En medio de la disputa a cielo abierto en la conducción de la UCR entre quienes se muestran colaboracionistas con el gobierno de Javier Milei y los que lo cuestionan, el diputado Facundo Manes salió a la cancha en busca de recuperar la identidad partidaria, con un ojo en las internas de este año y el otro en las elecciones 2025.
Su círculo íntimo confía en que la conexión que el neurocientífico tiene con la sociedad se salvó de la tormenta electoral del año pasado que dejó a la UCR –otra vez- como furgón de cola del PRO y la alianza de Juntos por el Cambio en un tercer lugar. Por el contrario, los dirigentes que frecuentan al diputado creen que, precisamente, fue esa estrategia la que hundió al partido y que Manes es el mejor alumno para blandir las banderas históricas del radicalismo y sacarlo de ese pozo.
Facundo Manes, al territorio
El diputado entiende que es el líder de una dirigencia que quedó huérfana en el cambio del escenario político, en un espacio carente de liderazgos. Allí se pueden anotar titulares de comités locales, concejales, algunos responsables de municipios, un bloque de seis en la Cámara baja bonaerense y un diputado nacional. Además, explican cerca suyo, Manes podría recuperar buena parte de la tropa radical que se montó detrás de su candidatura en 2021, cuando sumó 1.250.000 votos.
Su figura de outsider de la política (más allá de que hace tres años es diputado nacional) es el as que Manes sigue guardando bajo su manga. Alejado de las fotos y los reels en modo campaña, durante la última semana el legislador se reunió con parte de la dirigencia de la Segunda sección electoral en San Nicolás, con su bloque de diputados provinciales y con referentes radicales de Mar del Plata, Balcarce y Mar Chiquita. Es decir, salió a caminar el territorio y a llevar el mensaje de unidad radical, pero con las banderas de Raúl Alfonsín, lejos de las prácticas habituales de la política que la sociedad rechazó al votar a Milei.
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Facundo Manes y su bloque en la Legislatura bonaerense.
La ausencia de candidatos de la UCR
Manes no se explica cómo hace ocho años que la UCR no ofrece candidaturas para las intendencias en las cabeceras de partido como La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Olavarría y Pergamino. Reniega de no tener aspirantes a la gobernación desde 2007 (cuando fue Margarita Stolbizer) ni presidencial desde 2011 (Ricardo Alfonsín). Sin embargo, depuso su candidatura a la Casa Rosada el año pasado argumentando falta de apoyos y señalando la estrategia del partido de acompañar las candidaturas del PRO. Manes cree que el radicalismo prefirió los acuerdos políticos antes que perder una elección.
Con críticas a Milei y al gobernador Axel Kicillof, defendiendo los trapos de la salud y la educación pública y rechazando “el impuestazo” en Buenos Aires, Manes querrá poner un candidato de unidad en las elecciones partidarias que el comité provincial celebrará sobre el final de este año. Alejado del presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, con quien construyó una alianza estratégica en 2021 para hacer una gran elección, el médico escucha y dialoga por estas semanas con titulares de intendencias que se referencian en el senador y que no descartan volver a tenerlo como faro.
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El Foro de Intendentes Radicales de Buenos Aires.
Intendentes, la base del armado
Salvador Serenal (Lincoln) y Miguel Lunghi (Tandil) son alcaldes a los que anota en su equipo, aunque aseguran que Manes estuvo teniendo encuentros con un grupo de los 27 jefes comunales boina blanca en las últimas semanas. Podría allí sumar más, que no le responden directamente, pero que lo acompañan, como Lucía Gómez (Adolfo Gonzáles Chaves), que se anota en el lado Martín Lousteau de la vida radical, referente de la línea Evolución.
A pesar de votar con este último espacio en el Congreso, Manes se despega de las versiones de acuerdos o estrategias. Manes es Manes, dicen los suyos, y construye solo, pero con todos. Pretende ser la alternativa a Milei y al kirchnerismo, con un armado nacional de centro. Para ello, el neurocientífico apela al diálogo y a una red que alguna vez supo tener como contención electoral y que ahora busca recuperar.
Para lo que suceda este año en la renovación de autoridades de la UCR y lo que pretenda para 2025 -cuando se venza su mandato como diputado-, Manes deberá meter los pies en el plato del partido, un espacio del que, dicen, no necesita servirse, pero que le puede aportar estructura y rosca, lo que no tiene. Algo así como “con el partido no alcanza, sin el partido no se puede”.