El secretario general del influyente Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Marcelo Rucci, se despachó contra las autoridades del Movimiento Popular Neuquino (MPN), el partido que formó al gobernador Rolando Figueroa y en el que ahora se realiza un profundo debate sobre el destino del sello emblema en la Patagonia.
Lo hizo en el marco de reuniones partidarias en las seccionales de la capital neuquina, en la que aparecieron figuras de fuste y responsabilidad electoral como los exgobernadores Jorge Sapag y Omar Gutiérrez, junto a legisladores neuquinos. “El tiempo de Omar y Jorge ya terminó. Si no hay ganas de luchar y que la gente vuelva, es muy difícil”, les enrostró.
“Soy del MPN y voy a seguir ahí. Soy respetuoso de la democracia, Figueroa tiene una gran responsabilidad como gobernador. Deseo que le vaya bien a todo su equipo, por eso digo que los que conducen al partido reconozcan los errores”, se despachó.
Rucci se refirió a la postura de algunos referentes, como el diputado Osvaldo Llancafilo, quienes estarían negociando la posibilidad de ingresar al frente Neuquinizate, el espacio liderado por Figueroa en el que convergieron el PRO, radicales, emepenistas díscolos, kirchneristas y hasta buena parte del peronismo ortodoxo.
La vuelta de Rolando Figueroa al MPN
“Es una falta de respeto para mucha gente, hoy (Llancafilo) usufructúa ser diputado nacional del MPN. Pegar el saltito por comodidad es no tener arraigo y no querer al MPN. Asumo errores en nuestro partido, pero buscar el calor del poder no es la manera”, advirtió en el programa Enfocados TV, que se emite por la señal Somos El Valle.
Rucci, antes de hacerse cargo del puesto que dejó el histórico Guillermo Pereyra en el gremio petrolero, fue intendente durante dos períodos de Rincón de los Sauces. Esa localidad, ubicada en el corazón de la cuenca hidrocarburífera, comulga en el sector interno de la línea Azul y Blanca del MPN, espacio que compitió históricamente con el Azul de Sapag y compañía.
“Rolando convoca a todos los intendentes, no solo a los del MPN. Salió un pacto de gobernanza, se acerca a todos y los jefes comunales vienen a golpear las puertas como lo hice yo cuando me tocó manejar la intendencia de Rincón”, se atajó.
En relación a sus históricos adversarios, Sapag y consecuentemente Gutiérrez, para Rucci “deben dar lugar a las nuevas generaciones” y abandonar la Convención y Junta de Gobierno respectivamente. La limpieza dirigencial, entiende el petrolero, es el primer paso para reordenar a una estructura que creció a la par de Neuquén como provincia y siempre encolumnada detrás del poder de turno.
El MPN y un movimiento cuestionado en Neuquén
El trabajo interno en el partido tuvo algunas réplicas desde fin de año. El criticado Llancafilo le adelantó a Letra P la idea de generar una mesa intrapartidaria para recorrer de punta a punta la provincia. Conformada por tres integrantes de la Junta de Gobierno, tres integrantes de la Convención y las presidencias de las 22 seccionales partidarias distribuidas por el interior profundo, el nuevo organigrama serviría para darle músculo a una estructura que se debilitó profundamente.
El golpe del actual gobernador fue tan grande que varios intendentes reclamaron la vuelta de Rolo cuando "finalicen los mandatos" partidarios de Sapag y Gutiérrez en el MPN.
“Es lo mejor que le puede pasar al partido, que Rolo vuelva. Queremos su vuelta, todos lo vemos como un compañero más”, se sinceró el presidente del bloque emepenista en la Legislatura y exintendente de Aluminé, Gabriel Álamo.