El torbellino que generó el cambio de mando en Neuquén, con el entrante Rolando Figueroa y su frente amplio multicolor, obligó a los principales municipios en manos del Movimiento Popular Neuquino (MPN) a sumarse al plan de austeridad para manejar las cuentas públicas del flamante gobernador. Carlos Saloniti, intendente de San Martín de los Andes, que juega una proyección más allá de la ciudad lacustre, definió en esa misma línea una reducción de cargos políticos y la unificación de secretarías para darle dinamismo a la gestión. En una señal al gobernador, empieza a transitar su segundo período tijera en mano.
Acorde a las demandas de este tiempo y en sintonía con el discurso de Figueroa que pidió equidad y federalismo genuino, el intendente reelecto en abril redujo los cargos para trabajar en uno de los distritos más importantes de la región. Los cargos del funcionariado político se redujeron de 60 a 40, unificando áreas para hacer “efectiva las tareas” de la primera trinchera estatal. La decisión se tomó luego de diversas reuniones con quien desbancó al MPN luego de más de 60 años en el poder provincial el pasado 16 de abril.
Figueroa y Saloniti acercaron partes en la cordillera, en la capital de Neuquén y en la ciudad de Buenos Aires. En todos los encuentros coincidieron en fortalecer la relación provincia-municipio, además de compartir directrices de una gestión atravesada por la incertidumbre que genera Javier Milei en la Casa Rosada.
Atento al nuevo paradigma de contención, en el que el mentor del frente Neuquinizate anticipó recorte y justicia social, Saloniti ideó el equipo que lo acompañará en esta etapa de gobierno caracterizada por la baja del gasto.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FCarlosSaloniti%2Fstatus%2F1733964716169367893%3Ft%3D1-iJabhueUgWGgQzJgae8A&s=08&partner=&hide_thread=false
Como explicó Letra P, San Martín de los Andes es una ciudad con particularidades para la dirigencia política. No solo se erige como un faro turístico y de inversiones, sino que es el refugio del histórico líder del MPN Jorge Sapag. Saloniti, en la debacle que vivió el partido emblema de la Patagonia, logró una reelección que parecía imposible.
"El MPN tiene fuerza e historia. Esta última elección debe servirnos como aprendizaje para lo que viene. A veces, ganar tapa lo que falta. Debemos aprender de lo que sucedió”, analizaba en el otoño.
El gabinete
El recorte de la planta política, tiene sobrevivientes. Natalia Vita, compañera de fórmula en las elecciones de abril y actual secretaria de Gobierno, dejará el cargo en el Ejecutivo para asumir la presidencia del Concejo Deliberante. El bloque oficialista del cuerpo legislativo se completa con el ingeniero Pablo Padilla, un hombre del sector petrolero, de extrema confianza de Saloniti.
Estos cambios en el organigrama municipal tuvieron indicios, hace unos meses, cuando se anunció el arribo de Matías Fernández Consoli a la Secretaría de Economía y Hacienda. Fernández Consoli había sido candidato a concejal por el MPN, un cuadro del trasvasamiento emepenista y de buena llegada a las juventudes de la ciudad.
image.png
Carlos Saloniti y Rolando Figueroa tienen una fluida comunicación.
Rocío Demateo asume al frente de la Secretaría de Desarrollo Social. De un sector interno del MPN rival de Saloniti, ingresó como parte de la unificación partidaria. Ya tuvo recorrido en la misma dependencia como subsecretaria.
En Gobierno, asume Federico Vita. Este es otro funcionario con recorrido dentro de la política local, con acercamientos a Figueroa en el pasado, cuando el exintendente de Chos Malal construía dentro del MPN con la línea Violeta.
Al frente de la cartera de Turismo, seguirá Alejandro Apaolaza; en Planificación y Desarrollo Sostenible, Santiago Rojas; y en Cultura, Gustavo Santos.
La grilla se completa con José Luis Mozzoni, quien asumirá al frente de la Dirección General de Coordinación de Gestión y Comunicación.
