Facundo Manuel López, jefe de la bancada de Juntos Somos Río Negro(JSRN) en la Legislatura provincial y delegado del gobernador electo Alberto Weretilneck en Viedma, analiza el resto del año electoral para el oficialismo provincial, que por estas horas se aboca a la definición de las candidaturas en San Carlos de Bariloche y la amplia mayoría de la dirigencia pone un manto de dudas sobre la relación política entre el todavía senador con la gobernadora Arabela Carreras. “La supremacía de la palabra de Alberto no es discutida por nadie. Con Arabela no sucede lo mismo. La supremacía por el cargo, existe; lo que no tiene es superioridad de conducción para el resto de los actores de nuestro partido”, advierte.
López, en diálogo con Letra P, desandó el momento histórico de un sello que ratificó credenciales en abril aliado a los sectores mayoritarios del panperonismo y el radicalismo, debilitando así a la representación provincial de los dos grandes frentes nacionales. A pesar del retroceso que tendrá el bloque oficialista desde el 10 de diciembre, anticipa mayor consenso con todos los espacios parlamentarios. Así resaltará el papel de su jefe político y la necesidad de saldar debates en torno a la minería, la pesca y la producción offshore en las costas del mar patagónico. “Río Negro necesita un proyecto de desarrollo, tenemos que ser una potencia”, reclama.
-En el parlamento que nos tocó durante el primer gobierno de Alberto (2012-2015) teníamos 14 legisladores y sacamos la gran mayoría de las leyes por consenso. Sé que muchos se lamentan y plantean dificultades porque en estos últimos cuatro años nos acostumbramos a la mayoría y al cuórum propio, pero si a las leyes importantes no se las aprueba con el mayor respaldo posible, a veces no existe real consenso. No será una Legislatura tan adversa.
-¿Aunque perdieron casi una decena de bancas?
-No es una Legislatura que nos quede tan cuesta arriba. Con lo propio, más aquellos partidos que jugaron con nosotros convencidos de un proyecto que persigue la identidad provincial, tenemos potencial. Junto al bloque peronista que se ubica bajo el paraguas de Nos Une Río Negro, los dos votos del radicalismo y, si se quiere, con el espacio de Ariel Rivero, con quien debemos ampliar el consenso. Deberemos buscar los acuerdos necesarios, sobre todo en un contexto nacional muy particular.
-¿Cómo se imaginan relacionándose con el futuro gobierno nacional? El gran acuerdo tiene sectores opuestos que pueden colisionar.
-No lo veo como una dificultad, por la figura de Weretilneck. Cuando el gobernador dialoga con todos los sectores, es todo más sencillo. Sabemos cómo trabaja y es una diferencia notoria con el estilo de Carreras.
-¿Cuál es esa diferencia?
-La supremacía de la palabra de Alberto no es discutida por nadie. Con Arabela no sucede lo mismo. La supremacía por el cargo, existe; lo que no tiene es superioridad de conducción partidaria para el resto de los actores de nuestro partido. Ella tiene otra forma de conducir, no existe la interacción como había con Alberto. Antes de 2019, todos los legisladores pasaban por el despacho del gobernador. Hoy eso no sucede.
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Alberto Weretilneck y Facundo López, parte del esquema de poder en Río Negro.
-Weretilneck será clave, entonces, para la próxima Legislatura.
-Su forma de conducir genera y ayuda mucho. Si el gobernador está detrás, buscando consensos, es mucho más fácil. El Plan Castello salió porque él se puso al hombro el diálogo con la oposición, que acompañó con su voto para beneficiar a los municipios. Será un cuerpo con la mayoría suficiente cuando no se requieran los dos tercios.
-¿Cree que el resultado electoral de abril fue influenciado por las diferencias en el oficialismo?
-Al principio, pensábamos que era malo, pero a ese resultado lo valoraremos cada vez más, no sólo por el contexto nacional, sino por lo que venimos haciendo. Capaz algo nos faltó, con las cosas un poco más ordenadas hubiésemos estado mejor.
