ELECCIONES | 26 DE OCTUBRE

Florencio Randazzo y Fernando Gray, la disputa por el voto peronista no K en Buenos Aires

Con Manes y Monzó, Florencio pesca entre los huérfanos de Juntos por el Cambio. Gray, con ayuda de intendentes, persigue el sueño de los 5 puntos.

A poco más de un mes de las elecciones, el diputado nacional y el intendente de Esteban Echeverría hacen campaña buscando pescar en una porcentaje del electorado que parece contraído por la polarización entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza pero que podría crecer en octubre por el aumento de la participación y el debut de la Boleta Única en Papel (BUP).

Los números históricos demuestran que ese electorado existe. "Cuando Cristina Fernández sacó 54 por ciento en 2007, entre Eduardo Duhalde y Adolfo Rodríguez Saá cosecharon 11 puntos. En 2017, con el escenario polarizado entre Cristina y Mauricio Macri, Sergio Massa y el propio Randazzo sumaron 17 puntos", dicen en el búnker de Gray.

La estrategia de Fernando Gray

El intendente tiene como objetivo estratégico cosechar entre 5 y 6 puntos en octubre. Esa performance le permitiría no solo ganar la banca, sino también dar un paso definitivo fuera de Esteban Echeverría. Su apuesta es pararse con marca propia como referente del peronismo disidente a nivel provincial.

En sus recorridas por el conurbano y el interior bonaerense, machaca con el contraste con Juan Grabois y La Cámpora, para intentar captar el voto peronista que rechaza a esas dos figuras. "Parece una lista preparada para armar un piquete más que para gobernar la Argentina. Nosotros apelamos al voto peronista con perfil productivista", dicen en su sector.

La campaña de Gray cuenta con ayudita de intendentes del conurbano. Los carteles con su imagen aparecen sospechosamente intactos en muchos municipios del Gran Buenos Aires. Ariel Sujarchuk de Escobar y Francisco Echarren de Castelli son los que juegan abiertamente con él, pero hay otros que le cuidan la cartelería y que quizás le cuiden los votos en sus distritos el 26 de octubre.

La marca Provincias Unidas

Randazzo, en cambio, saca pecho con la marca Provincias Unidas. El ex ministro se posiciona como el representante en Buenos Aires del sello de la liga de gobernadores que lidera Schiaretti. Su estrategia trasciende la pelea peronista interna y apunta a construir una coalición de centro con radicales y ex PRO.

La sociedad con Margarita Stolbizer y Emilio Monzó le permite a Randazzo apelar al votante "huérfano" de Juntos por el Cambio. En soledad, el chivilcoyano ya experimentó el fracaso electoral en territorio bonaerense. En 2017 compitió como candidato a senador por el Frente Justicialista Cumplir y terminó cuarto con menos del 15%. Su última elección legislativa en 2021 apenas superó los tres puntos e ingresó a la banca por un puñado de votos.

Septiembre no es octubre

Gray llega fortalecido por su triunfo del 7 de septiembre. Su esposa Magdalena Goris sacó el 48% en las elecciones a concejales de Esteban Echeverría y superó por 20 puntos a La Libertad Avanza. Un número que confirmó el control electoral sobre su distrito y apalanca su ambición de proyectarse.

El intendente libra una batalla de tres años contra Máximo Kirchner por el control del PJ bonaerense. Su demanda judicial contra las elecciones del partido llegó hasta la Corte Suprema. Esa pelea lo aisló del esquema mayoritario de Unión por la Patria pero le dio un perfil propio entre el peronismo disidente que reclama renovación.

El contexto de octubre difiere del de septiembre, creen en ambos campamentos. Las elecciones nacionales históricamente movilizan más el voto ideológico y la agenda nacional pesa más que la local. La victoria opositora en septiembre y el mal momento del gobierno de Javier Milei también influirán. Además, la BUP también puede favorecer a las opciones menores.

La alianza Randazzo - Yacobitti dejó afuera del esquema a Facundo Manes. 
Fernando Gray y María Laura Guazzaroni.

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