Carlos Gutiérrez, Ignacio García Aresca y Alejandra Torres no bajaron al recinto y contribuyeron con otras bancadas a que naufragara la sesión indeseada por Javier Milei y su tropa que atiende desde la Cámara de Diputados. Los tres cordobesistas cumplieron el pedido expreso del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, con excepción de Natalia de la Sota y Juan Brügge.
En esa bancada y en el Panal, como se conoce a la casa de gobierno provincial, no confirmaron ni desmintieron la bajada de línea directa. Como si hiciera falta. Sí dejaron trascender el diálogo telefónico de Llaryora con el presidente de la cámara baja, Martín Menem.
La jugada de Córdoba
No hubo cena secreta como circuló por los mentideros de la política en la previa de la sesión en la que se tratarían proyectos para subir las jubilaciones, investigar el Libragate y la próxima conformación de la Auditoría General de la Nación (AGN).
El contexto es un poco diferente. Milei viene de cantar un triunfo electoral en la icónica Ciudad de Buenos Aires y, en el caso particular, empezará a aflojar $5.000 millones mensuales, de los $20.000 millones que realmente corresponden, para la Caja de Jubilaciones de la provincia. Como contó Letra P, Llaryora festejó y le entregó el mérito a la mediación de la Corte Suprema de Justicia.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/MartinLlaryora/status/1924960717507031548&partner=&hide_thread=false
En la cámara baja la explicación que se escuchó acerca de la ausencia de las tres figuras que responden al gobernador recuperaba las clásicas diatribas contra el kirchnerismo y el argumento de que no iban a discutir temas de gran importancia, como las jubilaciones, con proyectos vinculados a los cargos de la política, en referencia a la AGN.
La explicación del gobierno de Martín Llaryora
Lo cierto es que en el Panal eligen poner el rótulo de la “coherencia” para explicitar el marco del juego político. Lo explican más o menos así: si los costos y beneficios del plan económico son de Milei, no corresponde a la oposición -pelotón dentro del cual se incluyen- generar inversiones presupuestarias que no estén incluidas en el plan oficial.
carlos gutiérrez alejandra torres diputados cordoba.jpg
Carlos Guitérrez y Alejandra Torres, integrantes del bloque de Martín Llaryora en Diputados
“A nosotros tampoco nos gustan los proyectos que presenta la oposición en Córdoba para bajar impuestos y aumentar gastos al mismo tiempo”, chicanean, de paso, al radicalismo y al juecismo, que en el Congreso juegan en la mayoría de los casos con La Libertad Avanza.
Ante la consulta directa de este medio, las fuentes oficiales niegan que estén discutiendo algún tema de interés para la provincia. La otra pata de la agenda son las obras públicas que acordaron con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de las que no hay noticias.
La reacción por los impuestos al campo
Casi en simultáneo a la contribución para que la sesión de este miércoles naufragara, el cordobesismo mostraba los dientes por la decisión de subir las retenciones a la soja y al maíz. El ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, salió primero.
“Tenemos que poner blanco sobre negro lo que está pasando: el gobierno dice una cosa y hace otra. No bajan impuestos, la fiesta la sigue pagando el interior productivo”, le dijo a Letra P el dirigente de aceitados vínculos con el campo de Córdoba.
Por la tarde, el exgobernador Juan Schiaretti emparentó a Milei con prácticas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “¡Sáquenle el pie de encima al campo y dejen de tratar a los productores como enemigos como lo hizo durante tantos años el kirchnerismo!”, pidió en las redes sociales. Más tarde se sumaron otras figuras del oficialismo provincial como el jefe de la bancada de Hacemos por Córdoba en la Legislatura, Miguel Siciliano.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/JSchiaretti/status/1925248611652100494&partner=&hide_thread=false
El cordobesismo mostró las dos caras en perfecta convivencia, quizás las mismas que tiene el electorado al que interpela. Una trampa que en octubre mostrará su lado más feroz.