ELECCIONES 2023

Neuquén: el MPN lame sus heridas con su minibatacazo en San Martín de los Andes

El intendente oficialista logró su reelección, una quimera en ese municipio. "Debemos aprender de lo que sucedió en la provincia", dice. El recuerdo de Luz Sapag.

Los intendentes del Movimiento Popular Neuquino (MPN) todavía asimilan el golpe histórico que Rolando Figueroa le propinó a su partido al consagrarse como gobernador electo de Neuquén. Algunos continúan en prudente silencio ante las estruendosas declaraciones de sectores internos, que a través del secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, Marcelo Rucci, pidieron renovación y fracturaron el bloque en la Legislatura. Con sensaciones encontradas, el jefe comunal de San Martín de los Andes, Carlos Saloniti, analiza su reelección del último domingo, suceso casi inédito desde la gestión de Luz Sapag en los años 90, fallecida en un accidente de tránsito cuando volvía a su ciudad una fría madrugada de invierno en la que cumplía su tercer período de gobierno.

San Martín no es un municipio más para el MPN. Es uno de los principales centros turísticos de la Patagonia y el lugar que eligió para vivir Jorge Sapag, jefe político del partido que fundó su familia, que tiene un lazo de sangre con la localidad. La población todavía recuerda las gestiones de Luz, hermana del exgobernador, la última autoridad municipal que logró una reelección –llegó a dos mandatos consecutivos entre 1991 y 1999– en una sociedad acostumbrada a la alternancia.

“Tengo una sensación agridulce”, responde Saloniti del otro lado del teléfono, todavía en pleno análisis del resultado provincial y local. “La sociedad de San Martín de los Andes reconoció nuestro trabajo, es una realidad, pero nos queda el sabor amargo de la instancia provincial”, le asegura a Letra P, quien llegó al 28,38% de los votos con la boleta del MPN.

Carlos Saloniti
Carlos Saloniti fue reelecto por el 28% de los votos el último domingo.

Carlos Saloniti fue reelecto por el 28% de los votos el último domingo.

La sorpresa en el plano municipal se dio, en cierta forma, porque el electorado se comportó en el último tiempo muy diferente al de la provincia, donde el sello del mapita neuquino se imponía sucesivamente hasta el último domingo. Mientras la localidad se expandía, con habitantes que llegaban de grandes centros urbanos en búsqueda de una vida sin sobresaltos, alejada de conflictos y en medio de un paraíso natural, los votos no eran del todo direccionados hacia el MPN, que vio de afuera al gobierno municipal alguna vez.

Tras la muerte de la recordada integrante de la familia Sapag, en la madrugada del 7 de julio de 2010, el MPN gobernó de la mano de María Cristina Frugoni, que no pudo obtener un segundo mandato. Con gestión panperonista de por medio, Brunilda Rebolledo tomó las riendas luego de que Juan Carlos Fernández, entre 2011 y 2015, gobernara por otro período.

Al mismo tiempo que el presidente Alberto Fernández y el Frente de Todos se hacían cargo del país, Saloniti asumió en la cordillera por el sector Azul emepenista. Lo que no sabía era que debería batallar contra una pandemia que puso en jaque el sistema y golpeó como pocos a la economía argentina, sobre todo al turismo que le da vida a su municipio.

https://twitter.com/CarlosSaloniti/status/1647899987689316352

Saloniti fue casi un alumno de Luz Sapag. Tuvo diversos roles cuando la neuquina pasó por el Senado y hasta manejó la Secretaría de Gobierno en la gestión de 2007, la tercera de la fallecida dirigente, cuando apenas regresó al pago chico. Esa fue su escuela política.

“El MPN tiene fuerza e historia. Esta última elección debe servirnos como aprendizaje para lo que viene”, dice el joven dirigente, muy cercano a Sapag. “A veces, ganar tapa lo que falta. Debemos aprender de lo que sucedió”, analiza.

El cuadro municipal

Saloniti fue una de las excepciones a la regla de lo que sucedió el último domingo. Figueroa obtuvo victorias importantes, como en Chos Malal, pero deberá seducir a las intendencias que quedaron en su mayoría en manos del MPN.

La tribu emepenista retuvo entre otras la capital, Aluminé, El Chocón, Villa Pehuenia y Zapala, kilómetro cero del provincialismo donde gobierna Carlos Koopmann, hermano del vicegobernador y candidato oficialista derrotado, Marcos Koopmann.

En esa perspectiva, el jefe municipal sanmartinense tiene con qué sacar pecho. Desde diciembre, con el cambio de mando, deberá definir su relación con Figueroa, luego de que en su partido cicatrice la herida de la derrota, algo que nunca había sucedido desde que Neuquén es provincia.

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