Entre nuevas marcas, alianzas de último momento e internas que deberán definirse en las urnas, el cierre de listas dejó una cifra concreta: siete de cada diez intendentes de la provincia de Buenos Aires buscarán la reelección. El 13 de agosto, cuando se celebren las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), más de 100 de los 135 jefes comunales de Juntos por el Cambio (JxC), Unión por la Patria (UP) y sellos vecinalistas tendrán su cara nuevamente en la boleta del oficialismo local.
Cabe aclarar que muchos quedaron habilitados para ir por otros cuatro años tras la modificación, en 2021, de la Ley 14.836 que prohibía más de dos mandatos consecutivos y que había sido impulsada por María Eugenia Vidal en 2016 y apoyada por el candidato presidencial de UP, Sergio Massa.
Sin embargo, no todos los casos son iguales. Los apellidos podrían agruparse en diferentes bloques: los primeros (la mayoría) son quienes irán por su primera o segunda reelección, es decir, quienes asumieron con la ola amarilla de 2015 o lo hicieron recién en 2019. En segundo lugar, están los casos más emblemáticos, que son los de aquellos intendentes que llevan 10, 12, 16 o hasta más de 20 años de gestión, con la salvedad que algunos de ellos salieron de la jefatura durante un tiempo para luego regresar. Otros, ni siquiera eso: están atornillados hace décadas.
Un tercer segmento lo conforman quienes, pudiendo presentarse a elecciones, decidieron no hacerlo por diferentes motivos. Aquí podemos separarlos, a su vez, en dos subgrupos: como contó Letra P, están los que pasan el poder a sus hijos y los que mandan a sus delfines políticos. A los primeros les alcanza con el DNI y un par de años en la función pública; los segundos se ganaron la confianza de sus jefes y les llegó la hora de saltar a la cancha como titulares. Por último, se encuentran aquellos que ya están al mando de municipios, aunque ascendieron por la licencia al cargo que tomaron los intendentes, pero que ahora sí buscarán quedarse gobernando pero con voto propio.