Escoltado por Martín Menem, hizo su bautismo de local como jefe de LLA. Reafirmó el credo libertario, pero entornó la puerta de las listas a figuras aliadas.
Gabriel Bornoroni movilizó a los referentes libertarios de Córdoba.
Martín Menem y Gabriel Bornoroni presentaron a La Libertad Avanza como partido en Córdoba.
Martín Menem y Gabriel Bornoroni encabezaron el primer acto partidario de La Libertad Avanza de Córdoba. El presidente de la Cámara de Diputados mostró que el estacionero es el interlocutor mediterráneo de las fuerzas del cielo. El festejado jefe de la bancada oficialista fijó el primer objetivo: que la provincia aporte la mayor cantidad de bancas en 2025.
La pregunta es inevitable: ¿solos o acompañados? Menem no cerró la puerta del todo a radicales y amarillos que los miran con calculado cariño. Aseguró que tienen buen diálogo con todas las fuerzas y reconoció que la última palabra la tendrá el presidente Javier Milei.
Con esa salida categórica evitó conjeturar sobre la evolución de la relación con Luis Juez, por ejemplo. El senador deja que el cordobesismo se persiga con una eventual candidatura en 2027 con el espónsor presidencial. Cuenta con lujo de detalles las conversaciones privadas que mantiene con el mandatario y su poderosa hermana, Karina Milei. Elige bando al fustigar a la vicepresidenta Victoria Villarruel, el blanco preferido.
Nota al pie: si una militante no se lo recordaba a los gritos, Menem no la hubiese nombrado como parte del cambio liberal.
La primera línea del armado de Milei sabe que no es momento de tocar callos en una provincia compleja. Una muestra de ello es que Menem definió el vínculo con Martín Llaryora con los adjetivos “cordial” y “razonable”.
Menem prometió que LLA estará conformada en cada distrito del país, en una suerte de declaración de independencia para la rosca que se viene. La tropa libertaria prepara sus alternativas, aunque Menem se encargó de bajar la espuma. “Que nadie se haga los rulos por lo que pueda pasar de acá a un año”, bajó ansiedades.
Tampoco son tiempos para sumar tensiones. Quizás esto explique por qué Bornoroni no habló de los paracaidistas de la política que tanto desprecia. Eligió la figura felina para plantear el requisito excluyente. “Queremos diputados que defiendan el proyecto de Milei; tenemos que llenar el Congreso con los leones que representen las ideas de la libertad", definió.
A quien le quepa el sayo…
El filtro amplio no eclipsó el objetivo del mitin violeta: Córdoba deberá aportar la mayor cantidad de bancas el año próximo. El mismo pedido que hacía en su momento Mauricio Macri, que llegó a sumar seis bancas cordobesas de un plumazo en 2015.
A esta Córdoba antiperonista, Bornoroni eligió definirla como la “más liberal” en el que fue el relanzamiento del mileísmo y, claramente, la inauguración de una nueva etapa en su novel vida política.
Menem y Bornoroni pidieron afiliaciones masivas con la promesa de que LLA tiene cuerda para rato. "Este partido no vino para una elección, vino para cambiarle la vida a todos los argentinos", dijo el riojano casi al cierre del evento del que participaron unas mil personas.
Después del acto de lanzamiento, quedó claro que Bornoroni subió escalones en la línea de espadas políticas que rodea al presidente Milei. “Aprendo rápido”, tiró el estacionero, con ese fervor propio de los actos políticos que, hasta hace algunos años, elegía no frecuentar.
Ordenar a la militancia hasta ahora anárquica asoma como objetivo central. No es casual que el locutor del evento haya nombrado, una por una, a las referencias libertarias de los 26 departamentos de la provincia.