El municipio de Centenario, que integra el grupo de tres localidades de mayor importancia territorial junto a Neuquén capital y Plottier, atraviesa una profunda crisis. Es el primer distrito en la provincia en declarar la emergencia económica y de servicios públicos en la era del presidente Javier Milei y se abraza a un modelo de austeridad similar al del gobernador Rolando Figueroa para salir de la espiral descendente que reina en el país.
Su flamante intendente, Esteban Cimolai, parte de una expresión vecinalista denominada Somos Centenario que llegó al poder en las elecciones de abril pasado por una diferencia menor a 400 votos de su inmediato perseguidor, Jorge Alberti, del partido Comunidad identificado con el gobernador. Cimolai se hizo cargo de una gestión en un estado “muy delicado, complejo”, afirma, por la herencia de la administración saliente del peronista Javier Bertoldi.
Bertoldi fue un intendente importante del peronismo que retuvo en tres oportunidades el municipio. La irrupción de Figueroa y su frente Neuquinizate si bien no hizo mella en Centenario, desplomó al caudillo del Partido Justicialista (PJ). La caída del Frente de Todos en 2023, sumado a la diáspora local, le allanó el camino a quien hoy es intendente en su vuelta al cargo, que coronó gracias al trabajo minucioso desde el llano y en una construcción amplia.
“La deuda que tiene el municipio se actualiza permanentemente, pero la estimamos hasta hoy en 1600 millones de pesos”, advirtió Cimolai a Letra P. El intendente, que audita a su antecesor, denuncia “muchas irregularidades” en el manejo de las cuentas públicas.
Atento a la realidad que tiene el distrito, apenas asumió el jefe municipal decretó (65/23) la emergencia económica por el plazo de dos años. La realidad y el contexto general de ajuste propuesto por la Casa Rosada obligaron a resetear el mandato para ordenar cada dependencia. Una de las facultades que adquirió el Ejecutivo es la suspensión de contratos y la contratación directa en la obra pública o para recomponer servicios esenciales.
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Cliba, la empresa que recolecta residuos acusa una deuda cercana a los 200 millones de pesos.
Una de las mayores preocupaciones es la deuda abultada con Cliba, empresa encargada de la recolección de residuos en la región de la Confluencia. La misma reclama casi 200 millones de pesos atrasados y complica los primeros meses de mandato. “Estamos hablando con las empresas, no se va a desconocer la deuda. Iremos cancelando cada instancia”, se sinceró.
El gran escollo para Cimolai es que el 93% de la coparticipación que recibe se dirige a la masa salarial. En los sueldos de noviembre, según ejemplifica el decreto de emergencia, se erogó en salarios una cifra por encima de los 890 millones de pesos, cuando la coparticipación superó en ese mes los 960 millones de pesos. “Se abonaron 50 mil horas extra, hay mucha irregularidad”, repite el intendente a este medio, en línea con lo que ocurre en el Estado nacional, donde la administración libertaria tiene en la mira los adicionales del personal estatal.
"La masa salarial se lleva mucho, por eso achicamos la planta política. Había 80 directores, eso se va a regularizar, porque redujimos un 70% la planta política, la mayoría en funciones es de carrera en el municipio", dijo.
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Esteban Cimolai, intendente de Centenario. El municipio atraviesa una delicada situación económica en Neuquén.
Una de las prioridades de Cimolai es entablar una buena relación con la administración de Figueroa, hoy decidido a ordenar las dependencias provinciales.
"Venimos de un partido vecinal, multipartidario, pensamos que debemos sacar adelante a Centenario y aportar nuestra fuerza a Neuquén. Defendemos nuestras propuestas, daremos lo mejor para que a todos nos vaya bien. Hay muy buenas proyecciones, estamos preparados para hacer lo mejor y lejos de cualquier miseria política", cerró el jefe municipal.
Horas extra, en la mira
Fue el secretario de Hacienda y Finanzas de Centenario, Leandro Lucero, el que se refirió recientemente al tema de las horas extra. Los primeros datos de las auditorias demostraron incompatibilidades. “Por la cantidad excesiva de ambos conceptos, a todas luces existe un error en la liquidación que, al repetirse, se puede llegar a interpretar alguna intencionalidad detrás que es conveniente analizar”, describió el encargado de la cartera económica.
“Observamos excesos de horas extra muy significativos. Se puede presumir que son horas que difícilmente hayan sido efectivamente prestadas o que, por lo menos, han incumplido con los descansos legales que debe tener un trabajador”, blanqueó Lucero.
A la espera de ordenar las cuentas, sumergido en una aguda crisis, Cimolai capea la tormenta en Centenario. Los próximos meses serán claves para determinar el éxito del mandato.
