El Frente de Todos no pudo realizar este miércoles la primera sesión en el Senado en tres meses, en la que tenía previsto aprobar 75 pliegos de jueces, fiscales y defensores oficiales. No alcanzó al cuórum porque fallaron las gestiones para que colaboren los exoficialistas Guillermo Snopek y Edgardo Kueider; y tampoco fue el habitual aliado y gobernador electo de Río Negro, Alberto Weretilneck.
El fracaso fue celebrado por Juntos por el Cambio, que consiguió su objetivo de bloquear el pliego de la camarista Ana María Figueroa, propuesta para continuar cinco años en su cargo, donde tiene que decidir si se reabre la causa Hotesur, en la que se investiga a Cristina Fernández de Kirchner por presunto lavado de dinero. En agosto cumple 75 años y sin la aprobación de su pliego, debería renunciar.
Los candidatos a magistrados tuvieron dictámenes durante el último año y si el recinto sigue cerrado seguirán sin ser nombrados. 28 fueron despachados el año pasado, algunos con firmas de todas las fuerzas políticas; y 47 hace un mes, entre ellos el de Figueroa. El plan del jefe del Frente de Todos José Mayans era aprobarlos este miércoles, pero necesitaba que al menos tres exmiembros de su bloque retornaran a sus filas y sólo logró la vuelta de la puntana María Eugenia Catalfamo.
A través de sus voceros, Weretilneck se desligó de responsabilidades. "No bajó porque no había cuórum", respondieron, en alusión a que Snopek y Kueider nunca se asomaron al recinto, aun cuando ayer se pasearon en las comisiones. En el oficialismo aseguran que iba a ayudar, pero como gobernador electo no podía prestarse a una sesión fallida.
Los números estaban justos y sin Weretilneck el retorno de los migrados del Frente de Todos hubiera sido inocuo, porque no se habría llegado a los 37 votos necesarios para el cuórum.
Las ausencias
Como explicó Letra P, Kueider nunca confirmó que volvería al Frente de Todos, pese a la fuerte presión de su exjefe Mayans, quien hasta se comunicó con el gobernador Gustavo Bordet para asegurarse su presencia. No lograron torcerlo y esta mañana ni siquiera figuraba presente en el Congreso.
Para ayudar con el cuórum, el senador entrerriano había reclamado como condición que se firmara dictamen de su proyecto que reduce impuestos a las tarifas eléctricas y aumenta las regalías que perciben las provincias productoras de energía, un pedido que realiza desde hace 20 años, cuando era concejal de Concordia, donde funciona la represa de Salto Grande. Logró que se tratara este martes en la comisión de Minería, Energía y Combustibles, pero no fue despachado.
Mayans creyó haberlo convencido de que lo mejor era negociar la letra chica con la secretaria de Energía Flavia Royón, pero este miércoles supo que no podría contar con él. En realidad, la mayor confianza se debía a que el senador entrerriano respaldó la candidatura presidencial de Sergio Massa y sus excompañeros entendían que debía ceder. No fue así.
La ausencia de Snopek fue la más sorpresiva porque el viernes se había comprometido a participar, entre otras cosas porque es candidato a diputado nacional de Unión por la Patria, aunque deberá afrontar una interna contra dos listas, una de la PJ y otra cercana a La Cámpora.
Según relataron fuentes del oficialismo, el senador jujeño, que tiene mandato hasta diciembre, recién se comunicó el martes por la noche con sus exjefes para decirle que no iba a estar. Su excusa fue la molestia por los rivales que tendrá en las primarias del 13 de agosto, que ya se conocen desde el 24 de junio.
Kueider y Snopek se fueron del Frente de Todos en febrero para armar Unidad Federal junto a la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti, y otros dos exoficialistas: el correntino Carlos Espínola y Catalfamo.
Al ex medallista olímpico nadie lo esperaba, porque se sumó a la campaña presidencial de Schiaretti. La puntana había sido la primera en confirmar su retorno al oficialismo cuando supo que habría sesión, porque su salida fue por orden del gobernador de su provincia Alberto Rodríguez Saá, antes de elegirla para integrar la fórmula oficialista para sucederlo, que el 11 de junio perdió.
Catalfamo fue una de las primeras en llegar al recinto y cuando le tocó hablar en la sesión de minoría, se mostró indignada. "No puedo entender como tenemos tantas bancas vacías".
Sesión fallida
Para exponer a la oposición, el Frente de Todos había incorporado otros proyectos de consenso al temario como el protocolo a personas gestantes en casos de muerte perinatal o el programa de pubertad precoz. Ubicó en las gradas a las familias que piden por estas leyes y se fueron sin nada. Hasta hubo llantos.
Con la certeza de que no tendría cuórum, antes de sonar la campana Mayans llamó al jefe del interbloque JxC Alfredo Cornejo para negociar una sesión sin los pliegos, pero no tuvo respuesta. "Al menos aprobemos la autorización de entrada y salida de tropas al país. Sería un caso inédito que no esté autorizada", solicitó el formoseño, pero no logró conmover a sus pares de Juntos por el Cambio, que aguardaban detrás de las cortinas.
Ni bien se cayó la sesión, los opositores fueron al salón de las provincias a celebrar. "Objetamos algunos de los jueces como Ana María Figueroa, porque hay una pretensión de Cristina de postergar su estadía. Por supuesto, siempre el Frente de Todos mete otros proyectos que apalancan su objetivo final, que es el plan de impunidad de la vicepresidenta", sostuvo Cornejo.
En el recinto, le respondió, la mendocina Anabel Fernández Sagasti. "Si no quieren que Figueroa siga siendo jueza, que lo planteen acá. Porque vino y no pudieron ponerla en aprietos ni una vez. ¡Le hicieron todas las preguntas que quisieron y les tapó la boca!. Pasa que tal vez les moleste que haya jueces que no transen con el poder económico, que son sus jefes”.
La reticencia de JxC a dar cuórum esconde otro objetivo más: sin sesión no pueden ingresar 17 pliegos de candidatos a magistrados enviados por el Poder Ejecutivo, un trámite formal necesario para que luego puedan tratarse en audiencias públicas en la comisión de Acuerdos, donde el oficialismo tiene mayoría.
De campaña, uno de los primeros oficialistas en hablar en el recinto fue el santafesino Marcelo Lewandowski, candidato a gobernador. Nombró los magistrados que no podrán nombrarse en Santa Fe y tenían la tarea de combatir el narcotráfico. "No hay mejor acto de campaña que aprobar todo lo que tanto necesitamos en Rosario: jueces y fiscales", se quejó. Luego fue el elegido para hablar ante las cámaras.