A menos de 24 horas de la unción de autoridades en la Legislatura bonaerense, nadie sabe a ciencia cierta quién ocupará el sillón de la presidencia de la Cámara de Diputados que dejará Federico Otermín. Los gestos y las versiones son la regla, desde la larga charla que tuvo el gobernador Axel Kicillof con Mariano Cascallares, uno de los candidatos más firmes, pasando por la arenga del legislador del Frente Renovador Rubén Eslaiman entre las bancas, hasta el plan B con el que especula el massismo de recibir un veto a su primera opción. Todos varones.
“La negociación nos pasa por arriba. Hasta ahora, no tenemos idea”, dijo a Letra P promediando la tarde un diputado del interior que acababa de recibir su diploma. Respuestas similares dieron más de media docena de legisladores opositores y oficialistas consultados por este medio. Es que las negociaciones pasan por las cúpulas partidarias, que hasta el cierre de esta nota no habían dado precisiones.
La pelea por el sillón que dejará Otermín, quien asumirá la intendencia de Lomas de Zamora, se centra en dos candidatos: el intendente electo de Almirante Brown, Cascallares, y el vicepresidente de la Cámara y hombre de confianza de Sergio Massa, Eslaiman, ambos dispuestos a presidir el cuerpo.
En el campamento intendentista remarcan que con Cascallares en la presidencia se mantendría es statu quo. “Hoy la Cámara está en manos de los intendentes y la lógica indica que ese espacio de poder siga estando las mismas manos. Si es así, Mariano es el hombre”, afirmó a este medio un funcionario de un municipio de la Tercera sección.
La presencia de Kicillof este martes en Almirante Brown para inaugurar un jardín de infantes y una obra de Aysa aceleraron las especulaciones. El gobernador estuvo un rato largo hablando a solas con Cascallares, mates de por medio, adentro de una camioneta en un intervalo entre las actividades. Luego recorrieron el trayecto entre la localidad de Malvinas Argentinas hasta Don Orione, unos 11 kilómetros. El contenido de esa charla no trascendió.
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En la tropa massista no dan nada por perdido y hablan de una “reforma profunda” de la legislatura si el espacio lograra quedarse al mando. “Esto hay que cambiarlo, de lo contrario no vamos a poder caminar por la calle. Tenemos que ir a una legislatura mucho más transparente y con laburo, dos sesiones y dos reuniones de comisiones por mes”, afirmó un dirigente del Frente Renovador que apuesta por Eslaiman.
Durante el acto protocolar realizado en la tarde de este martes, sorprendió la arenga del dirigente massista, que agitó el diploma al grito de “vamos”. “Se lo veía entusiasmado”, deslizó un legislador que no lo daba por derrotado.
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Sin embargo, en la tropa que lidera Massa ya se especula con un “plan B” si Eslaiman es vetado debido a las implicancias que podría tener el avance en la justicia el caso de Chocolate Rigau. Suena entonces el nombre de un “tapado”: el exministro de Transporte Alexis Guerrera, exintendente de General Pintos, hombre de suma confianza del excandidato presidencial, alguien con “demostrada transparencia” para llevar adelante las reformas necesarias, arguyen quienes lo impulsan.