ENTREVISTA

Pablo Biró: "Voy a defender a Aerolíneas Argentinas hasta que deje de respirar"

Con el conflicto aeronáutico al rojo vivo, el secretario general de APLA denuncia una campaña sucia del gobierno de Javier Milei para privatizar la empresa.

Durante la semana que pasó, el gobierno de Javier Milei resolvió escalar el conflicto en Aerolíneas Argentinas despidiendo a dos pilotos y haciendo pública su intención de privatizar la compañía. Con los sindicatos en la mira, el Ejecutivo desató una campaña pública que denuncia privilegios y salarios millonarios que desmiente el secretario general de la Asociación de Pilotos, Pablo Biró.

El jueves al mediodía, los principales bares cercanos a Gascón y Lezica estaban colmados más de lo habitual. La mayoría de los hombres que estaban sentados almorzando vestían los tradicionales trajes azules con guardas blancas o doradas en las mangas que los identifican como pilotos. Una hora después, todos confluyeron en la sede central de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el gremio que protagoniza el ardiente conflicto aeronáutico. Allí, encabezados por Biró, resolvieron sostener las medidas de fuerza.

Tras una asamblea multitudinaria, el jefe de los pilotos recibió a Letra P en su oficina, donde calificó de "regresivas" las transformaciones que está introduciendo el Gobierno en el sector aerocomercial y analizó el desarrollo del conflicto atizado por la Casa Rosada, que en los últimos días anunció la intención de privatizar la empresa de bandera.

Sobre este punto, Biró advirtió que "el Gobierno armó un grupo de choque para perseguir a los gremios aeronáuticos" y avisó: "Voy a defender a Aerolíneas y a mis compañeros hasta que deje de respirar".

-Estamos viviendo un proceso de desregulación muy crítico. Mediante el DNU 70, desarticuló el 30% del Código Aeronáutico, derogó la ley de Política Aérea, que le da anclaje jurídico a la existencia de Aerolíneas Argentinas y eliminó artículos de la ley de estatización de la compañía de bandera, quitando la obligación del Estado de financiar sus operaciones.

-¿Cuál es e impacto de esos cambios?

-Es una desregulación irresponsable, hecha rápido y mal, porque no resuelve cuáles son los mecanismos de control necesario para ampliar el mercado. Al contrario, agrava la situación de la ANAC, al punto de que organismos internacionales evalúan rebajar la categoría de operación como país. Es una desregulación sin capacidad de gestión. Además, desprotege la mano de obra nacional, liberando la posibilidad de ingreso de compañías sin fijar cupos mínimos de mano de obra local, que es lo que hace en cualquier otro país del mundo.

El conflicto en Aerolíneas Argentinas

-¿En ese marco surge el conflicto en Aerolíneas?

-Nosotros estamos con un reclamo estrictamente salarial por una pérdida grave del poder adquisitivo, con 77 puntos por debajo de la inflación entre octubre de 2023 y septiembre de este año. A esto se suma la aplicación del impuesto a las Ganancias en las categorías más altas. El Gobierno ofreció un techo del 4% escondido en algún item y, frente al rechazo, optó por cerrar las negociaciones y politizar el conflicto con el objetivo de privatizar la empresa.

-¿Por qué dice que el Gobierno politizó el conflicto?

-Inició una estigmatización de las organizaciones gremiales y coptó a las autoridades de la empresa, que es una sociedad privada, y maneja las decisiones como si fuera una dependencia estatal. Esto va a comprometer la seguridad y el patrimonio de la compañía.

-¿Cuáles son las medidas oficiales que expresarían esa escalada?

-No es una especulación. Fabian Lombardo, el presidente de la compañía, nos dijo que Aerolíneas contaba con los recursos para acordar, pero que recibió una directiva expresa del ministro de Economía, Toto Caputo, para romper las negociaciones. A partir de ahí, el Gobierno declaró servicio esencial al transporte aeronáutico, utilizó la Secretaría de Trabajo para presionar, pidió la remoción del Directorio del representante de los trabajadores, instruyó iniciar acciones de responsabilidad contra quienes participan de las medidas de fuerza del sindicato, habilió, vía la ANAC, a pilotos extranjeros e impulsó una denuncia penal contra el secretario general de APLA por manifestar, entre otras cosas.

-¿Por el Gobierno resolvió ir al conflicto?

