En 2023, la mendocina Lourdes Arrieta se colgó del estribo de las listas de LLA. Ahora es team Karina en la misión 2025. Evangelismo y buenas vibras.
Lourdes Arrieta y su ya célebre patito, en la Cámara de Diputados.
Lourdes Arrieta y su ya célebre patito, en la Cámara de Diputados.
Coaching ontológico, lecturas de auras, conversaciones telepáticas con animales... la Humanidad marcha mansamente hacía las oscuridades del esoterismo posmoderno y en Argentina, ahora gobernada por la (no) casta construida por Javier Milei, el Congreso recibe las buenas vibras energéticas de unos patitos amarillos que son un incipiente furor global.
¿Quién es Lourdes Arrieta, la diputada que se presentó en una reunión de comisión de la cámara baja portando, con relajada naturalidad, uno de estos amuletos en la cabeza, último grito de la moda 2024?
Arrieta es mendocina y llegó al Congreso en el arca que Milei llenó el año pasado con ejemplares de especies de lo más diversas que fue reclutando a lo largo y a lo ancho del país. Para el scouting, el autopercibido máximo exponente mundial de la libertad contó con la colaboración inestimable de gerentes partidarios bien dispuestos a reinventarse al servicio de causas que abrazan con pasión.
Como detalló Mauricio Cantando el año pasado, el batacazo ultraderechista de 2023 repartió bancas entre esa fauna neolibertaria nutrida de "figuras desconocidas, de orígenes diversos y, en su mayoría, sin pasado conocido en tertulias liberales".
"Las listas -contó Cantando en ese artículo- se armaron con un objetivo principal: retribuirles favores a quienes prestaban los partidos para garantizar la seguridad jurídica del frente electoral, en la Nación y en cada provincia".
Arrieta se subió al boom libertario cuando el arca de Milei pasó por Mendoza, su provincia de origen, donde lideró la lista Mercedes Llano, dueña del sello del Partido Demócrata.
Ahora Arrieta es mileísta de la primera hora, pero su religión de base es el evangelismo. "Dios es justo y fiel", sostiene en la bio de su cuenta de Twitter.
Ademas de devota de Cristo y del león libertario, Arrieta es fan del animé, el cómic japonés que acumula una multitudinaria hinchada global.
Acaso en su conexión con lo asiático haya que buscar la génesis de su militancia en favor de los patitos amarillos.
Dicen que en Asia el color amarillo se asocia con la felicidad, la alegría y la energía positiva, por lo que llevar un patito amarillo en la cabeza representa una señal de optimismo que sería contagioso.
De hecho, Arrieta suma followers día a día -de ella y de los patitos amarillos-.
"Quien nunca ha logrado nada siempre critica el éxito de los demás. Sos auténtica y a la gente amargada le molesta el brillo", le dice Daiana Fredes, una seguidora que ilustra el tuit con un patito amarillo con corona.
"Un diputado hizo su juramento con una remera roja y un mensaje absurdo, Zaracho (NdR: Natalia, de Patria Grande) no terminó ni la secundaria, va vestida de calza y remera deportiva... nadie dice nada... pero una diputada de la libertad usa un patito y el mundo se estremece...", se queja Lauti Cadile y le expresa su resplado a Arrieta con el hashtag #yotebancolourdesarrieta y el grito de guerra libertario: "VLLC!".
Tercera en la lista mendocina para la Cámara de Diputados, supuestamente lejos de cualquier chance de entrar, Arrieta hizo una carrera meteórica en el universo libertario.
El sendero de espinas que la ley ómnibus viene transitando en el Congreso convirtió a las elecciones legislativas de 2025 en una obsesión para la mesa política del Gobierno: sin bloques robustos en el nido de ratas no habrá paraíso para la causa de la libertad, entendieron Karina Milei y Martín Menem y salieron de gira por los pueblos para construir una estructura nacional de La Libertad Avanza que le permita al oficialismo prescindir del arca de Milei, ese colectivo multicolor del que desembarcó Arrieta.
La mendocina es la elegida por el presidente de la Cámara de Diputados para armar el mileísmo orgánico en la provincia cuyana. Por eso la consigna en su cuenta de Twitter: "Afiliate a La Libertad Avanza".
Así, de colgarse del estribo del arca de Milei, en apenas un año, Arrieta pasó a ganarse un lugar en el team Karina, la poderosa hermana presidencial, pero cobró notoriedad por el patito amarillo, que lleva con orgullo en su cabeza neolibertaria.
Los caminos de la política -lo sabe el propio Milei, que no la entiende, como confesó el empoderado Guillermo Francos- son insondables.