-En 2015 Mauricio Macri no decía estas cosas. Bullrich dice: “si cuando saquemos estos derechos hay resistencia social, vamos a reprimir”. Entonces, no entiendo por qué se sienten perjudicados por lo que decimos. Están imaginando una Argentina que no es la democracia que vivimos los últimos 40 años. Les decimos a los argentinos que el momento de defender los derechos es ahora con el voto.
-La respuesta a eso podría ser que ahora tenemos una Argentina con 40% de pobreza, con una inflación anual por encima del 100%.
-¿Para estar bien hay que generar cosas para estar peor? La derecha es así. Hay que bajar la inflación, entonces devaluamos y eso genera más inflación. Como tenemos el 40% de pobreza, vamos a flexibilizar las condiciones laborales. Peores condiciones laborales, peores sueldos, más pobreza. Es inviable. Ahora se incomodan porque lo dijeron durante un año y medio y nadie los interpelaba. Se enojan también porque pedimos que expliquen por qué fracasaron cuando fueron gobierno.
-Usted ha dicho que va a ser una campaña entre dos oficialismos: el actual y el que gestionó entre 2015 y 2019.
-Es que no nacieron de un repollo, estuvieron gobernando hasta hace tres años y medio. Fracasaron en su programa de gestión, endeudaron al país primero con acreedores privados y después con el Fondo Monetario Internacional. La Auditoría General de la Nación determinó que el 70% del crédito del Fondo fue para pagar la deuda que ellos mismos tomaron en 2016 y 2017. Tuvieron inflación del 55%, desocupación del 6 al 10%. De cuatro años de gestión, en tres hubo recesión económica. Si van a hacer lo mismo, pero más rápido, entonces van a tener el mismo resultado, pero antes.
-¿Hay alguna diferencia entre Larreta y Bullrich?
-Hay matices, pero las posiciones que ellos llaman “de los halcones” son las que han venido marcando el paso dentro de la oposición, salvo que me quieran hacer creer que Gerardo Morales es un moderado. O que el candidato a senador de Larreta, José Luis Espert, es moderado cuando dice “cárcel o bala”.
La campaña, la economía, el FMI
-¿Cómo hace campaña el oficialismo con el ministro de Economía cuando los problemas que más preocupan a la sociedad son la inflación y la pérdida del poder adquisitivo?
-Lo explicaba antes de compartir la fórmula con Sergio. Macri fue candidato a presidente, sacó el 41% de los votos y la inflación de septiembre de 2019 fue del 5,9%. Eduardo Angeloz fue el candidato a presidente de la UCR cuando tenían hiperinflación y sacó el 38% de los votos. Hay una composición del voto históricamente en la Argentina que tiene que ver con otras cuestiones.
-La economía pesa.
-Tenemos que explicarles a los argentinos por qué tenemos esta inflación. Hay que hablar y decir la verdad. Argentina no tiene una crisis económica, tiene una crisis de balanza de pagos producto de un faltante de reservas. Nos faltan 20 mil millones de dólares de la sequía.
Si van a hacer lo mismo, pero más rápido, entonces van a tener el mismo resultado, pero antes. Si van a hacer lo mismo, pero más rápido, entonces van a tener el mismo resultado, pero antes.
-¿Es sólo eso?
-En octubre, noviembre y diciembre veníamos con una inflación a la baja. En la segunda quincena de enero la economía toma nota de que van a faltar 20 mil millones de dólares. El mercado piensa que va a haber que devaluar y se adelanta a algo que nunca sucedió. Hace dos meses tuvimos una corrida cambiaria, subió el dólar rápidamente, se dispararon los precios. Después bajó el dólar y los precios no bajaron. Se tomó una serie de medidas para intentar recomponer el nivel de reservas: dólar soja, acuerdo con China, intento de acuerdo con Brasil. ¿Hasta cuándo? Hasta que cambien las condiciones estructurales de la economía. ¿Cuándo cambian? Ahora.
-¿Por qué?
-En noviembre o diciembre empieza la liquidación genuina de reservas, la cosecha fina. En 2024 vas a tener los 20 mil millones de dólares de esta cosecha y los efectos positivos de la infraestructura energética que estamos construyendo. Son cuatro mil millones de dólares. El año que viene vas a tener balanza comercial favorable, eso significa que te aumentan las reservas del Banco Central, va a bajar la inflación y va a mejorar el poder adquisitivo.
-Las elecciones son este año.
-Entendemos que estamos en una situación difícil. El Gobierno utiliza todas las herramientas para que esa situación de dificultad económica producida por un hecho externo pegue lo menos posible en el conjunto de la sociedad, pero que esto se acaba. Es mentira que se necesita una devaluación abrupta como plantean los opositores. Nosotros planteamos un escenario absolutamente distinto.
-¿Cuándo determinante es para la elección y para la campaña de UP el cierre del acuerdo con el Fondo?
-No es un problema de la campaña, es un problema de la economía argentina. Al Fondo lo trajeron ellos. Fuer una irresponsabilidad de aquel gobierno y del Fondo, que le dio un crédito a la Argentina que estaba por encima de sus capacidades. Nosotros tratamos de renegociar eso que recibimos para que no afectara las posibilidades de crecimiento y desarrollo de la Argentina. Macri podría haber hecho el gasoducto en 2019. No lo hizo porque el Fondo le dijo que no.
