Patricia Bullrich fue desautorizada por el asesor presidencial, Santiago Caputo, quien durante la negociación para aprobar el proyecto denominado ley ómnibus, habilitó a los bloques dialoguistas a corregir el capítulo escrito por la ministra de Seguridad. "Si creen que están mal, háganlo de vuelta", fue la respuesta del joven funcionario, ante las críticas de los negociadores del Congreso.
En el borrador enviado este fin de semana desde la Casa Rosada estaba el artículo que definía una "reunión o manifestación" como la congregación de 30 personas. El texto original decía que eran tres, Bullrich prometió borrarlo en la reunión de comisión, pero en dictamen sólo le cambiaron la cifra.
Si bien hay coincidencia en la UCR y Hacemos Coalición Federal en tomar medidas para evitar los cortes de tránsito, sus juristas advirtieron que Bullrich se olvidó de leer la Constitución. "Una cosa es aumentar penas por interrumpir la circulación y otra es castigar a organizadores de manifestaciones, cuando la protesta es un derecho establecido en la Carta Magna", diferenció ante Letra P una diputada radical, que trató de explicárselo a la ministra.
La resistencia
Un diputado de HCF se molestó porque el articulado obliga a notificar las protestas ante el Ministerio de Seguridad de la Nación, aun cuando se realice lejos de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando le consultó a Bullrich, la respuesta le sorprendió: "Los cambios los habilita Santiago (por Caputo)".
En la UCR tampoco quieren aprobar los capítulos de resistencia a la autoridad y legítima defensa, porque consideran que aporta a la desproporción de penas que hay en el Código Penal, que está vigente desde 1921 y tuvo centenares de remaches.
En el primer caso, se aumenta a penas de entre cuatro a seis años si el hecho es cometido a mano armada, por una reunión de tres personas, lo hiciera un funcionario público o si el autor pusiera "manos en la autoridad". El plazo de la pena no es casual, porque convierte la sanción en excarcelable.
En cuanto a legítima defensa, el apartado conocido como Ley Chocobar, por el expolicía Luis Chocobar que fue condenado por dispararle por la espalda a un ladrón. El proyecto exime de penas a quienes actúen así y no puedan comprender la criminalidad del acto, obren violentados por fuerza física irresistible, causen un mal para evitar otro o actúen en cumplimiento de un deber. También si con la reacción buscaron una defensa de sus derechos.
En la oposición reconocen que la discusión por los temas más polémicos postergó la del capítulo de Seguridad, que no tendría el número para ser aprobado tal como lo envió Bullrich, quien este jueves, en una declaración a la prensa, cuestionó la negociación legislativa. "Cuando los cambios son tantos y se deforma el objetivo, ya no sirve", se lamentó. En otra entrevista pidió “no hay que mirar tanto la letra chica” del proyecto. Es lo que en Diputados están haciendo con los fragmentos que escribió ella.