La apuesta de Jorge Macri para eliminar las elecciones primarias y adelantar las elecciones generales de la Ciudad a mayo encontró un escollo inesperado con el escándalo que envuelve a Javier Milei con el Libragate. Con un ojo puesto en el Congreso nacional, el macrismo se lanzó sin red a ser el primer distrito importante en suspender las PASO.
Con el deadline legislativo fechado en el 28 de febrero, el día que vence el período de sesiones extraordinarias locales, Jorge Macri convocó este lunes, de manera sorpresiva, a una sesión para el jueves para tratar la suspensión de las elecciones primarias. En el plan oficial, el tratamiento del proyecto ocurriría una vez que el Congreso nacional resolviera el destino de esa instancia electoral a nivel país. Se especulaba con que el Senado resolviese esta semana el trámite legislativo y que se replicase el tratamiento a nivel local el 21 de febrero, a más tardar el 24.
Hoy el panorama es totalmente distinto. El sacudón que provocó la estafa virtual que involucra al Presidente trastocó todos los tiempos y acuerdos parlamentarios al calor de las denuncias que se van acumulando contra el mandatario. Si bien, como informó Mauricio Cantando en Letra P, la vicepresidenta Victoria Villarruel está decidida a sostener la sesión prevista para el jueves, el aire está demasiado enrarecido para que el jefe de Gobierno porteño confíe en que eso sucederá.
Jorge Macri, al filo de la campaña
En la comunicación firmada por la vicejefa de Gobierno y presidenta de la Legislatura, Clara Muzzio, se advierte que "se torna imperiosa" la necesidad de tratar el proyecto dada "la proximidad del proceso electoral". La alusión tiene que ver con que ya corre la cuenta regresiva electoral. El cronograma establecido por la Justicia y el Instituto de Gestión electoral porteño, que conduce el exlarretista Adrián González, marca que el miércoles 26 de febrero debería comenzar la campaña electoral para las elecciones primarias de abril.
En esa fecha, además, los partidos deben inscribir sus alianzas y coaliciones electorales y, también, definir a los apoderados de las coaliciones, algo que parece muy lejano del escenario porteño.
Los especialistas en gestión electoral coinciden en que no habría impedimentos legales para modificar el cronograma después de esa fecha, en la que comenzaría la campaña para las primarias. Sin embargo, sería una desprolijidad con alto costo político modificar el calendario de elecciones una vez comenzada una campaña. En ese marco, el oficialismo porteño se lanzó a la epopeya de reunir los 40 votos necesarios para suspender las internas.
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El primer poroteo
Desde el primer momento, el Ejecutivo porteño se mostró confiado en que la estrategia propia para "municipalizar" los comicios iba a encontrar adhesiones en buena parte de la oposición. La excepción es el bloque de La Libertad Avanza, que es la cabeza de playa de la ofensiva libertaria contra la gestión Macri y fue sumando volumen al calor de las deserciones en las filas macristas.
Durante las últimas semanas, los operadores oficialistas trabajaron para cerrar acuerdos para concretar la suspensión de las primarias, pero el escándalo de la promoción de la criptomoneda $LIBRA cambió todo. En diferentes sectores de la oposición aseguran que el llamado a sesionar este jueves no fue conversado, lo que refuerza la sensación de urgencia de la decisión oficial.
"No hubo conversaciones previas a la convocatoria a la sesión; Macri tomó esa decisión solo", advirtieron fuentes del radicalismo, donde todavía hay desconcierto por el llamado. No es la única fuerza en la que su dirigencia se enteró por la comunicación oficial; muchos legisladores del oficialismo aseguran que directamente se enteraron de la sesión por la nota de Muzzio.
Las claves del peronismo
En el peronismo y, en menor medida, en el radicalismo, dos bloques claves en la Legislatura porteña, la posibilidad de acompañar la suspensión de las primarias está atada a la discusión interna sobre la estrategia distrital, que está en pleno fragor. Más allá de eso, coinciden en que habrá posiciones orgánicas, sin fisuras, en esas fuerzas.
En el caso del peronismo, que en sí mismo tiene la llave para destrabar la suspensión de las primarias, también juega fuerte el dispositivo de engranajes y necesidad de otros distritos donde se define mucho. Más allá de las tensiones internas sobre el perfil que debería tener una coalición porteña, la dirigencia porteña también planteaba la necesidad de que primero se resolviese en el Congreso el destino de las primarias para, después, replicar o no la posición en la Ciudad.
Detrás de ese compás de espera hay dos elementos clave. Por un lado, cómo se ordenan el peronismo y el kirchnerismo en el tablero político de acuerdos parlamentarios que tratan temas de alto voltaje como, además de las PASO, la designaciones de ministros de la Corte. El otro elemento es que un posicionamiento apresurado del peronismo, o sea antes de lo que resuelva el Congreso, también le abriría la puerta de la discrecionalidad al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para un posible desdoblamiento de los comicios bonaerenses.