NOVENA SECCIÓN

Sábado de superacción: la rosca por las listas en Buenos Aires

Cómo llegan LLA, el PRO, la UCR, Fuerza Patria y otras a la pelea final por las listas. 69 bancas de la Legislatura en juego y cientos de lugares en los municipios.

Guerra en todas las alianzas, peleas internas en los partidos, riñas en todas las secciones y batalla a todo o nada en los municipios. El cierre de listas de este sábado será frenético y promete extenderse hasta el filo de la medianoche, plazo final para presentar postulantes para una elección inédita en la provincia de Buenos Aires, el territorio que concentra casi el 40% del padrón electoral del país y en el que, como nunca antes, se dirime la comandancia de espacios tradicionales y el futuro de dirigentes con aspiración de llegar a la Casa Rosada.

De la jornada saldrá el pelotón de aspirantes a quedarse con alguna de las 69 bancas que el 7 de septiembre se pondrán en juego en las ocho secciones electorales -46 en Diputados y 23 en el Senado-, y quienes pelearán por una banca en concejos deliberantes de los 135 municipios.

Todo se da en el contexto inusual de una elección que estará separada de las nacionales, que se celebrarán en octubre, y con la complejidad de que en este sábado de superacción las fuerzas también discuten esas listas nacionales. Es un juego de encastre en todo el territorio complejizado, además, por internas que incluyen fugas de último minuto.

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El gobernador Axel Kicillof necesita ratificar el golpe en la mesa que dio cuando se plantó con el desdoblamiento electoral. Sólo lo logrará quedándose con ese cuarenta por ciento de las listas seccionales, al menos un tercio de la nacional y con su tropa de intendentes alineados con buen cierre en sus distritos. En esta parada se juega la gobernanza de los próximos dos años y su aspiración al premio mayor en 2027.

Máximo Kirchner, referente de un espacio que en las últimas dos décadas manejó a placer la conformación de las listas, intenta mantener una cuota importante de su poder puesto en crisis por un gobernador que promete una nueva canción pero, fundamentalmente, por la insurrección de una tropa poderosa de jefes comunales que piden lo suyo. Con su madre Cristina Fernández de Kirchner fuera de la cancha electoral, el camino se le hace cuesta arriba.

Este sábado por la noche -al día siguiente- se conocerá qué tan hondo empujó Karina Milei la daga en el corazón del PRO, al que ni siquiera hace falta acercarse para escuchar su estertor. ¿La fuga de dirigentes, que desafían a Cristian Ritondo, puede golpear electoralmente al mileísmo que va por todo o la intención de El Jefe fue simplemente terminar de deglutir al partido fundado por Mauricio Macri sin la necesidad de contar con todos sus dirigentes adentro?

Entusiastas por encontrar un lugar alejado de los extremos y, fundamentalmente, por abrirse espacio en los cuartos oscuros que no tendrían de otra manera, la dirigencia amontonada en la avenida del medio se juega la permanencia. Si la jugada le sale -ahora y en septiembre- podría convertirse en árbitro. Pero para tener la chance, antes tiene que ponerse de acuerdo. Con tanta dirigencia y tan poco espacio a repartir, el acuerdo es imposible sin concesiones de parte.

Fuerza Patria: acuerdo trabado con guerra de guerrillas distritales

Las negociaciones en Fuerza Patria se terminaron de empantanar este viernes. Las dos reuniones que mantuvieron Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner no sirvieron de mucho: al cierre de esta nota, no había acuerdo. Las negociaciones se multiplicarán este sábado y estarán centradas en resolver las candidaturas seccionales y la guerra de guerrillas desatada en casi una veintena de municipios.

