Aunque la cumbre quiso ser prueba de unidad, no pudo ser disimulada este martes la grieta que atraviesa a Juntos por el Cambio (JxC) entre quienes plantean un acuerdo con Javier Milei para intensificar el Pacto de Acassuso que rubricaron el expresidente Mauricio Macri y la titular del PRO, Patricia Bullrich; y quienes quieren alejarse de la mera sensación de cogobierno con el objetivo de mantener un espacio de oposición, propuesta enarbolada por los gobernadores electos.
El prólogo no presagiaba nada bueno: la Coalición Cívica de Elisa Carrió, que retomó su autonomía el día del ballotage, pegó el faltazo. La tensa calma que se respiraba en salón del Club Alemán de Equitación, en el barrio porteño de Palermo, se convirtió en una tormenta cuando la diputada electa Silvana Giudici, halcón del nido de Bullrich, sentenció que JxC ya no era más oposición sino que formaban parte de LLA. Quien busca ser el presidente de la Cámara baja, Cristian Ritondo, estaba al lado de su futura compañera de bloque y no pudo ocultar la incomodidad.
Giudici siguió con su discurso. "Nos llevan puestos si no defendemos al gobierno electo", alertó la diputada electa, antes de deslizar incluso un escenario de una eventual asamblea legislativa en la que el PJ puede "elegir un presidente peronista". "No digamos que es una decisión personal. No seamos crueles con Patricia o Cristian.", agregó, al criticar la postura de que los apoyos al gobierno libertario son a modo individual. El auditorio de 140 integrantes de JxC que la escuchaban permaneció en silencio.
La escena se dio el mismo día en el que Ritondo recibió el apoyo de Bullrich en su empresa para ser titular de la Cámara de Diputados. A modo de condición, la presidenta del PRO ya dejó trascender que no aceptará el ministerio de Seguridad a menos que el jefe del bloque del PRO consigue ese cargo en el Congreso.
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El silencio lo rompió el también radical Ricardo Buryaile, que cruzó a Giudici al remarcarle que no hay un acuerdo con LLA, que esa declaración no tenía razón de ser y que contradecía la postura de los gobernadores electos de la coalición, que estaban sentados en la mesa de enfrente. Al formoseño se le sumó Mario Negri que remarcó que en la administración de Macri se preservó la unidad en el Congreso aún cuando no había acuerdos para luego solicitar "muñeca política" para mantener el equilibrio de la coalición.
Sin embargo, el intento de Negri y de otras figuras de JxC por evitar que se vaciara el salón fue un fracaso: cerca de la mitad de los presentes se retiró del lugar, lo que motivó que no hubiera una foto final grupal del encuentro. "No se pueden asustar por un par de gritos. Así son las discusiones acaloradas. Lo que una parte del PRO no entiende es que los votos no fueron por ellos, sino por la estructura que pusimos cada uno de los gobernadores en nuestras provincias. Que no se confundan", le dijo a Letra P un mandatario provincial al retirarse del club.
El cruce fue el momento de mayor tensión en una reunión convocada por los gobernadores de JxC para comenzar a unificar posturas sobre el rol que deberá tener la coalición frente a la administración de Milei. De los diez mandatarios electos, Claudio Poggi (San Luis) faltó con aviso y adhirió al documento final. El resto estuvo presente: Marcelo Orrego (San Juan), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y el anfitrión Jorge Macri (CABA).
El mismo libreto
"Nosotros no cogobernamos, pero es bueno que algunos dirigentes que quieran ayudar lo hagan, porque es mejor un gobierno sólido con buenos dirigentes que un gobierno débil. Eso no nos compromete ni nos obliga como garantes", afirmó la decena de mandatarios electos en un comunicado.
Pullaro repitió en privado lo que dijo horas antes en público. “Cada dirigente que asuma un cargo en el gobierno (de Milei) lo tendrá que hacer a título personal”, remarcó ante un auditorio lleno de figuras de JxC. La respuesta, por lo bajo, no tardó en llegar. “La advertencia no va a impedir que alguien decida irse al Ejecutivo", le dijo a este portal uno de los halcones del PRO.
Cornejo tomó el mismo camino que su par de Santa Fe, al reiterar que quien acepte un cargo lo hará a título personal y sostuvo que la prioridad era la unidad de JxC. El alcalde porteño electo habló por primera vez sobre el Pacto de Acassuso y se mantuvo alineado con el resto de sus pares. Fue un gesto que no pasó desapercibido, viniendo del primo de Mauricio Macri.
Al igual que Torres, Jorge Macri ponderó la labor de Bullrich cuando asumió como ministra de Seguridad y sostuvo que JxC tiene cuadros con la experiencia para cualquier gestión a nivel nacional, provincial o municipal, pero la decisión de irse a la administración de Milei es a título personal.
La unidad proclamada en el comunicado puede tener fecha de vencimiento. La gran duda con la que se fue la mayoría de los presentes es qué sucederá con JxC cuando Milei envíe una ley al Congreso que divida las aguas o que toque las arcas de las provincias propias. "Ahí puede ser que realmente explote todo", analizó uno de los fundadores del espacio.