Mientras pende de un hilo el DNU que le otorgó $100 mil millones en gastos reservados, el plan para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) que diseña Santiago Caputo avanzó en los últimos días con el desplazamiento de 147 agentes, como prólogo de una purga que promete continuar.
"Queremos una SIDE con agentes que den garantías de capacidad, funciones y expertise en las políticas de inteligencia, por lo que no queremos a nadie que no esté alineado con nuestras políticas", explicaron en la entidad que en los papeles conduce Sergio Neiffert.
Con este ajuste que se dio en áreas como Análisis, Contrainteligencia, Reunión y Apoyo, la planta estable de la SIDE quedó en unos 1.200 agentes; por ahora. En paralelo, la administración libertaria puso en marcha una auditoría integral para marcar a todos aquellos que no estén alineados con sus políticas de inteligencia y que revistan a anteriores lealtades. Eso incluye, sobre todo, correr del cargo a todo el personal que haya ingresado gracias a los auspicios de Fernando Pocino y Silvia Majdalani, y que sigan reportando a ellos en la actualidad.
La sombra de Jaime Stiuso
Pocino es un abogado que ingresó a trabajar en el histórico edificio de la calle 25 de Mayo en 1986 y, tras un largo periodo de inactividad, regresó formalmente al espionaje durante la gestión de Néstor Kirchner. Majdalani, apodada la Señora 8, fue la número dos de Gustavo Arribas durante la gestión de Mauricio Macri.
Pese a haber ocupado cargos en tiempos distintos, para la Casa Rosada libertaria existe una misma línea de pensamiento entre Pocino y Majdalani: que ambos buscaron perpetuar su poder en la SIDE gracias a agentes que ellos mismos nombraron y que todavía prestan funciones. La sospecha de la gestión de Javier Milei es que sean células que ayuden a sembrar internas y entorpecer las políticas de seguridad nacional.
Otra coincidencia entre ambos es que se enfrentaron, desde distintos ángulos, al histórico Jaime Stiuso. Pocino lo hizo por un acuerdo con Kirchner para disputarle el poder que había ganado desde las sombras el histórico director general de Operaciones; mientras que el propio Stiuso hizo público su pelea con la exdiputada del PRO cuando pidió ser querellante en una causa de espionaje ilegal durante el gobierno de Macri.
Los vínculos con la vieja guardia de la SIDE
Pese a los movimientos internos en favor de Stiuso, en "La Casa" -como se la llama- descartan que el exagente esté detrás de todo. Sin embargo, según pudo saber Letra P, Caputo, el principal asesor del gobierno y mentor intelectual de la reestructuración de la SIDE, mantiene un diálogo regular con Lucas Nejamskis, a quien se menciona como la mano derecha del exespía.
Además de Nejamskis, hay otros dos hombres de consulta permanente del gobierno libertario en esta materia.
Uno es Tata Yofre, el primer Señor 5 de la era Menem, hoy director de la Escuela Nacional de Inteligencia de la SIDE. El otro: José Luis Vila. Exfuncionario en el Ministerio de Defensa en las gestiones de Julio Martínez y de Oscar Aguad, que denunció durante el macrismo cuatro hechos de amenazas contra su persona, que terminaron con la colocación de una bomba sin activar en su antigua casa. El radical que responde a Enrique Nosiglia fue designado en la Secretaría de Estrategia Nacional, que depende de la Jefatura de Gabinete.
Las amenazas
Con los cambios en la estructura del organismo, y la purga política en su planta, el gobierno quiere reforzar la seguridad nacional, sobre todo la de Milei. "Tenemos amenazas reales contra el país y contra la integridad del Presidente. No se trata simplemente de un mensaje en Twitter", comentó una fuente inobjetable que está al tanto de cada una de las charlas de la mesa chica de Balcarce 50.
De ahí que Neiffert y su jefe político en las sombras - Caputo - sigan con detenimiento las negociaciones en en el Congreso en torno al DNU que le otorgó $100 mil millones de pesos para gastos reservados de espionaje: la oposición más dura en la Cámara de Diputados, con apoyo del PRO y la UCR, logró 156 votos para rechazar el decreto. El Senado podría voltearlo definitivamente la semana que viene.
"Hasta que no nos devuelvan los 100 millones de dólares no le vamos a atender el teléfono al PRO", repiten, como reproche, en el despacho del influyente asesor.
La comunicación por los abogados de la SIDE y el pedido de un sillón amarillo
Pese a la recriminación más arriba mencionada, hubo una excepción a la regla de no hablar con el partido amarillo: el asesor libertario y el expresidente intercambiaron mensajes después de que una nota de La Nación revelara que dos abogados de la SIDE habrían pedido acceso a cuatro expedientes en distintos tribunales que investigan a Macri.
Los pasajes de esa conversación, y el tono que tuvieron después de largas semanas de peleas políticas, las partes las mantuvieron en completa reserva, aunque Caputo se encargó de filtrar que el contenido de la nota no era cierto, y que no pretendía perseguir a través del organismo que maneja Neiffert a Macri. "Es todo sarasa", lo escucharon decir.
Como sea, los fondos reservados y los dos abogados encubiertos son los únicos frentes de batalla que protagonizaron el PRO y LLA en esta materia. De hecho, en la administración libertaria todavía recuerdan que el expresidente le pidió al asesor libertario un lugar en la SIDE que tiene influencia en áreas jurídicas y éste lo rechazó de plano. Se especula, que esta vez sí lo hizo para que el egresado del Cardenal Newmn no tenga influencia sobre un área tan sensible, según dicen, después de haber utilizado el espionaje para domesticar a propios y ajenos durante sus cuatro años en el sillón del poder.