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El gobernador, el líder del Frente Renovador y el presidente del PJ serán los únicos que puedan ponerle el moño a un acuerdo cerrado con fórceps. Los territorios grafican la distancia que separa a Kirchner de Kicillof. En muchos de ellos la regla de que los intendentes debían abrir sus listas a los otros sectores no se cumplió. Incluso, algunos dirigentes, como el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, no descartan competir con boleta corta. “Allá hay lío”, decía el barón del conurbano en el anochecer del viernes, en referencia a lo que sucedía en La Plata.

Ni en las estrategias pueden ponerse de acuerdo. Mientras el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) juega la carta de las candidaturas testimoniales de los intendentes en los distritos con campañas municipalizadas, La Cámpora prefiere encabezar en sus distritos con funcionarias mujeres y llevar adelante un discurso nacionalizado que tenga continuidad hasta la elección de octubre.

La Libertad Avanza detonó al PRO

El acuerdo entre libertarios y amarillos anunciado el 9 de julio no funcionó como las cúpulas de los partidos lo esperaban, al menos en el macrismo. No hubo avances en los diez días posteriores a la presentación de los frentes, en torno a qué porcentajes iban a tener los intendentes del PRO para el armado de las listas locales. La negativa de Karina Milei de empoderar a los jefes comunales hizo explotar el acuerdo y empezaron los portazos.

El primero en salir fue el intendente de Pergamino, Javier Martínez, que arregló su llegada a Hechos, el partido de Santiago y Manuel Passaglia, los hermanos de San Nicolás que estrenarán sello en toda la Segunda sección. Al intendente que responde a Daniel Angelici lo siguió Diego Reyes, alcalde de Puan, que se quejó de la conducta de los libertarios en su pago chico. Al cierre de esta nota, también tenía un pie afuera del acuerdo María José Gentile, jefa comunal de Nueve de Julio. Podría desembarcar en Somos Buenos Aires, la alianza que formó la UCR, el GEN, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, el sector de Emilio Monzó y el peronismo no-K.

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Al promediar el viernes de rosca llegaron los gritos desde La Plata. Un grupo de legisladores se quejó de que Ritondo y Diego Santilli manejaron el armado de la lista de la Octava sección sin consultar a los referentes locales y de entregarle la boleta a LLA. Además, se enfurecieron con la idea de que el diputado Matías Ranzini, un leal a Ritondo, llegara al Senado por la Cuarta sección para conducir el bloque. Los nueve senadores amarillos tienen diferentes terminales políticas y amenazan con romper el bloque.

Los ojos están puestos en dos jorgemacristas que conducen distritos de peso: Soledad Martínez, mano derecha y sucesora del alcalde porteño en Vicente López, en la Primera sección; y Pablo Petrecca, mandamás de Junín, cabecera de la Cuarta. Al cierre de esta nota, algunas versiones indicaban que había una puerta abierta al acuerdo. Nada está cerrado. Estas horas serán clave. Si la sangre llega al río, ambos podrían desembarcar en Somos Buenos Aires.

Somos Buenos Aires, un cierre a pura tensión

El tramo final de las negociaciones por las listas amenaza con hacer estallar por los aires los acuerdos al interior de Somos Buenos Aires, donde la confluencia de sectores del radicalismo y del peronismo con aspiraciones a quedarse con los primeros lugares tensiona los cierres en las ocho secciones.

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La alianza de Hacemos, el partido de Juan Schiaretti y Florencio Randazzo, con Facundo Manes, la UCR, Monzó, Carrió y Margarita Stolbizer no tiene un liderazgo claro ni una mesa de negociadores formal, lo que complica la búsqueda de acuerdos. Hasta la noche del viernes, la fuerza no tenía cerrada ni una sola de las ocho secciones electorales.

Los ajustados cálculos, que indican que la tercera vía podría llegar al piso en unas cinco secciones, complican los acuerdos. Los casilleros a salir son pocos y están muy disputados.


(Informes: Macarena Ramírez, Juan Rubinacci y José Maldonado)

Radicales, con Schiaretti, Manes y el peronismo no K, en el frente Somos Buenos Aires
Karina Milei.

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