-¿Qué cosas faltaron?
-La falta de resolución de los conflictos salariales, en tiempo y forma, nos afectó. Es verdad que algunos gremios jugaron sus cartas, pero podríamos haber solucionado todo antes.
-Se podría haber convocado a elecciones en marzo, ¿qué sucedió?
-Se analizó y se descartó. Pensábamos que podíamos tener el conflicto del inicio de clases, por eso se eligió abril. Estábamos convencidos de que el gobierno iba a solucionar eso rápidamente, no que el conflicto iba a ir en ascenso. María Emilia Soria y Aníbal Tortoriello fogonearon el reclamo, pero ya está. No tuvimos los reflejos para contenerlo. La elección se ganó, es lo importante.
Boleta corta
-¿Cómo observan la instancia nacional? JSRN tiene una parada complicada...
- Si uno mira el contexto nacional, Juntos por el Cambio estaría bien. El Frente de Todos siempre anda mejor en las instancias nacionales. A nosotros no nos va mal, hemos crecido de 2017 hasta hoy. Sabemos que es más difícil, pero hay un gran sector del electorado que nos acompañará por sentirse representado como rionegrino. Cuanto más provincialismo exista, la Cámara de Diputados será mejor. Estamos convencidos de privilegiar la boleta corta.
-En 2019 se repartió la boleta de JSRN con la de tres postulantes a presidente ¿Se repetirá la estrategia?
-Como JSRN, tenemos dirigentes cercanos al peronismo y otros al radicalismo. Lo que no podemos es definir a favor de uno u otro. Debemos garantizar el voto a la boleta verde, a pesar de que algunos integrantes de nuestro espacio se inclinen por tal o cual candidatura presidencial. Hay que recuperar y consolidar la identidad rionegrina. Alberto, gobernando, es una garantía.
-¿Qué necesita su fuerza política para volver a darle valor al proyecto?
-Recuperar el protagonismo del Estado provincial, pero al lado del sector privado. Hay que ayudarlo y no molestarlo. Ojalá el turismo, la fruticultura del Valle y el hidrógeno verde le den fuerza a la provincia. Debemos dar debates serios para lo que se viene, como el de la producción minera.
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Mesa de decisiones. Facundo López es el delegado personal de Alberto Weretilneck en Viedma.
-¿La minería es una actividad fundamental para el proceso político que empieza en diciembre?
-No podemos desaprovechar todas las oportunidades que tenemos. Nadie dice que hay que envenenar y sacar el agua de la gente, porque en todos lados se hace minería de calidad. Hay que dar el debate y tener la decisión política. Nos quedamos atrapados en el oro, pero no es el único mineral. Hay uranio, litio, que hoy se reclaman más. ¿Por qué Jujuy puede hacer todo lo que hace y nosotros no?
-¿Es posible avanzar en la explotación offshore, como sucede en otras provincias patagónicas?
-Hay un reclamo contra la modificación de la ley 3008, para el transporte del petróleo de Vaca Muerta. Sólo modificamos el transporte y no la explotación offshore. Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego lo hacen, Buenos Aires hace lo suyo en Mar del Plata. No es como antes. En países serios, no hay industria que genere daño al ambiente de forma descontrolada. Si nos ponemos puros, no podemos hacer absolutamente nada. No se puede decir no a todo.
-¿Entonces se viene un inminente debate de minería, producción offshore, modernización del Estado?
-Vamos a debatir todos los temas necesarios para que Río Negro avance. Es una provincia muy diversa, por eso debemos tomar decisiones en cuanto a energía y a la pesca en el golfo San Matías. No puede ser que lo que se pesca acá, se industrialice en Mar del Plata. Hay que abocarnos a eso. Alberto vuelve para hacer algo diferente, no para pagar sueldos y nada más. Río Negro necesita un proyecto de desarrollo, tenemos que ser una potencia.