No fue hace mucho mucho tiempo ni en una galaxia muy lejana: el economista Federico Sturzenegger se convirtió en las últimas dos semanas en la figura estrella del gobierno de Javier Milei, por haber sido el arquitecto del decretazo y la ley ómnibus, las dos herramientas con las que el Presidente quiere desregular la economía y barrer de un plumazo el Estado conocido hasta el viernes.
“Hay que implementar un shock de liberalismo”, lanzó Sturzenegger en un mensaje grabado para la Fundación Libertad, dos días antes de que Milei presentara el decretazo. Expresidente del Banco Central del gobierno de Mauricio Macri y exintegrante del equipo económico de Domingo Cavallo en la interrumpida administración de Fernando de la Rúa, es un economista ortodoxo con algunas características excéntricas, como el fanatismo por Star Wars que lo lleva a ambientar sus despachos con una colección de figuras de la saga fílmica que caló hondo en la cultura pop.
En 2018, cuando era presidente del Central, invitó a sus oficinas a un grupo de jóvenes economistas tuiteros que se sorprendieron al encontrar, entre el café y las medialunas que había apoyadas sobre la mesa dos naves espaciales de juguete de la saga de George Lucas: el Millennium Falcon (Halcón Milenario), de Han Solo y Chewbacca, y la X-Wing, usada por Luke Skywalker al incorporarse a la Alianza Rebelde. En cuestión de personajes, en cambio, exhibía mayor cantidad de integrantes del Imperio.
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El retorno del Jedi
Sturzzeneger se acercó a Milei para ofrecerle un paquete reformista que había empezado a cranear para Patricia Bullrich. No lo hizo solo. El ahora asesor presidencial recibió el apoyo y las sugerencias de algunas de las firmas de abogados más importantes del país: hubo más de un centenar de profesionales que -dice- trabajaron para él.
Durante los primeros días que sucedieron al triunfo de Milei se lo mencionó como posible ministro de Economía, pero luego se oficializó que ese puesto sería para Toto Caputo. Parecía entonces que Sturzzeneger había quedado relegado, pero al final retornó a lo grande. “Durante la semana que se presentó el DNU se lo vio casi todos los días en el Ministerio de Economía, se movía como en su casa”, describió a Letra P un hombre que trabaja con Caputo.
Si bien quisieron bajarle el tono a la tensión entre ambos exfuncionarios cambiemistas, Sturzenegger circuló por distintas dependencias del Ministerio sin consultar y sin avisar. Por ejemplo, un día un colaborador de Caputo se sorprendió al verlo deambular por el segundo piso, cuando el ministro tiene sus oficinas en el quinto.
Hoy trabaja sin cargo formal y con un aval absoluto del Presidente, que lo paró a su derecha durante el anuncio del DNU por cadena nacional, vestido con un saco celeste que resaltaba entre los grises y colores neutros que eligió el resto de los ministros.
El despertar de la fuerza
Además de figuras de Star Wars, Sturzenegger colecciona cuadros abstractos, se autodefine como "poeta amateur" y asegura que terminará sus días como "escritor de ficción". Cree que su vocación artística no está apagada, sino que enriquece su “creatividad” en el plano económico. “Es el thinking out of the box, el poder pensar fuera de la caja”, lo definió alguna vez. Con ese esfuerzo creativo, diseñó un Estado totalmente distinto para la Argentina.
Sturzenegger se incorporó a las Fuerzas del Cielo por compartir con Milei muchas de sus concepciones teóricas. Aunque el exfuncionario de Macri no se defina como “anarcocapitalista”, ambos plantean la necesidad de un Estado con funciones mínimas y reformas en todos los planos. En su currículum online define que lo apasiona "hacer Argentina un país mejor" (sic). En el mismo listado, apunta que habla inglés fluido y que lee francés, italiano y portugués. Cuenta que viajó a 62 países.
En una entrevista en TN, Sturzenegger fue consultado sobre el impacto de las propuestas en el sector turístico, ya que si avanzan sus iniciativas, el Estado ya no tendrá la obligación de ejercer un control sobre la actividad. “¿Qué ocurriría con un señor que pone una agencia turística e invita a escalar, pero no tiene condiciones de seguridad mínima?", le preguntaron. Su respuesta fue cargada de ironía: “¿Cuál es el contrato más riesgoso que firmás en tu vida? El matrimonio, que es recontra más peligroso que ir a hacer una caminata con un flaco en Calamuchita”.
Argumentó que el matrimonio “es un contrato de alto riesgo” y “el Estado no tiene absolutamente nada que hacer inmiscuyéndose en con quién te casás, ni en el sexo de la persona ni en la edad ni en nada”. También se ocupó de este tema entre los proyectos de la ley ómnibus, al sumar la posibilidad de un “divorcio exprés”: si se aprueba, los matrimonios que decidan de común acuerdo disolver el vínculo solo deberán comunicarlo a las autoridades administrativas del Registro Civil, en un trámite que no requerirá la intervención de abogados ni jueces.
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El imperio contraataca
Milei se acercó a Sturzenegger a fines de 2015. El futuro mandatario Lo respetó por su gestión al frente del Banco Central, que según él evitó una hiperinflación. Hoy desde su entorno también destacan la “audacia” del asesor para redoblar la apuesta contra la oposición.
El día después de los primeros cacerolazos contra el megadecreto, respondió con tono altanero cuando se le preguntó sobre los manifestantes: "No sé cómo leyeron tan rápido el DNU y salieron a protestar". Insistió en que las protestas no tenían “nada que ver” con los anuncios del Ejecutivo: “El DNU es todo a favor de la gente, da más libertades para favorecer a la gente. Va contra la casta para favorecer a la gente”.
Sturzenegger aseguró que el DNU de Milei apunta a "desarmar el sistema de castas de Onganía" e interpretó, desde el plano psicológico de la reacción popular adversa: “La libertad da a veces un poco de vértigo".