Cristina Fernández de Kirchner esperó un sólo día después de las elecciones primarias para volver a dedicarse a la tarea que más la viene ocupando este año: cubrir las vacantes del Poder Judicial, antes que termine el Gobierno. Su primera gestión fue para lograr la continuidad en el cargo de la camarista Ana María Figueroa, pese a que el miércoles 9 cumplió 75 años de edad.
Este lunes, el secretario de Justicia Juan Martín Menna le envió una nota al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, para pedirle que sostenga a Figueroa en el cargo. El funcionario es uno de los juristas más cercanos a la vicepresidenta y dirigió su reclamo al titular del tribunal porque, además de presidirlo, está al frente del Consejo de la Magistratura, el órgano a cargo de seleccionar y sancionar jueces.
El presidente Alberto Fernández envió este año un pliego para extender el mandato de Figueroa por cinco años, fue dictaminado en la comisión de Acuerdos y Cristina Kirchner intentó que el Senado lo aprobara junto a otros 74 nombramientos de jueces, fiscales y defenderos oficiales.
El interés de la vicepresidenta por la camarista es que en su Tribunal se instruye la causa Hotesur-Los Sauces y la del memorándum con Irán, ambos expedientes en los que está investigada por presunto lavado de actos y traición a la patria.
En la nota que envió a Rosatti, Mena recordó antecedentes de tres juristas que siguieron en su cargo con 75 años, a la espera que su pliego sea tratado en el Senado. Se trata de los jueces Silvia Mora, Juan Carlos Bonzón y Luis Alberto Imás. "Continuaron desempeñando sus funciones como magistrados durante la tramitación ante el Senado de la Nación, hasta la publicación del nuevo nombramiento".
Como explicó Letra P, el caso de Mora es el más apuntado en el kirchnerismo, porque se trata de la esposa del exjuez Ricardo Recondo, ex presidente de la Asociación de Magistrados. La nota de Mena llegó después que Rosatti recibiera un pronunciamiento de otros camaristas para que no le permita ejercer a Figueroa, quien ratificó que continuará, pero no firmará fallos. La embestida en su contra tiene, además, un planteo de los consejeros cercanos a la oposición que pidieron abrir el concurso para reemplazar a Figueroa. Rosatti debe definir en estos días su decisión.
Pliegos pendientes
Con los resultados de las primarias, Cristina Kirchner tiene más dificultades en conseguir cuórum, porque el senador y gobernador electo de Río Negro Alberto Weretilneck, seguirá sin participar de las sesiones después del cuarto puesto en las elecciones legislativas de Juntos Somos Río Negro, su partido provincial. De repetirse los guarismos del domingo en octubre, perdería la banca que ocupa Luis Di Giácomo.
Sí puede ayudar al jujeño Guillermo Snopek, que ganó al interna para ser candidato a diputado, y fue uno de los rebeldes que impidió el cuórum en los dos intentos de sesionar. El otro era el entrerriano Edgardo Kueider, quien pedía el dictamen de una ley para reducir el costo de las tarifas eléctricas y la consiguió.
En el oficialismo preocupa además si se tratarán los otros 74 pliegos, entre los que hay 28 aprobados el año pasado, en muchos casos con la firma de Juntos por el Cambio. Los otros 47 llegaron este año y fueron dictaminados sin una firma opositora.
Hasta ahora, JxC se resistió a participar de una sesión para aprobar pliegos, con la esperanza de tener una mayoría en diciembre y votar a discreción, que de repetirse los resultados de las primarias no será posible.
Además, hay otros 17 pliegos enviados que recién serán tratados cuando haya una sesión y tengan ingreso formal. Hay candidaturas vinculadas al gobernador Axel Kicillof y al ministro del Interior Eduardo de Pedro. La oposición no quiere que avancen.
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