El espacio que responde al gobernador convocó al Congreso Provincial del PJ para el próximo viernes en Monte Bello. Será un encuentro casi vacío de voces críticas. No asistirá la mayoría de los sectores que se oponen al apoyo que el bloque que responde a Jaldo le tributa a La Libertad Avanza en el Congreso. De todos modos, quienes convocan aseguran que el número para avanzar en el cronograma electoral está más que garantizado.
Son apenas unas pocas voces las que sostienen la esperanza de alcanzar la unidad del peronismo en la provincia. “Es una elección nacional, no podemos militar a diputados que terminarán votándole todas las leyes al Gobierno que lleva adelante el ajuste más grande de la historia”, señalan en el peronismo opositor a la gestión libertaria.
Desde el rincón jaldista leen que en la elección de octubre se pondrá en valor la administración provincial y, con números y encuestas sobre la mesa, aseguran que Jaldo cuenta con una aprobación por encima del 70%. Reconocen que una buena porción del electorado tucumano está en contra de Milei, pero confían en que "en un contexto difícil, el reconocimiento a la estrategia del gobernador" se impondrá ante eso.
El congreso de Osvaldo Jaldo
La intención original del gobernador es convocar a una interna para definir las candidaturas para las elecciones de octubre. Tiene los votos para hacerlo, ya que no sólo tiene bajo su comando al congreso partidario provincial. Bajo su ala se mantiene además la mayoría dirigencial del peronismo tucumano, pese a que el presidente del Consejo del partido sea el exgobernador Juan Manzur, alineado con la conducción nacional de CFK.
Osvaldo Jaldo dedos en V.png
Osvaldo Jaldo quiere avanzar y quedarse con el control de las listas oficiales del peronismo en Tucumán.
Lo cierto es que más allá de los votos que podrían habilitar una contienda interna, Jaldo no tendría rivales. Sus opositores internos entienden que no hay margen para hacerlo. “El que gana, conduce; el que pierde, acompaña”, dice una de las máximas peronistas universalizadas, pero el sector díscolo se imagina votando nombres que formarán parte del bloque Independencia, que vota todo con el oficialismo, y se espanta. “No queremos pelearnos con el gobernador, pero no podemos avalar esa sumisión”, afirman.
En algunos tinglados opositores, de hecho, advierten que la intención del gobernador es que la conformación de las listas quede en manos del sector ganador. "Es por D'Hondt, hay una normativa específica al respecto", señala el jaldismo, despejando la variable de la denuncia, más allá de que los apoyos que pueda conseguir el espacio le garantice al gobernador conservar el control de los primeros lugares.
Dos de las cuatro bancas que se definirán en la elección de octubre le responden directamente. Son las de Elia y Gustavo Fernández. Es difícil, entonces, que Jaldo acceda a negociar esos espacios que son parte de su construcción política, que hoy tiene una base central en la cercanía con la Casa Rosada. Reivindica y ratifica esa postura cada vez que puede.
La unidad, entonces, parece una quimera.
Quién es quién en la discusión del PJ tucumano
Apostando por una unidad que se fue tornando imposible, el menos expresivo respecto de la necesidad de un armado que se desprenda de la estrategia de Jaldo es su antecesor. Sin enfrentarlo abiertamente con declaraciones altisonantes, Manzur no se acopló nunca a la estrategia legislativa del gobernador y siempre votó en contra de los pedidos del Presidente.
La misma postura mantienen su compañera de bancada en el Senado, Sandra Mendoza; el diputado Pablo Yedlin y su hermano Gabriel, hoy legislador en la provincia; y el exintendente de Tafí Viejo Javier Noguera, que también ocupa una banca en la Legislatura.
Noguera es uno de los anotados para pelear por un lugar en la cámara baja por una lista que enfrente al espacio del gobernador y que se embandere en el antimileísmo que propone la conducción nacional del PJ.
