AL FILO DE LA DEMOCRACIA | TRIBUNA

Javier Milei, el buen desdemocratizador

Los rasgos autoritarios del Presidente ponen en riesgo la convivencia democrática, advierte el autor. El silencio de la "oposición amigable".

Nunca antes había escuchado a un político referirse a sus adversarios en los términos utilizados por el entonces candidato a presidente de LLA: “Parásitos”, “ratas”, “gusanos”, “excrementos humanos”... Con el mismo furor solía referirse a periodistas: “Ensobrados”, “sicarios mediáticos”, “lacayos”... Y siempre por la misma razón: pensaban diferente.

Es obvio que esta conducta solo es concebible en una personalidad con fuertes rasgos autoritarios. Solo alguien con pocas o débiles convicciones democráticas puede referirse en esos términos a sus adversarios políticos o a quienes discrepan con él. Tampoco parecen, éstas, las actitudes más adecuadas para promover en la ciudadanía valores que hacen posible la convivencia democrática y la democracia misma. Más bien parecen perseguir lo contrario.

Poco antes de las elecciones le preguntaron a Milei si consideraba que la democracia era el mejor sistema de gobierno. Vale la pena señalar algo: fue el único candidato al que le hicieron esa pregunta. Es más: creo no equivocarme si digo que nunca antes, a ningún candidato a presidente le habían hecho esa pregunta. La respuesta no era muy difícil. En cualquier caso, era monosilábica. Sin embargo, Milei no respondió, pero quedó claro que su respuesta hubiera sido negativa.

Embed - “EN MI MUNDO IDEAL NO EXISTE EL ESTADO”: Javier Milei en VERDAD/CONSECUENCIA

La democracia, de reojo

Y no es extraño: muchos de los intelectuales en los que se referencia el actual presidente tienen, por así decirlo, una mirada desconfiada o recelosa respecto de la democracia. Para ellos, la democracia entraña una amenaza a las libertades. Más exactamente, a las libertades económicas. Por supuesto, la posibilidad de que el ejercicio de estas libertades pueda afectar negativamente las sociales o políticas ni se les pasa por la cabeza. Y si se les pasa, privilegian las económicas. Por eso proponen la despolitización de la economía, es decir, su desdemocratización. Es obvio que eso supone una fuerte reducción del campo de lo político y, con ello, del margen de acción de los gobiernos democráticos.

En una visita al Chile de Pinochet, Friedrich Hayek, uno de los intelectuales más considerados por Milei, manifestó que prefería una dictadura militar que promoviera la libertad de los mercados a un gobierno democrático que promoviera su regulación. Es obvio que Milei comparte esa preferencia.

Ley ómnibus. Represión frente al Congreso
Ley ómnibus y represión frente al Congreso. La democracia, en vilo.

Ley ómnibus y represión frente al Congreso. La democracia, en vilo.

No creo, pues, que la afirmación de que el liderazgo del actual presidente entraña riesgos democráticos pueda resultar injustificada. Y menos para los dirigentes políticos de la hoy llamada “oposición amigable”, que tanto recomendaban la lectura del libro de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt sobre las nuevas amenazas a las democracias, que tan aplicable es a la Argentina. En todo caso, si algo es injustificable, es el silencio de esa misma dirigencia. Por mucho menos, antes, ponía el grito en el cielo. Injustificable es, para no mencionar sino un caso, el silencio de los partidos de la llamada “oposición amigable” frente a la gravedad de los hechos ocurridos el día de la marcha contra la ley Bases.

Finalmente, es obvio que cuando hablo de riesgos democráticos, no estoy diciendo que puedan producirse situaciones como las que conocimos desde el golpe militar del ’30. Me refiero a procesos que se ponen en marcha desde la misma democracia y pueden conducir a su degradación o devaluación. A los procesos que se menciona en el libro citado antes. Ojalá esté equivocado. Ojalá la sociedad conserve los anticuerpos necesarios para neutralizar esos riesgos. Ojalá los partidos políticos, más allá de sus diferencias ideológicas, sean capaces de accionar conjuntamente contra las amenazas que se ciernen sobre la democracia.

Incidentes en las inmediaciones del Congreso durante el tratamiento de la ley ómnibus
Javier Milei el día de su asunción.

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