PASO 2023

Los dilemas de Sergio Massa

Cómo contener el voto duro kirchnerista con Grabois en alza, mientras empieza a hablarle al votante de Larreta. Pesca en la centroderecha y temor a la caída de Milei.

Menos de tres semanas después de ser ungido precandidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa se enfrenta a una serie de dilemas y desafíos que marcarán el ritmo de su campaña hacia las PASO y más allá, en el camino hacia las generales de octubre. ¿Cómo superar los obstáculos para convertirse en el candidato individual más votado el 13 de agosto -el primer gran objetivo- y lograr después ingresar al ballotage? Retener lo que más pueda del voto duro kirchnerista frente a un Juan Grabois que consolida un caudal propio de peso y en algún punto preocupante, pero, a la vez, empezar a interpelar a los votantes de Juntos por el Cambio (JxC) que se quedarán sin candidato propio después de las primarias es el primero de los desafíos de Massa en los próximos 30 días.

El dilema desvela a los consultores y asesores que rodean al hincha de Tigre, quienes trabajan en tándem con el especialista catalán Antoni Gutiérrez Rubí, quien aporta una mirada desde el marketing político, la imagen y el discurso.

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En la mesa política del massismo circulan mediciones que hoy muestran a Massa siendo por escaso margen el candidato más votado, aunque a su fuerza, Unión por la Patria (UP), perdiendo por pocos puntos frente a la suma de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, quienes dirimirán la interna de JxC. Pero también proyectan una buena perfomance de Grabois en la PASO, sustentada por el importante caudal de voto kirchnerista refractario a votar al massismo. En los sondeos, el dirigente social aparece midiendo entre 9 y 10 puntos. Es un porcentaje que pone en peligro el objetivo de Massa de ser el candidato más votado en la PASO, para generar el lunes 14 de agosto las expectativas imprescindibles para la carrera hacia las generales del 22 de octubre.

En el massismo creen que el primer gran desafío es retener el voto duro del kirchnerismo. En la mesa chica del ministro-precandidato destacan la serie de gestos de Cristina Fernández de Kirchner hacia Massa en el acto de inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), en contraste con el ninguneo a Grabois. "Es muy importante que en esta etapa quede bien claro que Sergio es el candidato al que apoyan Cristina y Axel Kicillof", dicen.

La operación se traduce, por ejemplo, con la línea argumental de Massa en torno al Fondo Monetario Internacional (FMI), el eje de la ruptura en el extinto Frente de Todos (FdT): "Hay que pagar para sacarse al Fondo de encima", repitió Massa en las entrevistas que brindó desde su lanzamiento como candidato, donde intenta recrearse en el espejo del Néstor Kirchner de 2003.

Pescar en otro río

Si se cumpliera con el primer objetivo, ser el más votado en las PASO, el lunes 14 de agosto Massa deberá poner primera marcha en la búsqueda del desafío de la segunda instancia de su sueño presidencial, quizás las más difícil de todas: moverse bien en el complejo proceso de migración electoral y conseguir atraer votos de otros sectores que queden huérfanos de candidatos post primarias.

En los equipos del massismo creen que la enorme mayoría de los votos de Grabois migrarán hacia el ministro, aunque hay un porcentaje de ellos que no lo votarán y que podría irse incluso a la izquierda tradicional.

En esa segunda etapa, la mira y todos los cañones estarán enfocados en atraer a los votantes de Larreta si -como proyecta el entorno de Massa leyendo encuestas propias- el jefe de Gobierno porteño pierde frente a Bullrich. Para eso, Masa deberá mostrar elasticidad política y discursiva y enfatizar el perfil más propio, el que le habla a los sectores medios, el que trae alivios para los asalariados de ingresos medios y altos y el del discurso duro contra el delito, por caso.

Creen ademas que para esta etapa será imprescindible que no se caiga Javier Milei. Hoy, al libertario lo ven en un valle de confianza, pero sin haberse caído. "Lo de la caída de Milei es una operación de Juntos por el Cambio. Nosotros lo tenemos todavía con un porcentaje similar al que venía teniendo. No se cayó", explican. La lectura en el massismo incluye otra hipótesis: si el libertario se desinflara, lo lógico sería que todos esos votos migren hacia Bullrich, quien, de esa forma, podría imponerse incluso en primera vuelta.

"Entre las PASO y las generales, que Milei siga arriba es incluso más importante que lo que podamos hacer nosotros", resume un consultor del corazón de Unión por la Patria.

Solo con el libertario en pie podrán ilusionarse en el massismo con ingresar al ballotage. Con Massa en la segunda vuelta, dicen, cualquier cosa es posible. "Es un partido aparte".

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