El peronismo se opone en Diputados a adherir al régimen nacional, pero duda con el provincial. Cautela en el Senado, donde es mayoría.
El bloque del peronismo de Entre Ríos, en el recinto de Diputados.
Ante la decisión de Rogelio Frigerio de adherir en Entre Ríos al RIGI para seducir inversiones y crear un RINI para captar emprendimientos menores, el peronismo se encuentra ante la necesidad de marcar la cancha pero sin que parezca que pone palos en la rueda. En Diputados planta bandera mientras que en el Senado, por ahora, prima la cautela.
El oficialismo Juntos por Entre Ríos (JxER) cuenta con mayoría en la Cámara de Diputados, pero el Partido Justicialista (PJ) la tiene en el Senado. De este modo, si los bloques opositores de ambas cámaras jugaran en tándem podrían torcer el brazo del oficialismo para escribir parte de la letra del texto o bien presionar para se borre lo que prefieran no acompañar. Y, en el medio, negociar beneficios. Rosca.
En una reunión conjunta los dos bloques de la tropa peronista trataron, entro otros temas, los referidos a los regímenes de inversiones. Las versiones sobre qué hacer frente a esto son encontradas. Algunas fuentes refieren que hubo un principio de acuerdo para rechazar tanto la adhesión provincial al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) como para marcar una visión crítica, aunque no de rechazo pleno, al Régimen de Incentivo de Nuevas Inversiones (RINI) que impulsa el gobernador Frigerio. Sin embargo, hoy esto no está del todo claro en el bloque de senadores, que se reunirá el próximo martes junto Diputados para abordar nuevamente, aunque más en profundidad, el tema.
Los diputados y diputadas decidieron no votar la adhesión al RIGI “porque no genera empleo, forma parte de una política nacional que destruye el empleo y perjudica la inversión local”, según explicó una fuente legislativa que recitó los mismos argumentos que esgrimió Unión por la Patria (UP) para no acompañar el texto en el Congreso.
En tanto, sobre el RINI entienden que se trata de una “estrategia” de Frigerio, según apunta un asesor legislativo, “para evitar que le peguen por adherir al RIGI”. En principio, analizan en el peronismo, no aporta grandes cambios respecto de la Ley de Promoción Industrial, votada en mayo de 2023 durante el gobierno de Gustavo Bordet luego de un trabajo conjunto con la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) y otras cámaras empresariales.
Ahora, la UIER se posiciona “lejos de la pugna política” marcando que “lo importante es tener las mejores herramientas para la inversión y la creación de empleo de calidad”, según refirió a Letra P un importante dirigente de esa entidad.
En este contexto, el peronismo en el Senado se encuentra ante la necesidad de marcar la cancha en algunos temas para alejarse de la imagen de ayuda al oficialismo y mostrar los dientes preparándose para la próxima contienda electoral, que está a la vuelta de la esquina.
La reunión de coordinación de los bloques de las dos cámaras fue en ese sentido. Sin embargo, hasta ahora, según reconoció un asesor de un legislador del interior de la provincia, el peronismo no aprovechó la mayoría en el Senado para sacar suficiente ventaja de ello.
En el PJ, donde no escatiman autocriticas en voz baja, van más lejos y se flagelan: “En estos siete meses hubo una total descoordinación entre los bloques y ello es fruto de la falta de un ordenador en el peronismo”. La misma voz de uno de los legisladores entiende que este tema -el RIGI y el RINI- puede ser un puntapié para ordenarse y mostrar una línea de unidad ante el Ejecutivo. Pero no todos son tan optimistas.
En el espacio también se sinceran y plantean que no pocas veces se estipularon posiciones moderadamente críticas ante el Ejecutivo que luego no fueron refrendadas por todas las bancas justicialistas. Los senadores y senadoras responden más directamente a sus territorios y el oficialismo juega con ello. Así, sin llegar a una fractura ni mucho menos, se torna difícil establecer un criterio de oposición rígida.