-Hay varias razones entrelazadas. El índice de satisfacción del servicio estaba muy bien y las encuestas daban y siguen dando que no hay consenso social para la privatización. Así quedó expresado en el rechazo parlamentario, que excluyó de la Ley Bases a la compañía de la lista de sociedades a ser privatizadas. Por eso diseñaron una estrategia basada en el desprestigio de Aerolíneas para enfrentar a los trabajadores con la sociedad. Es una campaña inédita para atacar a los dirigentes y disciplinar a los trabajadores de Aerolíneas con el objetivo de abrir nuevamente la posibilidad de privatizarla.

-¿En qué consiste esa campaña?

-Operaciones de prensa y mentiras sobre los ingresos de los pilotos y los usos de pasajes, entre otras cosas, pero tienen que saber que voy a defender a Aerolíneas y a mis compañeros hasta que deje de respirar".

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Una "campaña de desprestigio" contra Aerolíneas Argentinas

¿A qué operaciones se refiere?

-Por empezar, el tema salarial. Hoy, un primer oficial de cabotaje, que es la primera categoría, está cobrando por debajo del millón y medio de pesos. La categoría más alta, que es la de un comandante de vuelos internacionales, con muchos años de antigüedad, está casi en cuatro millones y medio de pesos. Obviamente, que además se cobran algunos extras por productividad o viáticos incluidos en el convenio colectivo, que dependen de las horas y tipo de vuelo.

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-¿Esos sueldos son altos o bajos en relación al resto del mercado?

-En relación a compañías internacionales, los salarios de los pilotos de Aerolíneas están muy por debajo de la media. Incluso de una low cost nacional, en la que un piloto de cabotaje cobra más de siete millones de pesos. Un comandante de Smartalinks, una compañía de charters, cobra 9.500 dólares. Qatar Airlines le ofrece a un capitán de vuelos internacionales 9.000 dólares mensuales, Gol le paga 29.700 reales, unos 17 millones de pesos. RyanAir, en una de las categorías más bajas, paga 83.000 libras esterlinas; un comandante de vuelos internacionales de Latam Perú cobra 9.250 dólares; KLM le paga 66.000 euros a un primer oficial y a un comandante de internacionales, 120.000 dólares mensuales.

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-¿Los pilotos utilizan pasajes en primera, incluso tickets que están vendidos, desplazando a los pasajeros que pagaron por ellos?

-Desde hace décadas, las compañías utilizan software de revenue management, que le permite operar con criterios financieros la venta de pasajes. Usualmente, ése es el origen de la sobreventa de pasajes y no los sublo, como quieren instalar.

-¿Cómo funcionan entonces los sublo?

-Es una abreviatura subject to location para una serie de pasajes disponibles para el personal de la compañía y sus familias, para utilizar durante cierto período de tiempo. Se trata de un beneficio laboral que se discute en una negociación colectiva, a lo que se suma otra cantidad de pasajes con descuentos importantes para personal activo o jubilado, pero siempre están sujetos a disponibilidad. Son acuerdos que se aplican en cualquier línea aérea del país y del mundo, porque las compañías prefieren ocupar un asiento al 10 o al 25 por ciento antes que no ocuparlo. Sólo desde el desconocimiento o la mala fe se puede plantear que se trata de privilegios.

La venta de Intercargo, otro objetivo de Javier Milei

-Otro de los frentes de conflicto es la privatización de Intercargo.

-Es superavitaria, no hay argumentos para privatizar una empresa pública que da ganancias. A priori, su venta es injustificable, pero además es una torpeza que causa daño a la compañía, porque la desregulación va a chocar con la realidad del sistema argentino. Si uno ve cómo funciona Aeropuertos 2000, se da cuenta de que en Ezeiza o Aeroparque cobran tarifas altísimas pero que después financian el mantenimiento de aeropuertos como el de La Rioja o Catamarca, donde hay pocas frecuencias. Son sistemas solidarios que compensan las recaudaciones diferentes. Esa lógica funciona para cualquier compañía. Como la vienen planteando, la desregulación va a abrir la competencia en Aeroparque y Ezeiza, pero no va a garantizar los servicios en Catamarca u otras provincias.

El Gobierno contra los aeronáuticos: amenaza con ceder el control de Aerolíneas Argentinas a manos extranjeras.
Camioneros y gremios de la CGT, con aeronáuticos

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