Sin distinción partidaria, tres históricos barones del conurbano -dos peronistas y un radical- que llevan varios mandatos sobre sus hombros decidieron que era hora de dar un paso -chiquito- al costado y dejar que el linaje continúe con el trabajo realizado. El intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, postuló a su hijo Pablo para competir por el distrito; el “Sheriff” de Ezeiza, Alejandro Granados, hizo lo propio con su hijo Gastón, y el jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse, siguiendo los pasos de su propio padre, coronó como candidata a su hija Macarena.
Descalzo (padre) es intendente desde que el municipio de Ituzaingó se creó, en 1995. Después de haber sido electo en siete ocasiones y con 71 años, decidió dar paso a su hijo Pablo Descalzo, quien se postula en esta elección como candidato a intendente, cargo que ocupó en diversas ocasiones de forma interina cuando su padre se tomó licencia.
Pablo se desempeña como jefe de Gabinete del distrito. Deberá competir en las PASO con la candidata Natalia Peluso, dirigente del Movimiento Evita que integra Unión por la Patria (UP). Peluso denunció en las últimas horas que Descalzo padre presiona en la Junta electoral para bajar su lista y despejarle el camino a su hijo.
“En Ituzaingó, Pablo Descalzo será el candidato a intendente por UP. Pablo tiene experiencia y equipo. Es tiempo de hombres y mujeres jóvenes que tomen la posta. En Ituzaingó se dará el trasvasamiento generacional indispensable del que hablaba Juan Domingo Perón”, publicó el intendente al hacer el anuncio.
El caso de Ezeiza es prácticamente idéntico. Al igual que Descalzo, Granados (padre) conduce los destinos del municipio desde su creación, en 1995, y ahora decidió que es el turno de su hijo, Gastón Granados. Lo anuncio semanas atrás, en un acto junto a Eduardo de Pedro. “Tengo la fuerza y la energía necesaria para seguir haciendo de Ezeiza el mejor municipio de toda la provincia, el que forjó mi viejo Alejandro Granados, con el corazón y el apoyo de Dulce”, dijo el precandidato tras el anuncio.
El trasvasamiento no es cosa exclusiva del peronismo ni de hombres. Después de 24 años, Gustavo Posse, histórico intendente radical de San Isidro, quien se postula como precandidato a vicegobernador acompañando a Diego Santilli, le pasa la posta a su hija Macarena Posse.
El jefe comunal sigue los pasos de su padre Melchor Posse, quien gobernó el distrito por primera vez 1958 a la edad de 25 años. Luego tuvo otros períodos al frente de la intendencia de la Primera sección. La familia Posse gobierna el municipio desde hace 33 años y parece que el linaje continuará con la nieta de don Melchor, quien de obtener un triunfo se consagrará como jefa comunal con tan sólo 28 años, aunque no podrá quitarle el récord a su abuelo.
“Desde siempre, me formé para trabajar por el bienestar de todas y todos los vecinos y así lo hice desde la militancia y la función pública. Por eso, con la responsabilidad que implica, hoy me siento preparada para afrontar este desafío junto al equipo de gobierno que hizo y hace que San Isidro sea distinto”, publicó Macarena tras firmar su precandidatura, quien hasta el momento se desempeña como concejala.