Sandra Mendoza, Juan Manzur y Javier Noguera PJ Tucumán.png
Sandra Mendoza, Juan Manzur y Javier Noguera.
Hasta no hace mucho tiempo el nombre que parecía puesto para el armado jaldista era el de Darío Monteros, ministro del Interior de la provincia y uno de los pocos hombres que goza de la entera confianza del gobernador. Sin embargo, también empiezan a sonar, con distinto volumen, otros nombres alternativos: la intendenta de la capital, Rossana Chahla; el vicegobernador Miguel Ángel Acevedo; y los ministros Eugenio Agüero Gamboa (Seguridad) y Daniel Abad (Economía). Por el momento, sólo rumores. “Falta mucho tiempo”, dicen desde todos los wines.
El futuro de la lista del PJ
A pesar de todo, hay sectores en el peronismo de Tucumán que, pese a estar separados por la grieta partidaria, apostarán a sostener la unidad. Entre ellos, algunos que por su rol institucional están obligados a convivir para garantizar gestiones e institucionalidad. Acevedo, titular de la Legislatura, y Chahla, al frente de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, son dos de los protagonistas del PJ provincial con razones suficientes para intentar que la sangre no llegue al río.
El año pasado, Jaldo movió su gabinete y, reivindicando algunas de las banderas de su gestión que se mantienen alejadas del discurso libertario, sumó a sectores históricamente relacionados con el manzurismo y el kirchnerismo. Muchos notaron allí una apuesta por mantener la paz, pero casi en paralelo advirtió sobre la posibilidad de la interna con la que intentará avanzar el viernes. De base, el congreso habilitará al partido para la conformación de alianzas y así se activará la primera etapa del camino hacia octubre.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/pyedlin/status/1900625392056099290&partner=&hide_thread=false
Más allá de las acusaciones de sus detractores, el gobernador pretende sostener su independencia, su poder de negociación y nunca planteó algún tipo de acuerdo con el espacio libertario local, que se viene afianzando en la provincia de la mano del vicejefe de gabinete del Interior, Lisandro Catalán.
Con un pasado legislativo que lo tuvo dos mandatos en la Cámara de Diputados y tres en la Legislatura provincial, Gerónimo Vargas Aignasse lo expresa con una mayor claridad. "El Congreso siempre ha sido siempre un espacio de discusión y debate. Mucho más en un momento en el que el gobierno nacional mira la política desde una óptica diferente, disminuyendo la obra pública, desconociendo el federalismo e ignorando las realidades del interior del país. En ese marco, hay gobernadores que tomaron nota y se sentaron a negociar acuerdos intentando sostener la gobernabilidad y mantener los niveles de empleo y la actividad económica porque tener la responsabilidad de gobernar no es lo mismo que no tenerla", explicó.
Gerónimo Vargas Aignasse y Osvaldo Jaldo.png
Gerónimo Vargas Aignasse y Osvaldo Jaldo.
En los cuestionamientos a las voces más críticas advierte sobre una "sobreactuación respecto de los mandatos de bloque que no siempre han funcionado de esa manera". Allí, los sectores que responden al gobernador también apuntan que las posturas que privilegian la oposición a Milei sobre las urgencias de las provincias son derivaciones de la interna bonaerense que enfrentan a Axel Kicillof con La Cámpora.
"Llevan ese debate a distritos que no tienen nada que ver con eso", señalan y apuntan al kirchnerismo y al massismo, al que le recuerdan el apoyo del tigrense a los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri. "No es una crítica, es una puesta en valor de ese posicionamiento que expresó un sentido de la responsabilidad que hoy cuestionan a nuestro gobernador", explican.
Ante ese escenario, salvo una implosión institucional del partido, la única alternativa en el horizonte es que el armado anti-Milei se componga oficialmente con los sellos aliados y, como sucedió durante años en distritos como Córdoba o San Luis, el PJ de Tucumán participe de la elección nacional con una postura disidente a la de la conducción del partido, hoy a cargo de CFK.