-¿Esos condicionamientos siguen en pie?
-A Sergio y a Alberto les dijeron lo mismo. Tomaron la decisión de hacer el gasoducto independientemente de lo que dijera el Fondo. Ahora estamos renegociando las metas de este año. Y ya lo dijo Sergio, vamos a hacer todo lo posible para pagarle al Fondo los próximos cuatro años y liberarnos.
-No está claro cuándo se va a cerrar el acuerdo. Como consecuencia, se vio estos días un aumento del dólar blue. ¿Está trabada la negociación?
-Nosotros pensamos que vamos a llegar a un acuerdo razonable.
Cristina, Massa, Grabois
-¿Cómo es la relación con Massa en el día a día?
-Muy fácil. Había trabajado con él cuando fue jefe de Gabinete y lo reemplazó a Alberto. Yo era presidente del bloque de Diputados entre 2008 y 2009. Siempre tuve una relación cómoda.
-Hay un sector del kirchnerismo al que todavía le cuesta aceptar a Massa como candidato, considerando los años de distancia que hubo y algunas diferencias ideológicas.
-Massa era precandidato a presidente en 2019 por afuera del Frente de Todos. Resignó esa candidatura para integrarse a la alianza y fue presidente de la Cámara de Diputados. Ahí pensé que una parte de las diferencias empezaban a metabolizarse y entendí que el día que asumió como ministro de Economía con el apoyo de toda la coalición se habían terminado. No es que fuimos a buscar a alguien externo. Si fue un buen compañero presidente de la Cámara y es bueno para ser ministro, ¿por qué no sería candidato a presidente, algo que además nunca escondió?
Agustin Rossi
Néstor y Cristina Kirchner, entre las fotos familiares que adornan el despacho de Rossi. Foto: Victoria Gesualdi.
-¿Dice que ya no hay dudas entonces?
-Podrían haber existido dudas cuando se integró, en 2019, pero después de cuatro años de trabajar en forma conjunta, de haber puesto su capacidad, su militancia, su inteligencia y de haber aceptado el desafío, como dijo Cristina, de la papa caliente de ser el ministro de Economía, estas cuestiones no tienen sustento.
-Sin embargo, no es lo mismo ser ministro de Economía de un gobierno de coalición que ser quien conduce el gobierno.
-Tampoco podés construir una coalición y decirle a alguien "para un papel estás vedado".
-Hoy la líder del espacio mayoritario es Cristina, ¿no?
-Sí.
-Esta relación hoy funciona de manera armónica porque Massa le consulta, ratifica su liderazgo. Uno imagina que, si el presidente fuera Massa, esa relación tal vez se modificaría.
-O no. Nosotros gobernamos durante cuatro años como coalición.
-No funcionó muy bien.
-Todas las experiencias sirven para mirar hacia el futuro.
-¿Massa en el poder tendría una relación distinta con Cristina de la que tuvo el Presidente?
-Lo escuchaba a Sergio el otro día. Decía que tienen una relación basada en el respeto, que lo valoraba mucho y pensaba seguir en ese mismo sentido. No vería fantasmas ahí.
Puede haber algún votante de UP que prefiera más a Grabois que a nosotros, pero ese votante tiene claro que, si no está Grabois, va a votar a Massa. No tiene ninguna duda. Puede haber algún votante de UP que prefiera más a Grabois que a nosotros, pero ese votante tiene claro que, si no está Grabois, va a votar a Massa. No tiene ninguna duda.
-¿Debería haber una mesa de toma de decisiones, como se planteó en algún momento?
-Quizá, si se dan las condiciones, lleguemos a tener algún nivel de institucionalización más importante de la coalición, donde no solamente participen los dirigentes políticos más importantes, si no que haya representación de los gobernadores, el movimiento obrero, las organizaciones sociales. Tener algún ámbito para legitimar las decisiones que se tengan que tomar en la marcha del gobierno.
-¿Cómo ve la candidatura de Juan Grabois?
-Tengo mucho respeto por Juan. Aporta. Valoro que haya pegado el salto a la política. Valoro que nuestro espacio político permita una expresión que interpele. Puede haber algún votante de UP que prefiera más a Grabois que a nosotros, pero ese votante tiene absolutamente claro que, si no está Grabois, va a votar a Massa. No tiene ninguna duda. Independientemente de cómo sea el resultado en las PASO, va a ser automático nuestro proceso.
-¿En qué se traduce el rol de Wado de Pedro como jefe de campaña?
-Es el reconocimiento a un compañero que tiene gran capacidad de trabajo y de gestión. Tiene conocimiento acabado de lo que pasa en las provincias, es reconocido, tiene excelente relación con los gobernadores. Es un dirigente muy capaz, con mucha iniciativa.
-¿Fue una manera de comprometer más a Cristina?
-Cristina está comprometida. Si no, buscaría su discurso del otro día en la inauguración del gasoducto.
-¿Cuál es el rol del Presidente en la campaña?
-La gestión. Cuando estuvimos en la reunión de Gabinete, tanto él como Sergio plantearon que no nos desviemos de la gestión, que no le quitemos tiempo a la gestión por la campaña electoral. Estamos enfocados en eso.