Lisandro Catalán se mueve como posible candidato en Tucumán, a pesar de que su entorno jura que no es su deseo. Si finalmente el nombre del vicejefe de Gabinete aparece en una boleta en octubre, podría mudarse al Congreso, lo cual dejaría una suculenta vacante. Prematuramente, la mera posibilidad ya abrió en los últimos días un nuevo frente interno en la Casa Rosada entre Santiago Caputo y los Menem por ver quién se quedará eventualmente con esa silla debajo de Guillermo Francos.
La pelea entre ambos sectores es indisimulable desde hace tiempo, pero sin embargo había entrado en pausa tras el triunfo electoral en la Ciudad de Buenos Aires, junto a algunos pedidos de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, de no exponer diferencias de cara a las elecciones nacionales. Por un lado, están los armadores territoriales representados por Martín y Lule Menem y, por el otro, los estrategas digitales liderados por el asesor presidencial.
El nuevo capítulo, todavía inconcluso, se escribirá a partir de qué sector se quede con el lugar de Catalán, un lugar clave en el vínculo con las provincias y por donde pasan muchas de las decisiones centrales del Gobierno, pese a que en el último tiempo se encuentra un poco desdibujado si se tiene en cuenta que muchas de las reuniones políticas de trascendencia pasan por el despacho de Menem o Caputo.
El segundo de Guillermo Francos resiste una candidatura
En la cúpula del Gobierno reconocen que inscribir el nombre de Catalán en una boleta electoral es un camino casi natural para su perfil ya que, como sucedió en la campaña porteña, no abunda en La Libertad Avanza dirigencia con experiencia política, cierta instalación pública y capacidad de representar las ideas mileístas en Tucumán.
No son pocos los que recuerdan que Manuel Adorni tampoco quería ocupar una banca en la Legislatura porteña, pero aceptó por un pedido explícito de la hermana menor de los Milei, que entendió casi al final del cierre de listas que el vocero presidencial era quien mejor reunía las mejores condiciones para ganarle al macrismo en su principal bastión político. Catalán debería enfrentar a la estructura del gobernador Osvaldo Jaldo, un gobernador peronista alineado con la Casa Rosada.
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Lisandro Catalán y Osvaldo Jaldo, referentes de La Libertad Avanza y el peronismo en Tucumán.
Pese a los razonamientos sobre los posibles escenarios electorales para enfrentar a la estructura de Jaldo este año, afirman cerca suyo, el vicejefe de Gabinete se sentiría más cómodo manteniendo su despacho como segundo de Francos. En su equipo auguran que es "más probable" su continuidad dentro del Ejecutivo a que ocupe una banca el 10 de diciembre, pensando que de cara a sus aspiraciones 2027, le conviene mantener un lugar de alta exposición en la Casa Rosada en lugar de quedar diluido en el Congreso. No obstante, la palabra final - como siempre- la tendrá El Jefe.
Su eventual salida, forzada o no, es un tema de conversación recurrente en algunos de los despachos más importantes de Balcarce 50. Hay quienes desean en ese lugar a una figura de peso, para darle mayor protagonismo a un área históricamente asociada a la rosca y la construcción política, por donde pasaron hombres relevantes como Enrique Nosiglia, Carlos Corach o Rogelio Frigerio. "Hoy los lugares en la Jefatura de Gabinete no tienen el peso de antes, funcionan como un primer mostrador", describe un dirigente opositor que pasó varias veces por el Salón de los Escudos.
Sebastián Pareja y Diego Santilli para la sucesión de Lisandro Catalán
Uno de los nombres más mencionados para ocupar ese lugar es el de Sebastián Pareja. Si bien el presidente de La Libertad Avanza bonaerense se ganó la confianza de Karina Milei en los últimos meses y se colgó una medalla tras el éxito del primer Congreso libertario que se desarrolló este jueves en La Plata, su desembarco en la Casa Rosada es auspiciado por otro hombre de bajo perfil, Lule Menem, el principal operador karinista en todo el territorio nacional.
Menem y Pareja vienen ganando espacios de manera constante en el plano político, aunque no tanto en la administración libertaria, donde buena parte de los ministros y secretarios responden a Caputo. Mario Lugones como ministro de Salud, Sergio Neiffert al frente de la SIDE, o Sebastián Amerio como virtual titular de la cartera de Justicia, son los ejemplos más claros de la influencia del asesor.
Javier Milei y Sebastián Pareja.
Javier Milei y Sebastián Pareja.
La potencial designación de Pareja sería leído en el ecosistema libertario como un triunfo del riojano por sobre Caputo, que bajó notoriamente su exposición en los últimos tres meses, al igual que las cuentas en redes sociales que se le atribuyen.
El armador bonaerense ocupa hoy un lugar en el que, prácticamente, no cumple funciones: la Subsecretaría de Integración Sociourbana, que manejaba un fondo multimillonario para la construcción de vivienda, pero que Milei disolvió por decreto en mayo de este año. La medida está frenada por la Justicia.
Para bloquear este avance karinista, la persona más nombrada en el salón Martín Fierro, donde Caputo tiene su base de operaciones, es Diego Santilli. Su figura calza bien con la propuesta del arquitecto del relato libertario de sumar nuevos elementos políticos a la base política del Gobierno, para darle al jefe de Estado mayor gobernabilidad en el ámbito legislativo, y mayor potencia a la hora de disputar la gobernación bonaerense en dos años. Por eso este sector dice que ese acuerdo ya está cerrado, pese a que en el equipo del aún dirigente del PRO lo nieguen.
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Sebastián Pareja, Cristian Ritondo y Diego Santilli.
La idea del asesor de conformar un gran frente que contenga a todo el espectro político que va desde el centro a la derecha contrasta con el pensamiento menemista, que sueña con disputar con hombres propios y más puros desde una gobernación hasta el último lugar de la lista de los consejeros escolares. No por nada hay mismos oficialistas que sostienen que La Libertad Avanza "está pasando de ser el partido de Milei al partido de los Menem".
Más allá de los deseos de Caputo, cerca del diputado del PRO dicen que está trabajando junto a Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro en un acuerdo electoral mayor con la cúpula del partido violeta de cara al los comicios del 7 de septiembre.