Después de las amenazas de la Casa Rosada contra las provincias, públicas y a través de trascendidos, los gobernadores dialoguistas se posicionaron por unas horas para ganarle otra pulseada a Javier Milei. A la reunión del Consejo Federal de Inversiones (CFI) de este lunes, después de que el Gobierno quitara el resistido capítulo fiscal, el ministro del interior, Guillermo Francos, dejó en el aire el aval para coparticipar el impuesto PAIS, para terminar de allanar el tratamiento de la ley ómnibus. Poco duró: pasadas las 22, la vocería de Presidencia lo negó.
"El Impuesto PAIS y el resto del paquete fiscal, anteriormente incluido en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, se discutirá más adelante", remarcó en un tuit el despacho de Manuel Adorni. El propio Francos minimizó lo que los mandatarios provinciales habían entendido como un principio de acuerdo en el cara a cara. "Tuvimos una reunión muy positiva con los gobernadores. Nos expresaron voluntad de acuerdo. El Gobierno ya dijo que todo lo fiscal lo conversaremos más adelante con todas las provincias y el Congreso. No vamos a discutir temas fiscales en esta ley", remarcó el funcionario.
La búsqueda de consenso se había materializado por la tarde. Si bien había sido invitado por el entrerriano Rogelio Frigerio, en medio de un clima beligerante entre Nación y provincias, a partir del anuncio del viernes del ministro de Economía, Toto Caputo, recién a último minuto Francos confirmó asistencia. A los mandatarios dialoguistas de Juntos por el Cambio y referentes legislativos se sumaron el peronista Martín Llaryora (Córdoba); el vicegobernador de Catamarca, Rubén Dusso, y un representante de Tucumán. Dentro de los caciques territoriales de Unión por la Patria, Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo son los más cercanos a la Casa Rosada.
Bajo la fórmula del fernet, el funcionario mileísta habría puesto sobre la mesa la idea de incluir en el proyecto parlamentario la iniciativa de coparticipar el impuesto PAIS, que se paga por compras en el exterior, en una medida 70/30, con el porcentaje menor que iría para las arcas provinciales. Actualmente, el 30% del tributo instaurado por la gestión de Alberto Fernández se destina a infraestructura social de provincias y municipios, pero la Casa Rosada proponía que el 100% quede en el bolsillo de la administración nacional. Faltaba el aval presidencial.
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Frente al laberinto de volver a cobrar Ganancias a 800 mil personas, una idea que Caputo puso en stand by en medio de una negociación trabada con las provincias, el límite de Milei era coparticipar el impuesto al cheque, una alternativa que rechazó de plano en la reunión que el Presidente mantuvo con todos los gobernadores.
Desde el viernes, post-anuncio de Caputo, el Gobierno se había mostrado intransigente con los mandatarios. Incluso, representantes dialoguistas como el mismo Francos habían supeditado la aprobación en la Cámara de Diputados de la ley ómnibus antes de volver a sentarse con los gobernadores. Una luz de alerta apareció este lunes, cuando La Libertad Avanza pateó para el miércoles la sesión prevista para el martes.