En perfecta sintonía, el candidato a presidente, Sergio Massa, y el aspirante a la reelección en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, cerraron este martes, 17 de octubre, la campaña bonaerense de Unión por Patria (UP) a pura liturgia peronista en el estadio de Arsenal. Fue en Avellaneda, el territorio que supo ser “la cuna de la resistencia” durante el gobierno de Mauricio Macri. El dúo se llenó de elogios y reconoció sus necesidades mutuas. El ministro de Economía para, a fuerza de la tracción del peronismo de la provincia del 37% del padrón electoral, lograr entrar al ballotage; y el mandatario, para hacer gobernable una provincia que necesita de los fondos nacionales.
En el ambiente se sintió el optimismo. “La estamos dando vuelta”, fue la primera frase de Massa cuando tomó la palabra. “Estamos construyendo desde la provincia de Buenos Aires y el norte grande la victoria”, aseguró, para luego dar una larga serie de compromisos que asumirá si llega a la presidencia.
Massa aprovechó el agasajo de Kicillof, los intendentes peronistas, gremios y organizaciones sociales para tener su foto de cierre de campaña ante un estadio colmado con, según dijo el gobernador, 40 mil militantes en su interior; y además otros 20 mil que quedaron afuera. El ministro-candidato lo agradeció especialmente y fue contundente: “Soy bonaerense por elección y por condición. Sé que el domingo gran parte del triunfo va a ser producto del esfuerzo, del trabajo y del resultado de los compañeros y compañeros de la provincia de Buenos Aires. Gracias Axel, de verdad, por el trabajo de estos meses”, dijo, antes de pedirle disculpas al gobernador de Tucumán, Juan Manzur, presente en el lugar y que pretende ser el motor del electorado de UP del interior del país.
Ya en el acto de relanzamiento de campaña en el club Deportivo Cambaceres de Ensenada, Kicillof se había puesto a él y a la provincia como locomotora de un triunfo nacional en las próximas elecciones. Es que en el peronismo apuestan a un crecimiento de UP en territorio bonaerense, sumado a una mejora del resultado de las PASO en el Norte Grande, para lograr el ingreso de Massa al ballotage.
Kicillof fue en la misma línea durante su discurso: recordó que “la provincia no se salva sola” y que por eso decidió no desdoblar la elección como hicieron muchas otras provincias. “Decidimos ir a definir a gobernación con la presidencia, porque no alcanza con un gobierno local, no alcanza con un gobierno provincial, necesitamos un gobierno nacional que aguante los embates de la deuda externa que nos dejaron y de los sectores concentrados”, apuntó.
Y el mandatario fue por más, al afirmar que comparte el planteo de unidad nacional que enarbola Massa y que, recordó, “ya lo había dicho Cristina (Fernández de Kirchner)", una de las grandes ausentes con aviso del evento. Insistió Kicillof en el cierre de su discurso: “Lo que necesitamos el domingo es Unión por la Patria, que Sergio Massa sea el próximo presidente, no vamos por menos, vamos por más, el próximo domingo a defender los derechos, a dejar todo”.
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Tras casi cuatro años al frente de la provincia más grande del país, el gobernador que busca su reelección sabe que una posible administración nacional del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, sería trágica para su propia gestión. El libertario y la aspirante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, fueron blancos del discurso de Kicillof. La provincia necesita de los fondos nacionales discrecionales, más allá de la coparticipación para poder gestionar.
Debajo del escenario siguió el acto todo el arco peronista de la provincia de Buenos Aires. Estuvieron intendentes e intendentas, líderes sindicales como Hugo Moyano, referentes de las organizaciones sociales y el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. El paisaje de la multitud que llegó a Avellaneda fue la consolidación de un esquema de movilización que tuvo su primer atisbo en el Plenario de la Militancia, también en Avellaneda, cuando todavía se pedía por la candidatura de Cristina Kirchner, pero que tuvo su primera muestra de consolidación en Cambaceres, siguió con la caravana por el sur del conurbano y que terminó de plasmarse en este cierre de campaña.
Tiene a la cabeza, en representación del gobernador al jefe de Asesores, Carlos Bianco, al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, y al tridente de intendentes Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Fernando Espinoza (La Matanza) como garantes del respaldo territorial a Kicillof.
