El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, recibirá en los próximos días un anticipo financiero de 15.000 millones de pesos por parte la Casa Rosada. El adelanto, que deberá devolverse en noviembre con intereses, busca aliviar las cuentas provinciales hasta que los ingresos sean normalizados.
Se trata del segundo anticipo de coparticipación que la administración del presidente Javier Milei otorga a Weretilneck. Anteriormente, la provincia ya había tenido que recurrir a un crédito con el banco Patagonia para hacer frente a la primera cuota del plan Castello. El costo de esa operación recayó en el presupuesto provincial debido a los intereses que generó.
A diferencia de los 20.000 millones transferidos en septiembre, destinados a cubrir un vencimiento del mismo plan Castello, el actual desembolso no tiene un fin específico. Su objetivo es ser un paliativo financiero para la provincia, que busca restablecer su flujo de ingresos, evidenciando una mejor relación entre Weretilneck y la Nación luego de un inicio de mandato conflictivo.
El impacto del préstamo en Río Negro
Si bien los 15.000 millones de pesos representan una ayuda, su impacto en las finanzas provinciales es relativo, ya que equivale a menos del 15% de la masa salarial que la provincia abonó en septiembre a sus empleados públicos. El acuerdo firmado el 22 de octubre por el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y Weretilneck establece la devolución del préstamo en el mismo mes en que fue otorgado.
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Este pago deberá realizarse diariamente a través del sistema de coparticipación, y los intereses se descontarán mediante retenciones en los impuestos coparticipados. Los intereses aplicados son significativamente menores que los del mercado bancario, lo que representa un alivio para la provincia.
Futuro de la asistencia económica de la Casa Rosada
De acuerdo con el convenio, el anticipo busca “hacer frente a los compromisos de pago asumidos por la provincia en tiempo y forma”. Sin embargo, se especula que podría solicitarse un nuevo adelanto en diciembre, debido a la necesidad de cumplir con el pago de aguinaldos, que se calculan en unos 50 millones de pesos más a la masa salarial actual, lo que generaría una presión adicional sobre las finanzas provinciales.
La administración de Weretilneck mantiene en agenda la posibilidad de una futura asistencia de Nación en un contexto de ajuste de cuentas provinciales.