La negociación por el proyecto de Presupuesto 2025 continuó este jueves en la Cámara de Diputados y tiene final abierto. Por ahora, Javier Milei se mantiene duro con las provincias, por lo que el dictamen se postergó para el martes, con la expectativa de sesionar el jueves 21. El texto podría sufrir un sinfín de modificaciones en el recinto.
La UCR tiene previsto firmar en disidencia y terminar de negociar el texto en el recinto. Una postura similar tendrá Encuentro Federal, conducido por Miguel Pichetto .Democracia Por Siempre, el otro bloque radical, se reservará las dos firmas. Ambas bancadas están molestas por la sumisión de los gobernadores y tendrán intervenciones mínimas.
Al inicio del tratamiento de este jueves, el oficialismo negó que haya una negociación. “El proyecto del Gobierno es el que presentó el Presidente”, abrió la reunión el libertario José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto. Ignoró los diálogos que funcionarios mantienen en simultáneo con gobernadores y referentes legislativos. Intervienen el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, en contacto con los referentes de todos los bloques.
Como explicó Letra P, con la primera devolución de borradores, Milei se mantuvo firme en no aumentar el gasto para complacer a los gobernadores. La contraoferta se conoció este martes y aún así la Casa Rosada logró frustrar la sesión que iba a tratar los límites a los DNU y el decreto para impedir el canje de deuda.
Preocupados por la falta de acuerdo, los gobernadores tendrán un Zoom informal este jueves por la tarde en el Consejo Federal de Inversiones. Se trata de una reunión que el chaqueño Leandro Zdero (UCR) pidió usar para hablar de plata. Pueden participar mandatarios de todas las fuerzas.
La plata que no está
En el borrador que llegó el martes, Milei solo promete cumplir algunos reclamos (como las deudas por el pacto fiscal, por fondos previsionales y obras públicas) mediante el programa de regularización de pasivos entre la Nación y las provincias.
En las conversaciones informales de este miércoles, sus funcionarios avanzaron en algunos cambios vinculados a procedimientos, pero en nada que signifique plata. El Gobierno cedió en una reforma del artículo 1, que impide gastar más de lo que ingresa. Se definirá el destino del dinero que se percibe por encima del previsto. Podría ser derivado a jubilaciones o salarios.
Quedó atrás el artículo 17, que le permite a Milei no transferir plata a las universidades si no presentaron papeles. Lejos parece haber quedado el debate por un aumento de los fondos. La Casa Rosada se mantiene firme en otros temas como las jubilaciones, que se niega aumentar en un 8%, como pide toda la oposición. Si no hay avances, podría caerse el artículo que ratifica la movilidad dispuesta por el DNU.
Milei tampoco quiere eliminar el apartado que quita la movilidad en las asignaciones fiscales. Cuando se trata de plata, el Gobierno sigue diciendo que no. En cuanto a obras públicas, la Nación podría incorporar proyectos convenidos, pero con un tope y con discrecionalidad. Quedó pendiente poner fecha a las auditorías de las cajas previsionales de las provincias, para definir las partidas que se enviaran para saldar el déficit. Las 13 provincias que esperan esos recursos se encuentran en una encrucijada: si no aceptan lo que hay, podrán quedarse con menos. O nada.
Los otros reclamos de los gobernadores son coparticipar el impuesto a los combustibles, retornar a la provincia un porcentaje de la coparticipación que se gira a la AFIP (1,9%) y repartir los Aportes del Tesoro de la Nación (ATN) retenidos. A ese pliego de condiciones, Milei dijo que no y será uno de los temas que hablarán los mandatarios en el CFI.
Escasa oposición
Con la sesión caída del martes, la discusión del Presupuesto quedó casi en un mano a mano entre Milei y los gobernadores. En todas las bancadas, sin excepción, hay bronca porque los mandatarios no usaron la sesión convocada el martes de la semana pasada para presionar y bajaron los brazos. Los referentes legislativos entienden que si prosperaba la derogación del DNU 846, que flexibiliza las condiciones del canje de deuda, Milei no tendría otra opción que buscar la sanción del Presupuesto.
En EF abandonaron la idea de tener un dictamen propio y firmarán en disidencia, a la espera de lo que resuelvan sus tres gobernadores. Por la misma razón, en la UCR blue prefieren no suscribir ningún despacho. En el PRO también hay bronca: sólo pedían por el pacto fiscal de 2017 y los fondos previsionales. No habló nadie de ese bloque en la reunión.
Unión por la Patria tendrá dictamen propio, presentado en la Comisión por Carlos Heller. Contempla un incremento del bono jubilatorio (es de $70 mi y será de $95 mil), cancela las deudas del pacto fiscal y suprime el artículo 54, que es el que permite al Gobierno canjear deuda sin restricciones. Es lo que rige por DNU. El dictamen peronista sostiene la moratoria previsional, retorna la obra pública y aumenta el impuesto al juego online.
También hay un refuerzo a las provincias de La Rioja y Buenos Aires, a través del impuesto a los combustibles. "Es una deuda de 1988, cuando fueron perjudicados los dos candidatos a presidente del PJ", sostuvo el jefe de UP, Germán Martínez. Su compañera Julia Strada, puso el ojo sobre la regla fiscal de déficit cero que tiene el proyecto. “Nadie respondió cómo se ejecuta. Es la discrecionalidad absoluta del presidente Milei. Es casi como cerrar el Congreso", dijo.
Una curiosidad fue que pidió modificaciones Eduardo Falcone, del MIID, habitual aliado del Gobierno. Reclamó fondos para la autovía de la ruta 5, mejorar las partidas universitarias -en área de ciencia y técnica y promoción de carreras estratégicas- y aumentar los fondos previsionales.