El microestadio del club Ferro, en el barrio porteño de Caballito, colmado de afiches y banderas con la nombre del jefe de Encuentro Republicano Federal y el número 2023 en una pantalla gigante fue el escenario que eligió Miguel Ángel Pichetto para ponerse la camiseta de precandidato y saltar a la cancha de la interna de Juntos por el Cambio. Como lo habían prometido en la previa, lo acompañaron figuras de la coalición opositora, entre ellas el diputado Diego Santilli, jugador para la gobernación bonaerense del alcalde Horacio Rodríguez Larreta, otro precandidato de JxC a la Casa Rosada.
El excompañero de fórmula de Mauricio Macri, finalmente decidió jugar en la interna, y la dirigencia del frente opositor no dudó en acercase al barrio de Caballito. Pichetto ingresó al microestadio y fue abordado, abrazos mediante, por distintas caras de la política y el sindicalismo. Además de Santilli, dijeron presente el jefe comunal de La Plata, Julio Garro; el exintendente de Quilmes Martiniano Molina, y el también exintendente de Morón Ramiro Tagliaferro. Todos posaron, sonrientes, con el flamante precandidato y lo felicitaron por su decisión.
El exsenador nacional del Frente para la Victoria también se hizo un tiempo para saludar, y fotografiarse, con su pata sindical comandada por Dante Camaño, secretario general de los Gastronómicos, quien también fue el encargado de presentar a Pichetto arriba del escenario.
Luego de los saludos iniciales de rigor, ingresaron al gimnasio el expresidente Ramón Puerta, el senador vitalicio por Salta Juan Carlos Romero, la diputada Claudia Rucci, el exdefensor del Pueblo Eduardo Mondino; Cora Reutemann, hija del fallecido Lole Reutemann, y Florencia Arietto, parte de la mesa política de Santilli, con pasado en las filas de la jefa del PRO en uso de licencia Patricia Bullrich.
Pichetto empezó su discurso agradeciendo la presencia de tres mujeres en ese acto de lanzamiento: Rucci, Reutemann y Arietto, a quien definió como una "valiente".
El color militante, con canciones pidiendo por Pichetto presidente, fue constante y aportado por la gente del gremio de Camaño y de la Fundación Encuentro, cuyos representantes de municipios bonaerenses se hicieron sentir. De hecho, Pichetto tuvo que pedir silencio en más de una ocasión, para dar cuenta de algunas de las cien ideas que tiene para cambiar la Argentina.
“Tengo experiencia. Tengo un mundo de ideas alimentado por toda esta gente que me acompaña en el plano económico, en la política exterior, que son hombres y mujeres que han estado en las relaciones exteriores del país; pero también quiero decirles que el Presidente que viene en la Argentina tiene que tener autoridad. ¿Qué significa esto? Que el poder tiene que estar en la Casa Rosada, no afuera. No puede haber un Presidente con tutorías o decisiones fuera de su figura”, sostuvo Pichetto. La frase fue la más aplaudida por la militancia presente en Ferro.
Otras frases de Pichetto que generaron efusión por parte de quienes participaron del acto de lanzamiento fueron aquellas que apuntaron contra el diputado libertario Javier Milei. “Si me toca la responsabilidad de gobernar, vamos a tener Banco Central, pero vamos a tener uno que no sirva de caja de financiamiento del Estado para cubrir el déficit, porque su rol es el de cuidar el valor de la moneda, y tiene que ser autónomo de la gestión de turno”, prometió, y adelantó que se opone a la idea de dolarizar la economía.