación y Seguridad. A diferencia de las entrevistas tradicionales, no tiene repreguntas y se puede extender lo que necesite para hablar de sus propuestas. Así evita errores no forzados, como cuando habló de "blindaje" o de "pedir más dinero al FMI".
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El pato de Patricia Bullrich que anidó en San Isidro.
Frente a una multitud de su palo, Bullrich enumera conceptos y juega con el público al estilo Freddie Mercury, paradójicamente el cantante favorito de Macri. "El que las hace...", dice la candidata para que la gente le responda "las paga". Luego, emprende la retirada. Mientras, un militante aparece con un disfraz de pato, en alusión a la jefa de los halcones, muy parecido al emoji de WhatsApp. Un guiño para el electorado joven.
Finalizado el discurso, se toma una foto de espaldas a la gente, para mostrar a quienes la acompañaron. Después, sale por detrás del escenario y parte hacia un nuevo destino. Algo muy similar a lo que hacía Macri en la campaña previa a los comicios generales de 2019. No es casualidad.
El estilo Lombardi
Cada una de las presentaciones de Bullrich, sea cual sea la localidad, tienen parentezco con las 30 marchas que protagonizó el entonces presidente durante un mes para descontar la diferencia con Alberto Fernández. El ideólogo de esa lógica fue Hernán Lombardi. El diputado se toma ahora el mismo trabajo para la exministra, pero adapta el manual de estilo a los tiempos "más austeros" que cree se necesita en esta campaña.
El encargado de que se cumpla cada detalle del plan en las recorridas es el director de RTA Cristian Larsen. En cada recorrida de Bullrich, la mano derecha de Lombardi controla todo, mueve piezas y es quien debe poner los puntos cuando algo se sale de esquema. Algo que sucedió en Haedo.
Un poco de peronismo
La fórmula del "Sí, se puede" tiene una prueba bien peronista en el conurbano en Haedo, partido de Morón. Aunque se trata de una zona de clase media, en principio favorable para la exministra, eso no evita que reciba algunos insultos. Uno de ellos al principio de la recorrida, cuando visita locales comerciales sobre la avenida Rivadavia. En el final de ese tramo que transita a pie, a paso lentos por los constantes pedidos de fotos, llega el precandidato a la gobernación bonaerense, Néstor Grindetti. A partir de allí, Bullrich no se separará de su lado.
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Al final de ese trayecto sobre la avenida Rivadavia se produce el segundo momento de tensión. Una persona insulta a la candidata con una referencia sobre el consumo alcohólico. Quienes esperan para tomarse una selfie con Bullrich empiezan a despotricar contra la mujer agresora. La acusan de faltarle el respeto a la exministra. "Cómo le vas a decir una barbaridad así a una señora y encima con tus hijos al lado", le reprocha una vecina que participa de la recorrida.
Después, se repite la fórmula. Un escenario pequeño al lado de las vías del tren San Martín, con una fuerte presencia de efectivos de la Policía Federal para evitar cualquier inconveniente. Un discurso casi idéntico al de San Isidro. La salida, de nuevo por detrás de la tarima entre aplausos y cánticos.
El final de la caravana halcón
El trayecto desde Haedo a San Justo, en La Matanza, es el más lento de todos. Se trata de una caravana arriba de una camioneta Chevrolet antigua, con caja de madera. "La caravana de la libertad", la llama el precandidato a intendente de esa localidad, Lalo Creus. Más de 100 vehículos se suman punto por punto para acompañar a Bullrich.
Hay dos autos ploteados íntegramente con imágenes de Bullrich y el lema "La Fuerza del Cambio". Desde la caja, emulando nuevamente a Macri cuando en 2019 habló en la ciudad santafesina de Rafaela arriba de un camión, la candidata recita el mismo discurso de hace un rato, aunque le suma un par de chicanas contra el eslogan del intendente Fernando Espinoza, "La Matanza Avanza". Exclama que el municipio no va ni para atrás ni para adelante.
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Después del discurso, Bullrich firma autógrafos desde la caja de la camioneta cual estrella de rock. Música para los oídos de Larsen, que buscó junto a Lombardi que la candidata tuviera una impronta alla Rolling Stone.
Cansada, como casi todo su equipo, como consecuencia de una campaña extenuante, Bullrich tiene agendado asistir al partido entre el seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, y su par de Sudáfrica, los Springboks, en el estadio de Vélez. Las demoras en la caravana hacen imposible que pueda llegar.
Bullrich le pregunta a Ritondo, que miraba atentamente cada paso que daba la candidata, si quiere acompañarla al estadio junto a Grindetti. El jefe del bloque del PRO en Diputados la mira fijo. "La única pelota que conozco es redonda y no ovalada", le dice el exministro bonaerense en tono jocoso. Cae la tarde del sábado en el conurbano. Restan cinco días intensos hasta que la veda ponga fin a la campaña el viernes a las 8 a.m. Tal vez la jefa de los halcones no llegue a enterarse que Los Pumas perderán 24 a 13. Ella tiene la cabeza en los números del 13A.