Uno de los pocos municipios gobernados por La Libertad Avanza del país se encuentra en Allen, Río Negro. La comuna está en manos de Marcelo Román, un ladero de la diputada Lorena Villaverde que sufre una sangría en su gabinete y estira una crisis que comenzó por su salto desde radicalismo a Las Fuerzas del Cielo en la Patagonia.
La Libertad Avanza es la favorita para las elecciones de medio término en la provincia y el ordenamiento de la tropa será clave en el éxito o el fracaso del partido del Presidente. Como jefe territorial, Román tendrá la responsabilidad de traccionar votos desde su ciudad, que es una de las más importantes del Alto Valle.
Por esa razón, la crisis toma una particular importancia entre las preocupaciones libertarias rionegrinas. Como autoridad partidaria o referente territorial, su accionar equipara la acción política de Villaverde. A pesar de los inconvenientes en el pago chico, se apresta a un año de alto voltaje electoral. La sangría constante del gabinete es un escollo notable a ese proyecto de mostrar solvencia y una directriz certera en lo electoral.
Las renuncias en Allen
La renuncia de Griselda Morell, hasta hace unos días secretaria de Hacienda, engrosa una lista del funcionariado que se alejó de la gestión por cortocircuitos con Román, que había sufrido un duro impacto con la eyección de la secretaría de Gobierno de Silvana Sabella o con la insólita salida de Hipólito Contreras del área social, hecho que trascendió por la carta a manuscrito del renunciante, en un suceso inédito en la era digital.
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Lorena Villaverde y Marcelo Román, dupla libertaria en Río Negro.
Desde que llegó al poder en 2023, el jefe comunal encaró un mandato que está atravesado por la tensión con su funcionariado y la polémica. Tuvo sucesos novedosos desde que diera el salto a La Libertad Avanza, un espacio en conformación que pretende disputarle al peronismo y al gobernador Alberto Weretilneck las tres bancas por el Senado que hay en juego.
Crisis libertaria en Río Negro
Cada renuncia impacta en el municipio del Alto Valle. Lo que comenzó directora general de Políticas Sociales, Valeria Maldonado, y continuó con la salida de Jessica Guerrero, jefa de Deportes Comunitarios, continuó con una lista de personas que dejaron la administración allense.
Para sumar incertidumbre al destino político de Román, la última renunciante reunió a los concejales y hasta estalló en llanto al describir las peripecias que soportó en el cargo. Hizo catarsis y la versión de sus palabras cayeron pésimo en el Ejecutivo, que presionó hasta el epílogo de los últimos días.
Un camino político zigzagueante
Román dejó el radicalismo para convertirse en autoridad del partido que representa a Javier Milei. Decidió fracturar su relación con el centenario partido en Río Negro, hoy muy cercano a Weretilneck, para construir desde un nuevo espacio masa a crítica a favor de la Casa Rosada.
Como explicó Letra P, el intendente tiene un pasado en las fuerzas de seguridad rionegrina. Dejó la Policía para crear una escuela de manejo e inició, ligado a las iglesias evangélicas, una carrera en la política. Fue concejal, peló en solitario en un municipio que se hizo una fortaleza de Juntos Somos Río Negro, el partido del gobierno provincial.
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Marcelo Román y Aníbal Tortoriello, una relación que se sostiene.
La relación con sectores religiosos ayudó a construir un vínculo sólido con el diputado Aníbal Tortoriello, quien hoy negocia con La Libertad Avanza una incorporación pero colisiona con Villaverde, detractora de una posible candidatura "impuesta" por el cipoleño.